Hay algo mucho más español que la paella, la siesta o el Real Madrid: el pendulazo. Nuestra Historia está escrita a base de pendulazos. Como no podía ser menos, el nuevo Gobierno está pegando los pendulazos de rigor. Como siempre. Cuando ZP llegó al poder, pegó el pendulazo de pasar del ardor guerrero de la foto de las Azores a retirar nuestras tropas de Irak. O del enguachinado Plan Hidrológico Nacional a proclamar que los pantanos son fachas, que lo progre es la planta desaladora, qué resalaos.
Ahora ha habido un pendulazo, justo y necesario, en la muy totalitaria asignatura de Educación para la Ciudadanía, que a muchos nos recordaba la Formación del Espíritu Nacional que tuvimos que estudiar en Bachillerato, y que en los jesuitas, como el régimen no se fiaba, venía a explicar un jerarca de Falange con camisa azul. Ese ministro que tiene apellido de hispanista, Wert, ha anunciado el pendulazo desde la Educación para la Ciudadanía (¿y el Ciudadanío, dónde lo dejasteis?) a la Educación Cívica y Constitucional.
Lo de Cívica me parece perfecto. Pero ¿lo de Constitucional? Total, si la Constitución, como el otro la Economía, se aprende en dos tardes. ¿Querrán que los chavales, cuando hayan terminado sus estudios, a la vista del paro juvenil, sean todos estabulados en el Consejo de Estado, como ZP, como la caraplanchada de Fernández de la Vega o como Alberto Aza, arsa y olé? Inciso sobre el Consejo de Estado: ¿para qué sirve y cuánto nos cuesta ese prescindible Hogar del Pensionista Cesado, donde los agraciados por la bonoloto del nombramiento vitalicio toman posesión disfrazados de jueces franceses, o con una capa así como de la Orden del Cochinillo Asado que tenía organizada el mesonero Cándido cabe el Acueducto de Segovia? Ves a los apalancados vestidos de mamarracho y parece que de un momento a otro van a pedir el plato para partir el cochinillo.
Pero íbamos por la Educación. Ya que la van a cambiar, a ver si ponen más Educación, pero en el sentido que llamaban antes Urbanidad. Aquí cada vez hay más alto nivel educativo, pero menos educación. Una cosa es la enseñanza y otra lo mal educada que está la gente. Hay mala educación obligatoria. Me quedé de piedra cuando leí en el "Hola" que las infantitas Doña Leonor y Doña Sofía recibían una exquisita educación conforme a su cuna: ¡les estaban enseñando a pedir las cosas por favor y a dar las gracias! O sea, que aquí, para tener la educación de cualquier campesino de antaño ahora debes ser de la Familia Real. A eso voy. Como aquel que mandaba a sus hijos a Inglaterra no para que aprendieran ingles, sino a hablar bajito, yo me conformaría con que la Educación Cívica tratara a los escolares como infantitas, y les enseñara a pedir las cosas por favor y a dar las gracias.
Y luego, la supervivencia y los primeros auxilios. Mejor que adoctrinamientos, Educación Cívica debería ser aprovechada para enseñar obligatoriamente primeros auxilios en las escuelas, y comportamiento en caso de catástrofes. Qué hacer ante un accidente de coche, o ante un fuego en casa, o ante una riada, o ante un señor que se atraganta en el restaurante o que le da un infarto en el autobús. En Alemania hasta enseñan a los escolares cómo evitar que sean secuestrados. ¿No nos gastamos una millonada en la Unidad Militar de Emergencias? Pues convirtamos Educación Cívica en la cotidiana Unidad Escolar de Emergencias, enseñando primeros auxilios y comportamiento ante catástrofes a todos los escolares. Ya que vamos a tener unos estudiantes tan maleducados como ahora, y que ya sólo van a pedir las cosas por favor las infantitas, por lo menos que sepan cómo actuar si se prende fuego la ropa de la mesa camilla o si hay un terremoto.