Los ministros de Rajoy hasta se nos ponen líricos, con los malos tiempos que corren para la lírica. Montoro dixit: "La prioridad del Gobierno es taponar la herida del déficit". A Montoro le sonaría la película que hizo José Luis Garci, que es mucho de la causa del PP, sobre la obra de José María de Sagarra, "La herida luminosa", y se diría: "Ahora se van a enterar, el pedazo de metáfora que voy a decir sobre el déficit"... Y soltó lo de "la herida del déficit". Nada luminosa. Montoro sabe mucho de economía, pero anda cortito de traumatología. No que hay que ser el cirujano jefe de la plaza de los toros para saber que la que lleva la economía española camino de la enfermería no es una simple herida, un puntazo, lo que en lenguaje de la Fiesta se dice "una cornadita": es un cornalón. Y no un cornalón cualquiera. Es un cornalón de caballo que no se puede taponar con una tirita, como intentaron antes los que se fueron. Los que se fueron de rositas, por cierto, como luego voy a considerar, cuando acabe con esta tanda de derechazos y me eche la muleta a la izquierda.
La herida que quiere taponar Montoro me recuerda lo de la cornada de espejo, al modo de la de Juan José Padilla, de Manuel Domínguez "Desperdicios": "Casi ná lo del ojo, y lo llevaba en la mano". La economía lleva el ojo en la mano, desangrada por la incapacidad, la locura, el derroche y la ineptitud de los que se fueron de rositas tras gastar a troche y moche el dinero que ni siquiera teníamos. Ahora Rajoy se ha quitado el corbatín y le ha hecho un torniquete a la economía, para que llegue viva a la enfermería de Bruselas. Lo malo es que el torniquete se lo ha hecho con el corbatín de nuestros impuestos, y con esos recortes que dan tanto pánico que de momento nos los ha puesto de corbata. Como Paquirri dijo en Pozoblanco su frase de mármol, "que llamen al Doctor Vila", aquí no han tenido que decir: "Que avisen a Angela Merkel". La Merkel se les ha aparecido en cuerpo y alma sin avisar, ha venido y, al contrario de la primavera, todo el mundo sabe cómo ha sido. Y les ha leído la cartilla que están aplicando con rigor cartujano. ¿Taponar heridas? Si ya España está ya casi desangrada...
Con la total impunidad de los que hicieron este herida y nos pegaron este cornalón, y me cambio aquí la muleta de mano como anuncié antes. No sé a usted, pero a mí me ha sorprendido muchísimo que este nuevo Gobierno le haya dado a Zapatero el gran collar de Isabel la Católica, cuando lo que tenía era que haber pasado tanto de culpa al fiscal general del Estado, por haber llevado a España a la ruina. Se lamenta Montoro de la herida del déficit, pero no dicen que esa herida no se la hizo la economía española cortando jamón precisamente. Que fue de las puñaladas traperas que le pegó ese (cuanto menos) insensato al que ahora, encima, condecoran, lo cual es limpiarse en las cortinas de la Moncloa. Esa herida existe por culpa del absurdo de los dos Planes B, del derroche de las subvenciones a los amiguetes, de los 400 euros de marras, del cheque bebé, del dinero tirado en desenterrar odios con la Memoria Histórica, de los aeropuertos de la Señorita Pepis, de un AVE para cada capital de provincia, de las embajaditas de las autonomías... ¿No hay culpables por nada de eso? ¿Se puede tirar de estas forma los fondos públicos y endeudar al Estado para hacer locuras sin que haya la menor responsabilidad penal? ¿Es que la mayoría absoluta de Rajoy ha sido absolutoria para los que infirieron a la economía esta herida que ahora tenemos que taponar los contribuyentes? Herida, herida... ¡Menudo cornalón! Y los "avispados" que nos lo pegaron, de rositas...