Este "Bien por Luis Montoto" del título no es un vítor por don Luis Montoto Rautenstrauch, el padre de don Santiago Montoto, el polígrafo sevillano que nos dejó libros deliciosos de vario saber, como "Personajes, personas y personillas que andan por las tierras de ambas Castillas", donde puede usted enterarse de quiénes fueron el feísimo Picio o aquel Zafra en cuyo entierro llovió bastante más que en los partes meteorológicos del Vía Crucis Magno. Este vítor por Luis Montoto tampoco va por el jefe de la sección de Economía de ABC de Sevilla, de la estirpe loreña de don José Montoto y González de la Hoyuela, el que fuera presidente del Ateneo y director de "El Correo de Andalucía", donde creó su leidísima sección diaria "Pajaritas de Papel".
El Luis Montoto del título no es un autor, sino una calle. Luis Montoto es el mote oficial y municipal que el Ayuntamiento le puso en 1926 a la que para muchos sevillanos, entre los que me cuento, sigue siendo la Calle Oriente de toda la vida. Oriente no por el Gran Oriente de la Masonerìa que fue mi admirado don Diego Martínez Barrio, víctima de la imposible República de los burgueses sevillanos que pudo haber sido y no fue, sino Oriente por el punto cardinal de Levante. La calle Oriente se llama así porque es desde donde vienen los Reyes de Ídem (y del Ateneo). Y por donde sale el sol. En Sevilla no sale el sol por Antequera: sale por Alcalá. Calle que, por cierto, antes de que existiera Sevilla Este (o Carmona Oeste, que le llaman) servia como su nombre indica para orientar facilísimamente de los puntos cardinales. En Sevilla los puntos cardinales ahora son: Sevilla Este, Polígono Sur y Polígono Norte. Y al Oeste, los indios y combois, digo, Triana.
En Luis Montoto, el Ayuntamiento va a hacer lo que debió desde que ganó las elecciones por mayoría absoluta y suspendió acto seguido el Plan Centro: desfacer el entuerto del absurdo de circulación bicicletera y peatonal que impuso Monteseirín con el Tío de la Mariscada. Plan Centro aparte, una de las mayores barbaridades de Monteseirín fue la obsesión por la dirección única: dirección única en la Ronda, dirección única en Eduardo Dato y dirección única en Luis Montoto. ¡La de vueltas que hay que dar, la de tiempo que hay que perder, la de semáforos que hay que esperar y la de gasolina que hay que gastar por culpa de las dichosas direcciones únicas! Para ir de la Puerta Carmona a la Puerta Osario, qué rodeo. Y de la Cruz del Campo a la Puerta Carmona, ni te cuento...
Por eso el Ayuntamiento ha hecho muy bien en borrar de un plumazo la dirección única de Luis Montoto, que tantos comercios arruinó. Pero es una decisión incompleta. ¿De qué sirve restablecer las dos direcciones en Luis Montoto si Eduardo Dato sigue siendo de dirección única? Eso es cuando era "una p'arriba y otra p'abajo". Ya que la dirección única de Luis Montoto se ha ido a lo que rima (donde yo mando a los pedantes), lo más lógico es que después, como una fruta madura, caiga también la dictatorial dirección única de Eduardo Dato. (¿Cómo se les ha quedado el cuerpo con el pedazo de mariconada cursi de la "fruta madura" que acabo de poner?).
Pero este clamor automovilístico y vecinal que ha atendido el Ayuntamiento le parece muy mal al Tío de la Mariscada, que con lenguaje marca de la casa ha dicho: "Zoido va a bidireccionar Luis Montoto, a involucionar y hacer retroceder el modelo de movilidad de la zona, facilitando el paso del vehículo privado, en una estrategia caótica, salvaje. Es una involución en la movilidad sostenible, la habitabilidad y la lucha contra la contaminación atmosférica". Y tantos coches dando un rodeo enorme y gastando gasolina ¿no contaminan, carnes mìas? ¡Tequiyá con la movilidad de la langosta y la sostenibilidad del langostino!