SERÁ que los años del Imbecilato, como llaman ya algunos al mandato de ZP, con tantos falsos anuncios y mentiras reselladas como verdades, nos han acostumbrado a la incredulidad como mejor forma de acercamiento a la certeza. Pero yo no me creo que, como todo el mundo repite con euforia, le hayamos ganado nada a la ETA, tras tantos años de sangre, muerte, dolor, sufrimiento, huérfanos, viudas, terror en suma. Igual que las putas hacen putadas los terroristas generan terror. Por un simple comunicado leído por unos encapuchados que yo no sabía si eran portavoces de la ETA o anticipadas mascaras del Jálogüin, la autotitulada sociedad democrática se ha creído el cuento de la buena pipa de que dejan las armas. Aunque nada han dicho de si dejan la impresora de las cartas que exigen la morterada a los empresarios, la gente no sólo se lo ha creído, sino que algunos hasta rompieron a llorar a moco tendido, emocionados porque, dicen, le hemos ganado la partida a la ETA.
Y eso es lo que no me creo. ¿Qué le hemos ganado a la ETA? ¿No ha sido más bien la ETA la que nos ha ganado, pero no ahora, sino desde el Proceso de Pazzzzz (copyright Ignacio Camacho)? ¿No ha sido la ETA la que ha conseguido gran parte de lo que quería, tras el hocicamiento de nada menos que el Tribunal Constitucional con Bildu, yendo a las municipales con ese mote legalizado y ganándolas por goleada en muchos ayuntamientos vascongados? ¿Se acuerdan de aquellas pretensiones a las que los terroristas asesinos pusieron nombre de refresco de naranja o de limón, o de equipo ciclista, la Alternativa Kas? Pues la Alternativa Kas la han conseguido plenamente. La Alternativa Kas se la han confirmado a estos mamones en Las Ventas, y el padrino del doctorado ha sido ZP en persona. Si algún éxito ha tenido ZP con la ETA ha sido la prontitud con la que ha conseguido que el Estado se baje los calzones ante los asesinos, lo que van a tardar en ponerlos en la calle.
Y al lenguaje me remito. La batalla del lenguaje sí que la ha ganado la ETA. Bueno, la ETA, Bildu o como demonios se llamen ahora. Los términos del comunicado que leyeron los tres chuflones de la mascarada de la boina y la capucha...
— Tenga en cuenta que los que leen los comunicados de la ETA se ponen capucha porque sabrá usted que la capucha es el uniforme oficial de los verdugos...
Bueno, pues los propios términos y expresiones del comunicado leído por los tres asesinos, tres, de la capucha de uniforme fueron directamente, en menos de horas veinticuatro, como las musas de Lope, de esa papel (mojado en sangre) a los telediarios, a los editoriales, a los titulares de primera. Los de la ETA han jugado al abejorro con el Estado de Derecho y muchos se ponen eufóricos. Y asumen, sin más, su lenguaje. Todo el mundo ha tragado con lo del «final de la acción armada». No, mire usted: eso se llama, se ha llamado y se seguirá llamando asesinato. Todo el mundo traga con lo de «cúpula militar» o «comando», que prostituyen las más nobles palabras castrenses. Y ahora, cuando ya están en todos los ayuntamientos y diputaciones en que querían, cuando manejan no sé cuántos millones de euros de presupuestos públicos, todo el mundo traga con lo de «izquierda aberzale». Hasta los bestiajos que, a lo Ruiz Mateos con Boyer, le dieron el tartazo a Yolanda Barcina son «ecologistas aberzales». Los telediarios y la radio se llenan de aberzales para arriba y aberzales para abajo. ¡Dale con «la izquierda aberzale»! ¿Qué aberzales ni aberzales? ¿Aberzales de qué? Terroristas sin arrepentir, que encima casi han conseguido todo lo que querían gracias a estos ocho años de Imbecilato.