ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 
ABC, 13 de junio de 2013
 
Vencejos en la ventana
 
La más honda y hermosa primavera de Sevilla quizá no sea la de naranjos en flor, capirotes por las calles, esquinas con tambores y cornetas, paseíllos en la plaza del Arenal, trajes de volantes y cascabeleo de los coches de caballos que nos meten el campo en la ciudad. Desde el Corpus a las Lágrimas de San Pedro gozamos una secreta segunda primavera con la verdad de la ciudad bajo una luz única. ¿Será que en la dual Sevilla hay también dos primaveras, que el Jano bifronte de la genovesa fuente del patio de la Casa de Pilatos mira a cada una de ellas conforme se va alargando la luz de los días y se van acortando las noches que ya pregonan moñas de jazmines? ¿Será que viene primero la primavera oficial, la de las Fiestas, los carteles, los pregones, las coplas, y que llega después esta segunda, juanramonianamente "pura y vestida de inocencia", no toqueteada por el tópico, la primavera real, breve quizá como la zapatilla de un seise, porque en cuanto en las cuatro caras de la torre mayor suenen los clarines del Baratillo a lo divino de las Lágrimas de San Pedro sabremos que ya está en la plaza el toro del verano?

Tiene signos indelebles, constantes, invariantes, esta segunda honda primavera de un junio que no tiene quien le escriba, que todos los versos y las coplas se los lleva abril. Me acuso, padre Francisco Robles, de la Orden de Predicadores en el desierto de Sevilla, que quizá me he inventado los signos de este tiempo de gozo: las magnolias blancas como la Sagrada Forma en la custodia de Arfe; el morado Quinta Angustia de las jacarandas; la uva y el trigo de los seises en la copla de Muñoz y Pabón y del Maestro Torres.

...Y los vencejos. -

Como "...y Sevilla" en la Andalucía de Manuel Machado.

Los vencejos que debutan con caballos en las últimas tardes de toros de la Feria a estas alturas de la primavera ya han tomado la alternativa. Se la ha dado una Giralda en torno a la que, como están sembrados de arte, se hartan de dar vueltas al ruedo. ¡Y cómo suenan esos vencejos! Tienen un quejío flamenco. Es un como un largo ayayayay, como la falseta de un cante con los tres versos de una soleá que mata al oírla y que quizá lancen al contemplar desde la altura la belleza de la ciudad en este tiempo de magnolias y jacarandas.

Hace unos días que vienen los vencejos por este barrio del lejío sevillano de la vieja Dehesa de Tabladilla. Hasta ahora no frecuentaban estas calles con su vuelo rasante, como toros bravos metiendo la cara a la muleta del aire, que pronto olerá a dama de noche. Los vencejos llegan estas mañanas hasta mi ventana. Parece que se me van a meter dentro de la casa, de cercanos que se oyen sus largos lamentos, que van a chocar contra los cristales de las ventanas. ¿Son tan cumplidos los vencejos que vienen a darme las gracias, Micer Robles, por haberles dado vida literaria en la Vieja Dama? ¿O es que se van ya de vuelta a lejanas tierras y son tan corteses y ceremoniales que, como los sevillanos viejos de chaqueta de mil rayas, vienen a despedirse?

Los gatos que me dejan vivir en esta su casa morada de Tabladilla están encantados con la visita de los vencejos. Se pasan la mañana tras los cristales, en aguardo de cacería, soñando que van a coger un vencejo. Que alguno va a entrar en la casa. Aguardan la ocasión como pequeños tigres de ternura. Y me dictan esta lección. Los gatos se ponen tras el cristal con la naricilla pegada al vidrio, como niños ante un escaparate de juguetes en vísperas de Reyes. Saben que los vencejos son inalcanzables, pero sueñan con que van a poder atraparlos. Así quizá sean también para nosotros Sevilla, como los vencejos que tomamos como símbolo de esta honda primavera. Como metáfora de una ciudad soñada, que nunca atraparemos. Y que quizá no exista ya más que en el nupcial blanco de las magnolias, en el leve morado de las jacarandas y en el vuelo, ay con su yayayay, de los vencejos.

 

Para buscar dentro de El RedCuadro

 
 
  

 

Correo Correo

Clic para ir a la portada

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio