ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Sin San Alberti ni San Pemán

Tras la muerte de José María Pemán, la centenaria Caja de Ahorros de Cádiz decidió crear un premio de artículos periodísticos que llevara el nombre del gran maestro del género, el inolvidable autor de las Terceras de ABC. Pronto adquirió el Premio Pemán gran prestigio y se colocó tras el Cavia o el González Ruano. Debo confesarles que le tengo cariño al Premio Pemán, porque un año el jurado, presidido por Jesús de las Cuevas, se equivocó y me lo dio a mí. Y en calidad de premiado en anteriores ediciones fui miembro del jurado. Entonces pude ver en los carpetones de los originales recibidos las firmas más importantes del articulismo, que aspiraban al premio.

En el proceso de fusión de las cajas de ahorros, la vieja Caja gaditana, con su azul logotipo de Hércules con sus dos leones, quedó absorbida por la Caja de Ahorros de Ronda, dando origen a Unicaja. Entidad que siguió año tras año convocando y otorgando el Premio Pemán de artículos periodísticos.

Días pasados leí en ABC que Felipe Benítez Reyes había ganado un llamado «XXVII Premio Unicaja de Artículos Periodísticos» y se me encendió la bombilla. La bombillita roja del Faro de las Puercas. ¿Qué premio era el que había ganado Benítez Reyes? Pues era justamente el viejo y querido Premio Pemán de artículos, al que le habían quitado el nombre del escritor gaditano. Me puse a averiguar y comprobé que desde el año anterior, o sea, desde la edición XXVI, al Pemán le habían quitado su honroso nombre y puesto el de Unicaja. Hasta la edición XXV, en la convocatoria ponía bien clarito que el premio llevaba «el nombre del ilustre escritor gaditano, a fin de honrar su memoria». ¿Qué ha pasado, que en la moda de la memoria histórica ha dejado Pemán de ser ilustre, de ser escritor y de ser gaditano, y ahora es un señorito particular que estaba casado con una Domecq, cuya memoria no merece el menor honor? Seguí averiguando y comprobé que por memoria histórica no era. Pues resulta que por aquello del espíritu de concordia de la Constitución, la Caja gaditana y Unicaja luego convocaban sendos premios que eran como un homenaje a la reconciliación de las dos España reflejadas en las aguas líricas de la bahía. Junto al Pemán de artículos se convocaba el Premio Alberti de poesía, y muchas veces fue el propio Marinero en Tierra a entregar el galardón de su nombre.

Bueno, pues a Alberti también le han quitado el premio. No contentos con la mamarrachada de estatua que le han levantado en El Puerto, que tiene un ver, Unicaja le quita al hombre su premio de poesía. Cosa de la memoria histórica no debe de ser. Me suena a asunto de márquetin. Sólo se libra del márquetin el difunto Fernando Quiñones, que sigue dando nombre a un tercer premio literario de Unicaja, el de narraciones.

No me explico lo de Unicaja contra Pemán y Alberti. El poeta y director teatral Luis Balaguer hasta canonizó por lo civil a los dos escritores gaditanos en su delicioso libro «Las coplas de San Servando y San Germán». Junto a los dos santos mártires patronos de la Ciudad, Balaguer hizo patronos civiles de la literatura gaditana a San Alberti y San Pemán. Unicaja los ha borrado del santoral literario. Si viviera Pemán y le hablara su Séneca, seguro que le diría:

—Nada, don José, que como Braulio Medel le ha quitado su nombre a su premio de usted y le ha puesto de mote Unicaja, cuando me han dicho que Felipe Benítez Reyes ha ganado el Unicaja no sabía si me estaban hablando de artículos de periódico en Cádiz o de un partido de baloncesto en Málaga.

 

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