ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


Demasiado 25-S

  Admiro a los americanos porque celebran su fiesta nacional el 4 de Julio y no el 4-J, y a los franceses, que la tienen el 14 de Julio, y no el 14-J. Sin olvidarnos de esta España que ha celebrado el bicentenario del 2 de Mayo, que hasta la malhadada Ley de la Memoria Histórica había olvidado y superado el 18 de Julio en la constitucional concordia nacional, y que sabe que a la Constitución de Cádiz, ahora de cumplesiglos, le llamaron La Pepa por ser promulgada el 19 de Marzo. Fechas que, gracias a Dios, nunca fueron el 2-M, el 18-J o el 19-M. Mucho me temo que sean la excepción, en la moda absurda y ridícula del calendario con iniciales que se han inventado, según el cual "las fechas señalaítas" de Santiago y Santana que canta la soleá de Triana no son tales, sino el 25-J y el 26-J.
Estamos a 7 de octubre, perdón, a 7-O, y por culpa del juez Pedraz, de los pijos y de los pajos todavía estamos hablando del 25-S. Que le ha borrado el nombre al 25 de septiembre, triste día en que la chusma se echó a la calle (sin que faltara medio centenar de ejemplares del reglamentario tonto de la bandera republicana) y quería ir de caballo de Pavía o de tricornio de Tejero para entrar en el Congreso de los Diputados no precisamente con pase de convite.
Ya casi nadie se sabe el santoral, y los amigos hasta se sorprenden si los felicitas por su día. Llamé a una Consuelo el 8 de septiembre, vamos, el 8-S, y aún está encantada por mi recuerdo la señora. No sabemos cuándo es el día de Conchita, tapado su 8-D por el 6-D del Puente de la Constitución, pero nos conocemos al dedillo todo este santoral civil que se han inventado, en el que hay continuamente canonizaciones, esto es, nuevas fechas que celebrar. Que si el 15-M, que si 11-S, que si el 11-M, que si el 28-F, que si el 25-J, que si el 20-N, que si el 23-F, que si el 25-M, que si el 28-O... Una sopa de letras con números. Hasta los béticos recuerdan un 15-J histórico en que la afición se echó a la calle al grito de "¡Lopera, vete ya!". Pero a mí me suena esta forma de mentar "los mal llamados días" como si estuviéramos jugando a los barquitos con la Historia:
-- ¡11-S!
-- ¡Hundidas dos torres gemelas en Nueva York!
-- ¡23-F!
-- ¡Abortado un golpe de Estado en España!
-- ¡28-F!
-- Aprobado en Andalucía el referéndum que fue el principio del lamentable "café para todos" en que los andaluces querían ser como los catalanes, sin tener en cuenta de que los catalanes nunca querrían ser como los andaluces, que cada vez pedirían más, de modo que ya van por la independencia, y veremos a vèr dónde acaban, que éstos tíos seguro que terminan pidiendo Ceuta y Melilla para ellos solos.--PUNTOAPARTE-
El caso es que para noviembre o así ya están buscando número y letra para otra huelga general del 14-N o del 21-N esos dos sindicatos casi únicos y bastante verticales, donde siempre van de la mano Méndez y Toxo en plan Pili y Mili o Miliki y Fofito.
¿Quién fue el primer imbécil al que se le ocurrió cifrar en un número y una letra las fechas de nuestros tormentos o nuestras delicias? La modita no es hoy hoy. No acababa de ser firmado el Pacto del Capó y estaban aún saliendo de naja los ocupantes del Congreso cuando ya se hablaba del 23-F. A este paso en Pamplona cantarán los mozos por San Fermín:
-- ¡1-E, 2-F, 3-M, 4-A, 5-M, 6-J, 7-J, San Efe!
Ahora, que hablando de jotas, hasta a los jamones les han puesto nombre de día de elecciones o de huelga general... ¡Cuidado que decir que los jamones son de Cinco Jotas! Claro que con un buen cañonazo de 5-J sí que acababa yo con los del 25-S...
 

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