Cada 22 de diciembre repiten que el Gordo de Navidad está
muy repartido. Y más repartido que va a estar este año.
Salga el número que salga, ya sabemos quién va a coger un
buen pellizco: Hacienda. Si usted juega un billete entero
del Gordo, de los 4 millones de euros del premio, Hacienda,
sin haber comprado una sola participación, se llevará por la
cara el 20 por ciento: 800.000 euros, que se dice pronto. Me
he referido al Gordo, pero Hacienda, menos de la pedrea,
cogerá un buen pellizco de todos los premios, en virtud de
ese 20 por ciento que anunciaron en la rueda de prensa
posterior al Consejo de Ministros donde, la verdad, parecía
que Soraya Sáenz de Santamaría, Luis de Guindos y Cristóbal
Montoro eran la mesa que preside el sorteo de la Lotería de
Navidad, donde se acercan los dos niños de San Ildefonso que
han cantado la suerte de los premios importantes para
enseñar sus bolas (las del bombo, obviamente) y demostrar
que no hay trampa.
En esa como mesa del sorteo de Navidad donde Soraya, Guindos
y Montoro anunciaron los presupuestos que aumentan el gasto
social, los impuestos y todo lo que haya que aumentar, no
dijeron cuándo empezarán a aplicar la merma fiscal del 20
por ciento a los premios de Lotería que superen los 2.500
euros. Ocurre ahora con la Lotería como pasó con el aumento
del IVA cuando lo anunciaron. No se sabía cuándo el nuevo
IVA iba a entrar en vigor. Pero sospecho que esto del
mangazo de Hacienda a la Lotería empezará con la de Navidad.
En cuyo sorteo habrá que introducir una reforma importante:
el tercer niño de San Ildefonso. Hasta ahora, un niño tomaba
y cantaba el número que salía del bombo y otro añadía con su
musiquilla la cuantía que habían extraído del bombo de los
premios. Si no queremos que el sorteo de Navidad sea un
engaño, una estafa, donde se canten importes de premios que
no son verdad, tendrá que haber un tercer niño de San
Ildefonso. Sale el Tercero, ¿no? Supongamos que el 62204. El
niño de los números canta: "Sesenta y dos mil doscieeeentos
cuaaaaatro". Y el niño de los premios añade: "Quinientos
miiiiil euros". Que no es verdad. Por el Tercero no dan
500.000 euros, sino sólo 400.000: los 100.000 restantes son
el 20 por ciento que trinca Hacienda. Por eso, para no
engañar al personal, se impone el tercer niño de San
Ildefonso, que cante el 20 por ciento de la rebaja tras cada
premio, menos los de la soporífera pedrea, qué pedrea más
pesada. En el ejemplo citado, si se quiere cantar la verdad,
la letra y música sería:
Primer Niño: "Sesenta y dos mil doscieeeentos cuaaaaatro".
Segundo Niño: "Quinientos miiiiil euros".
Y entonces sale de la mesa el Tercer Niño, en plan Niño de
Écija, con el trabuco fiscal, y dice en nombre del Gobierno:
---¡Menos el veiiiinte por ciento!
Para llevar mejor control de la cuestión yo propondría que
este Tercer Niño de San Ildefonso, el que se lleva la tela
para las arcas de Hacienda, sea directamente Cristóbal
Montoro. Montoro tiene una pinta de niño de San Ildefonso
que no se puede aguantar. Calvete y pelín viejorro, pero
niño aplicadísimo de San Ildefonso que le ha hecho
divinamente los deberes al maestro Rajoy, así con las orejas
un poco desabrochas para burla cruel de sus compañeros. Es
que estoy viendo a Montoro cuando salga el Gordo. Los dos
niños que lo sacan, como locos, repitiendo la cantinela del
número agraciado el uno y de los millones el otro,
acercándose a la mesa con las bolas (las del bombo,
obviamente) en la mano: "¡Cuatro milloooones de euros,
cuatro milloooones de euros!". Y ese Montoro, aguándonos la
fiesta de la alegría de los pobres, que sale con su cara de
dar un pésame y se pone a cantar como un poseso: "¡Menos el
veeeeinte por ciento, menos el veeeeinte por ciento, menos
el vein-te-por-cieeeen-tooooo!".
|