ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Rocío sin candelas

Con lo contento que estaba El Mani no porque nuestro Betis haya subido a Primera, sino porque la Primera haya venido a buscar a nuestro Glorioso, porque ya se sabe que sin ser honrada por las trece barras verdiblancas la División de Honor ni es de Honor ni es de ná... Con lo contento que estaba El Mani por el retorno de lo vivo lejano que nos ha hecho vivir Gordillo, va la Junta y prohíbe una de sus sevillanas más famosas. Para dar por saco a El Mani, la Junta ha prohibido las candelas en los caminos del Rocío. Que es como declarar a El Mani fuera de la ley. Ea, se acabó el «qué bonita está la noche/con la luz de las candelas,/rompiendo la paz del campo/con unos cantes por Huelva».

Sin la luz de las candelas, la noche ahora no estará ni bonita ni fea. Estará ruidosa. Con el run-run de los grupos electrógenos, qué horror. La candela de la noche era como una metáfora del pasado que no vuelve; como un homenaje a los viejos rocieros de antes que hicieran la carretera y que allanaran las pistas forestales; de antes que existieran las carriolas con aire acondicionado, váter químico y ducha de agua caliente. Encendían los romeros su candela delante de la carreta del Simpecado y se desandaba el tiempo. Se dejaban de oír los grupos electrógenos con su maldito ruido. Ya no se veían los espantosos muebles de campimplaya, las horteras butacas blancas de plástico, las horrorosas mesas plegables, los taperguares del costo y las bolsas de Mercadona. La candela de la noche rociera era el fuego purificador a cuya luz los romeros se imaginaban vivir un tiempo antiguo, que ya no existe, de peregrinos de alforja, vieja medalla y manta al hombro, de blancos cajones de los Simpecado de los pueblos como coches fúnebres de niños de cuadro de exvoto en la vieja ermita, que murieron cuando el cólera morbo o el piojo verde.

Dicen que las candelas de la noche rociera son un peligro para el medio ambiente. Más peligro son los cienes y cienes de paniaguados y enchufados con carné que viven del lince en la Agencia del Medio Ambiente, y nadie dice nada. Rocíos tardíos ha habido toda la vida de Dios. Rocíos de bien entrado junio, de sombreros de palma y búcaro, y no por eso dejaron de encenderse las candelas. Y no por eso salió ardiendo el Coto, ni los pinares de Hinojos, ni dejó el camino sus ritos. Peligro para el Medio Ambiente y para el agujero de ozono son los gases y el pestazo a gasolina que desprenden los grupos electrógenos, y de eso nadie dice nada.

Lo siento por Canal Sur y por sus programas especiales del Rocío, ésos que convierten a la marisma en un plató baratísimo para ganancia de las productoras de los amiguetes del Régimen, donde salen los artistas disfrazados, que no vestidos, de rocieros, con falsas carretas de guardarropía. La candela era la que le daba credibilidad al falso Rocío de Canal Sur. ¿Cómo trincarán ahora a costa del Rocío las productoras de pata negra, si no hay candela con la que fingir el camino?

Con su estribillo, El Mani le ponía música de repeluco al crepitar de la hoguera del camino: «Candela, candela,/cómo cruje la candela/ cuando cantan los romeros/a la luz de las estrellas /una salve rociera». Habrá que cambiarlo: «Candela, candela,/que se apaguen las candelas,/que lo ha dicho el consejero,/las prohíben en el BOJA/estos tíos puñeteros.»

Articulos de días anteriores

Ir a página principal (Inicio) de www.antonioburgos.com

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio