El día que había empezado con la madrugada de los cuchillos largos del fallo del jurado sobre las agrupaciones que pasaban a la final del Carnaval y con el cruel cajonazo al pregonero Julio Pardo, Teófila Martínez, la alcaldesa montañesa de la ciudad de los chicucos, cuyo tinte rubio es un tópico de las coplas chirigoteras, inauguraba muy cerquita del Falla, a la orillita del mar como canta el tango, en el Baluarte de Santa Bárbara, un aparcamiento subterráneo para 900 coches. El asunto no tendría mayor mérito si el de Santa Bárbara, junto al Parque Genovés, no fuese el aparcamiento subterráneo número doce más uno que Teófila inaugura en su alcaldía. ¿Usted sabe cuántas plazas de aparcamiento subterráneo ha construido en Cádiz el Ayuntamiento de Teófila?

—Yo se lo voy a decir a usted: por lo menos las mismas que el Ayuntamiento de Monteseirín y del Tío de la Mariscada han destruido en Sevilla en superficie con la mamarrachada del carril bici y con la máquina de estrechar calles...

Pues debe de ser, oh lector interactivo, algo por el estilo: Teófila ha construido en Cádiz nada menos que 12.000 plazas de aparcamiento subterráneo desde que es alcaldesa. Que se dice pronto.

¿Usted no ve por qué me gusta tanto Cádiz? Porque ojalá aquí hubiéramos tenido un alcalde que nos hubiera hecho 12.000 plazas de aparcamiento, en vez de prometernos 26 estacionamientos subterráneos de los que no han construido ni uno, y eso que le han trincado el dinero a los vecinos en muchos casos, como el sangrante de la plaza de Bami. Si aquí se hubieran hecho 12.000 plazas de aparcamiento tendría razón el Plan Centro, porque se podría dejar el coche en uno de esos doce más uno estacionamientos subterráneos como los de Teófila y entrar andando. Cosa que la alcaldesa de Cádiz no ha hecho, cerrar el centro. A pesar de las plazas de aparcamiento, al Cádiz intramuros no le han echado el chirrín, chirrán del cierre a la circulación. Aquello es un casco antiguo vivo. Maravillosamente vivo. Tú vas por la hermosura colonial del Cádiz intramuros y te encuentras por la mañana niños que van a colegio, marías que vienen de la plaza, muchachas camino de la Universidad, el freidor con el pescado en la vidriera, el puesto de La Guapa despachando churros y la Plaza de las Flores o el Corralón llenos de animación. Con vida, y no como Sevilla, que tiene un centro muerto o dando las boqueadas. Cádiz no ha museificado su centro ni lo ha convertido en un parque temático, como Sevilla, sino que ha mantenido su vida, a pesar del problema de la vivienda y del éxodo de gaditanos hacia Puerto Real o incluso Chiclana.

<CW0>Cuando en Cádiz se han hecho esos 12.000 aparcamientos es señal que se pueden hacer. Por problemas técnicos no será. Si Sevilla tiene ese mítico subsuelo donde escarbas tres metros y te sale el Guadalquivir enterito, Cádiz está rodeada por el mar; de ahí, por ejemplo, las coplas de este Carnaval a las goteras del parking de Canalejas. Si en Cádiz se han construido 12.000 aparcamientos y encima no han cortado el centro a la circulación, ¿por qué en Sevilla no se han podido hacer? No es que a mí se me vaya la mano con Cádiz, mi madre adoptante, pero debemos tener en cuenta que allí tienen de alcaldesa a Teófila y aquí en Sevilla mandan el que dice que lo registren, que él es médico, y el Tío de la Mariscada. Esto de aquí sí que es Carnaval, con Sevilla como el estribillo de Los Joaquín Pamplina: serrá, serrá, serrá.