Si la Feria se
siguiera celebrando en el Prado y si El Pali viviera...
-- Y si mi abuela tuviera un manillar y unos pedales no
sería mi abuela, sino una bicicleta-flauta de Gaitán...
Menos cachondeíto, usted. Si eso fuera así, ya no cantaría
El Pali lo suyo famoso de las cigarreras y la calle San
Fernando, sino:
Ya no pasan fiambreras
por la calle San Fernando.
He leído los informes del alcalde y de Gregorio Serrano
sobre la Feria de la Crisis. Ambos dicen que la Feria ha
estado cortita con agua. Y lo demuestran con las basuras:
que se ha recogido menos basura en el Recinto Ferial, que es
el mote que últimamente le han puesto a lo que toda la vida
de Dios fue El Real de la Feria. ¿Qué os pasa, hijos míos,
que El Real de la Feria os suena a El Real de la Jara, y por
eso decís lo de Recinto Ferial, que es a la Feria como
Consistorio al Ayuntamiento, cursilerías, ganas de
inventarse palabras en detrimento del léxico sevillano
clásico de siempre?
Pero íbamos por las basuras. Si seremos guarros, que la
animación de la Feria y su importancia económica la medimos
por toneladas de basura. La guarrería, vamos, es el Ibex 35
de las fiestas sevillanas, puaf, qué asco. ¿No será que los
sevillanos nos hemos vuelto más limpios, que tiramos menos
cosas al suelo, y que por eso los camiones de Lipasam han
tenido un respiro?
En la presente crisis se dice que hay que rediseñar los
modelos económicos y adaptarlos a lo que hay. No tenemos
posición para mantener el tren de vida que llevábamos, del
Gobierno al último contribuyente. La Feria se ha
autorrediseñado. En la Feria la cosa ha estado tan achuchada
que la gente iba al mediodía ya comida de su casa, para no
tener que pagar el almuerzo en la caseta. Nunca se han
despachado tantos cafés bebíos en Pineda y en el Aero.
-- Y sobre todo la gente iba ya comida para no tener que
convidar a los gorrones.
Tengo que preguntar a Carlos Herrera cuál ha sido el IGF de
su caseta. Ha debido de ser altísimo. El IGF es el Indice de
Gorrones de Feria. A todo el que me encontraba en la Feria,
si no decía que iba a comer a la caseta de Carlos Herrera es
porque decía que venía de comer en la caseta de Carlos
Herrera. ¿Será que Carlos Herrera puso este año en la Feria
no una caseta, sino un comedor social para los tiesos, en
plan Orden de Malta en la calle Medigorría? Que levante el
dedo el sevillano que no haya ido a comer de gañote en la
caseta de Carlos Herrera o no haya sentido envidia de los
que alardeaban de haber pegado el mangazo de almuerzo en la
caseta de Herrera...
Todo esto de tener que ir almorzado a la Feria o de colarse
de gorrón en la caseta de Herrera es porque nos hemos
olvidado de algo clásico del Prado. No de Pepe el Escocés o
de la caseta El Poste del recordado Garmendia, no. Hablo de
la fiambrera: "Ya no pasan fiambreras/por la calle Pascual
Márquez". Cuando no teníamos posición, a nadie se le caían
los anillos por ir a la Feria con una bolsa con las
fiambreras del almuerzo. La fiambrera de toda la vida, con
su tortilla de patatas, sus huevos duros y sus filetes
empanados. ¡Pues anda que no estaban buenos ni ná los
bistempanáos de las clàsicas fiambreras de la Feria! Pero,
hijo, nos pusimos finos, a la fiambrera la llamamos táper
(hasta Herrera en su pregón) y ya no es elegante ir con el
táper a la Feria. Y así se le pone la caseta a Carlos
Herrera, empetaíta de gañotes. Que eso sí que es el
verdadero indicador de la tiesura, y no Lipasam: el número
de gorrones y colados que este año han almorzado de pescuezo
en la caseta de Carlos Herrera.
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