ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


¿Hubo una vez facturas falsas?

Más suerte que un quebrado. Potra. Chamba. Hablo del alcalde. No tiene suerte ni ná... Como que estoy por darle 50 euros y pedirle que vaya a comprarme lotería a Sagasta, la de los millones, a ver si me toca y salimos de la crisis.

Para que no se hable de la crisis y de la incompetencia del Gobierno de España para resolverla; para que no se hable de los cuatro millones de parados que están al caer; para que no se hable del cierre de empresas y de los autónomos asfixiados por el corte del grifo de los bancos ante los pagarés, Zapatero tiene que recurrir al socorrido juez Garzón, que es de la casa y de la causa, para que le eche el capote habitual, esta vez con el acoso y derribo del PP o yéndose de montería con el otro. Aquí en Sevilla, por el contrario, no hace falta juez Garzón alguno para que no hablemos del asunto más grave que ha tenido este Ayuntamiento sobre la mesa desde que ejerce el poder local: las facturas falsas del Distrito Macarena. No hace falta Garzón porque sobra con la buena suerte del alcalde. ¿Usted sabe qué está ocurriendo en los juzgados de Sevilla?

—Sí, hombre, que aunque ayer hubo huelga de jueces, están volcados en la investigación del crimen de Marta.

Pues está ocurriendo algo importantísimo políticamente, pero que se está quedando inédito: la vista oral del Caso de las Facturas Falsas del Distrito Macarena. Y ahí viene la suerte del alcalde. El juicio en cuestión, que es el proceso a todo un modo de entender las limpieza en política, ha venido a coincidir con el escándalo del crimen de Marta, con Miguel, con Samuel y con la leche que mamaron estos canis que pasaron a mayores que dar una paliza a un pijo en la Plaza de Cuba un sábado por la noche. Entre canis anda el juego, ojo. Y estos canis asesinos y canis cómplices, de momento le han hecho al alcalde el favor del siglo: quitar las Facturas Falsas de las portadas de los periódicos y de la apertura de los telediarios locales. Las cámaras que ahora están en el Prado sacando a canis conducidos por la Policía, con la chupa por la cabeza, son las que no sacarán a los encartados en ese proceso que en otra ciudad habría dado lugar a dimisiones en cadena, pero que aquí en Sevilla, como No Passsa Nada y Esto Está Presssioso, pues ya ven. Con razón el alcalde encabezaba la manifestación por Marta. Pues anda que no le ha dado avío político el crimen ante el caso de las Facturas Falsas...

Escándalo en Fitur.- Se escandalizan porque Chaves encargó el stand de Andalucía en Fitur a un condenado por malversación que fue indultado por Bermejo. Hala, todo queda en casa, ellos con ellos. Yo no me escandalizo por eso. Me pasa como cuando la cacería, que otros se escandalizaban por el compadreo de Garzón con Bermejo y servidor, porque unos chicos socialistas como éstos perpetúen los peores hábitos de los antiguos señoritos andaluces. En el asunto de Fitur, de lo que me escandalizo, y tela, es de que la Junta se haya gastado 2,5 millones de euros en montarlo. Dos millones y medio de euros son 415 millones de pesetas. Y digo yo: ¿cuántas reservas hoteleras se tienen que hacer en Fitur para amortizar esos 415 millones de pesetas despilfarrados? Eso sí que es como cantaba Rapa Él, el icono del franquismo indultado por vía de consuegro, agraciado el año pasado con la medalla de Andalucía en la tómbola del 28-F: “Escándalo, es un escándalo...”

Asunción de la cordura.- Felicito al Ayuntamiento por su repentino ataque de cordura. Suspender la peatonalización de Asunción hasta que el Metro funcione y llegue a la Plaza de Cuba es lo más juicioso que han hecho en mucho tiempo. En Asunción han asumido por fin la cordura.

 

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