ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Mis abogados

Entre los muchos recortes de esta cuesta de enero que es como el Angliru y el Alpe d´Huez en una sola pieza, Ruiz Gallardón ha anunciado que quiere acabar con el descanso estival de los tribunales, para los que no habrá veraneo, sino que pelarán las guardias de poner al día esas aterradoras montañas de papel que se ven sobre las mesas de los juzgados. Pero hay otro recorte al que nadie le quiere meter mano, de un asunto que yo no sé no sólo la cantidad de dinero público que nos cuesta, sino los retrasos y colapsos que producen en los juzgados. Me refiero a esta moda del tomateo del corazoneo de tomar a los juzgados por el pito de un sereno. El chuflerío de los cotillas que se pasan los programas contando chismes ha descubierto la existencia de los tribunales, las demandas y las querellas, y no vean el juego que les dan. Han hecho a la Justicia parte del espectáculo. Anuncian demandas y querellas a peluz por autenticas micciones de gato, por chorradas máximas y plenas:
-- Como no retires lo que has dicho de que el hijo de Alberto Federico está liado con mi sobrina Vanesita, te voy a poner una querella que se va a mear la perra.
-- ¿Cómo te atreves, si la última que me pusiste te la gané por goleada con la "exceptio veritas"?
Y allá que habrá unos señores jueces, y unos secretarios judiciales, y todo un aparato judicial al que llegará la papela de la pelandusca profesional de los platós, por el honor de los hijos, los novios, los amantes, los maridos y hasta los sobrinos. Ya van por los sobrinos, últimamente se llevan mucho los sobrinos. Si son ciertas todas las demandas y querellas que anuncian los deleznables personajes del corazoneo, con razón es tan lenta la Justicia y hay tanto retraso en los tribunales. Es que no tendrán tiempo de resolver otros asuntos penales o civiles, mercantiles o familiares, saturados por las chorradas de las demandas y querellas de estos tiparracos y tiparracas, de ellos con ellos.
Si para Pedro Pacheco la Justicia era un cachondeo, para estos profesionales de la basura televisada es un espectáculo. Han conseguido hasta convertir en exclusiva de plató la notificación de las querellas. Los policías y agentes judiciales llegan a los platós por colleras, y aprovechan el morbo de la entrega del papel para darla en directo y retroalimentar la bazofia que a tantos da de comer y con tan buenos sueldos.
¿No hablan del copago sanitario? Pues yo impondría el copago judicial previo, verían ustedes lo pronto que se acababa con esto de tomar a los juzgados por el pito de un sereno. Si cada chufla que demanda a otro de su calaña tuviera que pagar tres mil euros al presentar la papela, se acababa el pitorreo. Porque han tomado a los juzgados como antes la calle para las bofetadas:
-- Eso me lo vas a decir en la calle...
Ahora dicen:
-- Eso me lo vas a demostrar en el juzgado. Ahora mismo se lo encargo a mis abogados...
"Mis abogados"... Esa es otra. Todos encargan sus querellas y demandas a "mis abogados". No "mi" abogado, no: "mis abogados", en plural. Como los plátanos de Canarias, dos mejor que uno. Pitorreo con el que acabó el otro día Estrella Morente. Preguntada por la reclamación judicial por la muerte de su padre, el gran Enrique Morente, fallecido al parecer por un error médico, Estrella dijo:
-- De ese asunto quien puede hablar es nuestro abogado. Nosotros solamente tenemos un abogado.

 

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