ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


El taxi de Barcelona

Lo he visto un año más. Como la jaca de Estrellita Castro, galopando y cortando el viento, caminito de su pueblo. Por estas fechas de las ferias de pueblo a las que regresan todas las familias que se fueron a buscar el pan que su tierra les negaba, he vuelto a ver el taxi de Barcelona circulando por una carretera andaluza, a la hora de la siesta que marca el reloj cansino de las chicharras, entre regadíos y abandonados silos del Servicio Nacional del Trigo como rascacielos conmemorativos de la autarquía. El negro y el amarillo de sus colores contrastan con el blanco de los cortijos, el verde de los olivares, el amarillo de la yerba seca.

Ves el taxi de Barcelona de todos los años y te parece que has puesto el DVD de tu niñez. Que estás viendo un taxi de Sevilla, en el punto de la Plaza del Salvador, delante de la farmacia de los viejos botes de medicinales vidriados. El taxi de Barcelona es negro y amarillo. Como los de Sevilla de tu niñez. Aquel taxi en el que te llevaban a un médico de la calle Teodosio con consulta de patio de pilistras y sala de espera con zócalo de azulejos de Mensaque ocultando humedades. Aquellos taxis con chóferes de gorra y guerrera de mahón azul marino, uniformados casi como los guardias de Asalto de la República. Taxis negros y amarillos con el NO8DO en la puerta, inscrito en una circunferencia con el número de matrícula, en un claro diseño Art Decó de la imposible vanguardia. Los taxis que pintó de negro y amarillo el padre de Manolo Grosso, cuando era teniente del alcalde Duque de Alcalá y organizó los fastos de la visita de Evita Perón, cuando Naranjito de Triana y Narci Díaz, como en Hollywood, salieron bailando desde dentro de una tarta monumental en la fiesta popular de la Plaza de América en honor de aquella argentina rubia de bote que quitó las jambres de los corrales mandando sopa de estrellitas y latas de carne.

Todos los años te recuerda lo mismo el taxi de Barcelona, cuando lo ves camino de algún pueblo, de todos los pueblos andaluces. Todos los fuegos son el fuego, todos los amores son el amor, todos los mares son la mar y todos los taxis de Barcelona son el taxi que llega cada año al pueblo anunciando la feria, con una historia familiar a bordo:

—Niña, acabo de ver en la plaza el taxi de Barcelona de Angelito Medialegua, el de Rosarito la del Colorao.

Ya está aquí la feria. Y allí en el pueblo se rebobina y se proyecta en el cine de reestreno de la memoria una de tantas historias de la emigración. Rosarito la del Colorao se casó con Angelito el de Medialegua. Caninos. Años sesenta. Sin trabajo en el pueblo. Como una esperanza estaba el tren de las lágrimas, que en Barcelona era El Sevillano y en Sevilla, El Catalán. Lo cogieron. Recién casados, se fueron a Hospitalet, donde ya estaban unos primos. Andamio y cemento. De paleta, como le llaman los catalanes. Así estuvo años Angelito el de Medialegua. Rosarito, limpiando escaleras. Hasta que Angelito se sacó con muchas fatigas el carné de primera y con lo que había juntado y lo que se entrampó se compró un taxi. Un taxi negro y amarillo de Barcelona. Con el taxi empezó a ir al pueblo todos los años a la feria. Para decir «aquí estoy yo» y callar las bocas de las criticaciones. Así un año y otro, una feria y otra. Parece que no es feria hasta que no llega el taxi de Medialegua. Aquel taxi de Barcelona es ahora otro vehículo, pero tiene los mismos colores. Ya no lo conduce Angelito, ni tampoco su hijo Yordi, porque como nació en Barcelona le puso Yordi. Angelito ya murió. Y Rosarito la del Colorao también. Yordi se jubiló y volvió al pueblo. Ahora es un nieto de Medialegua el que viene cada año con el taxi de Barcelona a la feria. Amarillo y negro, caminito del pueblo, yo lo he visto un año más galopar y cortar el viento de la historia de nuestra tierra andaluza.

 

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio