Diario El Mundo Pinche para conectar con la mejor Guía de Sevilla

Sevilla con sevillanos

y Puntas del Diamante

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía,  domingo 9 de mayo de 1999


Cruz y Ortiz, o la olímpica discreción de Los Monchis

Nuevo Estadio Olímpico de Sevilla, de los arquitectos Cruz y Ortiz

Nuevo Estadio Olímpico de Sevilla, de los arquitectos Cruz y Ortiz

 

La dual Sevilla da famosos por colleras. Antes eran parejas de hermanos: los hermanos Bécquer, los hermanos Machado, los hermanos Alvarez Quintero. Ahora ya no son hermanos. Porque las colleras famosas son ahora Los del Río, amigos y residentes en Dos Hermanas. Son Vittorio y Luchino, compañeros y residentes en la Casa de Velázquez. Los únicos hermanos famosos ahora son Los Morancos, pero ésos no son de Sevilla. Son de Triana. O los hermanos Guerra. Pero ésos son del juez Márquez. Los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz cumplen, pues, la ley de las colleras famosas de Sevilla, de los sucesores de San Isidoro y San Leandro, de Joselito y Belmonte, de Hércules y Julio César. Y cumplen también las normas no escritas del habla sevillana, donde las cosas se escriben de una forma y se pronuncian de otra. Se escribe Cruz y Ortiz pero se pronuncia Los Monchis. ¿Por qué les dicen Los Monchis? Niño, marchando una de carné de identidad y de generales de la ley...

Cruz se llama Antonio Ramón Cruz Villalón, Sevilla, 1948, titulado 1971, ETSA Madrid. Ortiz se llama Antonio Ortiz García, Sevilla, 1947, titulado 1971, ETSA Madrid. Como Cruz era Antonio Ramón, le decían Monchi. Y como Ortiz empezó a trabajar con su compañero de curso de la ETSA de Madrid en cuanto ambos se titularon, pues pasó por la otra parte dual y sevillana de Monchi Cruz. De donde Los Monchis, que no me negarán que sonaba como a conjunto musical en aquella Sevilla de "Smash", de "Goma" y de cuanto sacaron entre Gonzalo García Pelayo y el injustamente olvidado M-11.

Lo que más me gusta de Los Monchis es cómo se trabajan el arte de las distancias en Sevilla. Su discreción. Esto sí que es humildad, y no la de Mañara. Creo que regalan un fin de semana en el hotel nuevo de Sancti Petri a quien presente una foto de Los Monchis pintando la mona en Sevilla. Ellos pintan donde tienen que pintar, sobre el tablero de proyectos. Hablando de pintar: para pintar este retrato de Los Monchis he buscado material, y donde más cerca está impreso un libro sobre su obra es en Estados Unidos, en la Princeton University Press, vamos, una editorial de fascículos que hay allí. Para mí que a efectos de la Sevilla del 92 son más que Aníbal González y Juan Talavera fueron para la Sevilla del 29. Pero tienen el buen gusto de no alardear de nada. Son de la sevillanísima cofradía del silencio y del trabajo. Aunque han hecho lo que han hecho. En esta Sevilla donde es famoso cualquier decorador chuchiperri, casi nadie conoce a Los Monchis si los ve por la calle. Puede que alguien conozca a Cruz, ah, sí, el hijo de Cruz Auñón el notario... ¿Pero a Ortiz? A Los Monchis, pues, los conocen donde los tienen que conocer: donde encargan los estadios olímpicos de Madrid, donde dan los premios de arquitectura. Otros, cuando les otorgan un premio, dan una rueda de prensa y se retratan. Los Monchis cogen y guardan el telegrama en un cajón y añaden unas líneas en el curriculum que mandan luego para que les encarguen museos en Cádiz, pabellones de España en Hannover, estadios en Sevilla, estaciones de autobuses en Huelva, conjuntos residenciales en Amsterdam, universidades en Canarias, estaciones en Basilea, plazas de la Cultura en Melilla, puentes sobre el río Maas en Maastricht, y sobre el río Kwai porque ya lo hicieron en la película, que, si no, también se lo encargan a Los Monchis. Y la Torre Eiffel porque ya está hecha, que, si no, no hay quien se la quite a Los Monchis.

En cuanto a Sevilla, han hecho unas obritas de nada: la estación de Santa Justa, el Estadio Olímpico, la Biblioteca Pública... Vamos, reformas de cuartos de baño y adaptaciones de pisos bajos para locales comerciales... Y como no son nada importantes, ni los conocen fuera de Sevilla, ni hacen libros sobre ellos en Princeton, ni les dan premios que no hay cojones de aprenderse el nombre, como Europaische Architektur... Y, claro, como están mano sobre mano, por eso no se les ve por ninguna parte ni se retratan, que para figurar ya están esos arquitectos tan importantes que firman la decoración de la casa de una que quiere ser artista y que es muy amiga de José Manuel Soto.

 

-----------Puntas del Diamante-------

UNA BICICLETA HOLANDESA.- Tomen el modelo del sevillano típico y clásico, den la vuelta al guante, y les sale la imagen de Los Monchis, intimista como un cuadro de Carmen Laffón y no chillona como una acuarela torera de Escacena. Nadie podrá decir: "Hombre, Los Monchis... Pero si yo tomo café con ellos todos los días, ¿cómo les van a hacer el Estadio?" El menos atípico de los dos puede que sea Cruz, que dicen las señoras que es el más guapito. Y dicen los caballeros que tiene caseta en la feria, me resisto a creerlo, y que es aficionado a los toros, lo avalo. Pues bueno, Monchi Cruz es un raro sevillano de bicicleta. Pero no una bicicleta cualquiera de Gaytán, sino una bicicleta holandesa, magnífica, su tesoro. Otros se gastan el dinero en enganchar en la feria para alardear. Cruz, en comprarse la mejor bicicleta holandesa. Que nadie sabe que es holandesa. Se creen que es de Gaytán.

LA PEINETA.- Pegaba que fuera en Sevilla donde pusieran mote popular a un edificio de Los Monchis, pero ha sido en Madrid. Se escribe "Estadio de Atletismo de la Comunidad de Madrid", pero se pronuncia "La Peineta". La peineta de La Martirio era la famosa en Madrid... hasta que construyeron La Peineta de Los Monchis. En Madrid no hay más peineta que ésa.

DE ATOCHA A SANTA JUSTA.- Dicen que el AVE une a Madrid con Sevilla. Puede ser. Lo que no sabe la gente es que el AVE une directamente la obra de un maestro con la obra de sus discípulos. El AVE es la distancia más corta y más rápida entre la estación de Atocha según proyecto de Rafael Moneo y la estación de Santa Justa, según proyecto de Cruz y Ortiz.

EL MUSEO DEL "NÁ".- Los Monchis hicieron en Cádiz la rehabilitación para museo del Baluarte de Candelaria, en el borde de murallas de la Alameda, frente al Faro de las Puercas. El proyecto y los carteles de obras dijeron que aquello era el Museo del Mar. Hicieron una exposició de las almadrabas del Duque de Medina Sidonia y después no hubo nada más. Aquello permanece desde entonces vacío. ¿Saben cómo le pusieron los gaditanos al Museo del Mar de Los Monchis, al museo que nunca existió? Pues el Museo del ...

 

Volver al indice de la seccion "Sevilla con sevillanos"

ABEL INFANZON "LA ESE 30"

 

 

   


Volver al comienzo de esta página

Regresar a la pagina principal

El Mundo, edición íntegra en Internet

 

Enviar correoCorreo

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.