Los sevillanos debemos de ser los españoles que mejor estamos de los piños. Los que lucimos las dentaduras más cuidadas, por si alguna vez hay que seguir el pantojiano consejo: "¡Dientes, dientes!". ¿O es al revés? ¿O es Sevilla la Ciudad Cariada, donde la gente tiene las bocas más churris, los dientes más chungos? Sevilla es tierra grandemente odontológica. No creo que en ningún otro lugar del mundo haya un pueblo que se llame Los Molares, que lo ves en el mapa y te crees que más que al lado de Utrera está junto a Los Premolares, Los Incisivos y Los Caninos.
Hago todas estas reflexiones porque tras pasear por Sevilla y tras mirar calles y calles, más comerciales o menos comerciales, con más negocios cerrados o con menos, con letreros de "Se alquila" o sin ellos, me ha quedado una profunda duda. Tan profunda, que merece los honores de los dos puntos y aparte:
¿Qué hay en Sevilla más? ¿Bares o clínicas dentales?
¿Cuántas clínicas dentales se han abierto en Sevilla en los últimos años, Dios mío de mi alma? Con franquicias o sin franquicias, con nombres que te suenan de los anuncios de la tele o sin ellos, rara es la calle donde no hay ya una clínica dental. O dos. Vamos, un dentista de toda la vida, pero ahora con más màrqueting, que te anuncian en la fachada todo lo que hacen allí, que si la implantología, que si las ortodoncias, que si los tratamientos de blanqueamiento...
-- Pues yo no sé cómo la gente se hace tantas cosas en la boca, con lo caro que es siempre el dentista. Y hablando de blanqueamiento, no de los dientes, sino en general, los sevillanos estamos para un blanqueo, de tiesos...
Eso digo yo. Anda que no. No ni ná. ¿Cómo pueden vivir todos los dentistas que se ven por Sevilla entera, por los barrios más alejados, con sus flamantes y costosamente instaladas clínicas de Dentaltal y Dentalcual, de Pajaritosdent o Trianimplant? ¿Y cómo hay dinero en los bolsillos de los sevillanos, con la ruina que tenemos, para que vaya tanta gente al dentista? Que todos son de pago. Tengo entendido que en el Seguro hay dentistas, pero sólo sacamuelas, de los que te pegan el alicatazo y diente fuera, ¡para pagar empastes está la deuda del SAS, que es de El Empastre! Punto en el cual me extraña que nunca en campaña electoral ningún político haya prometido incluir los asuntos de los piños en el Seguro: dentista gratis para todos. Todo lo más llegan a las campañas de prevención en el cole, que es darle el susto a los padres, pues tienen que pagar de su bolsillo los empastes de la cantidad de caries que tienen estos puñeteros niños de tanto comer chuches y huevos Kinder.
Me alegro por el Ilustre Colegio de Odontólogos o como se llame, al que presento mis respetos, porque hasta ahora no he visto un solo letrero de "Se traspasa" en ninguna consulta tipo Dentalpiños. Como tampoco lo he visto en un solo bar, cuando ya han cerrado hasta tiendas de los chinos, como la de Virgen de Luján. Cada día se abren más bares. Un bar llama a otro bar. Antes había muy pocas calles de bares, como Albareda o General Polavieja. Ya, en cada barrio hay dos o tres calles de bares, un bar al lado de otro, una Espumosa al lado de una Fresquita. ¿Cuántos bares hay ya en Los Bermejales? ¿Cuántos en Viapol? No habrá un duro, hijo, pero los bares están siempre empetados. Y no paran de abrir cervecerías nuevas, con sus clonados rótulos pagados por la Cruzcampo. Casi tantas como clínicas dentales. Por lo visto, ése es el futuro que espera a nuestra economía. Aquí, salvo los dentistas, todos vamos a acabar de camareros de una cervecería donde no sabe usted lo bien que tiran la Cruzcampo fresquita...