La empresa Konecta ha inaugurado en el edificio Bluenet de La Cartuja un nuevo centro de trabajo con 500 empleos. A esto le llamo yo la otra cara de la moneda. Lo normal es que en Sevilla no se abra un centro de trabajo con 500 nuevos empleos, sino que pegue el barquinazo y se cierre, y echen al personal, que acaba encerrándose en la Catedral. Al leer lo de los 500 empleos de Konecta me he acordado de Jardiel Poncela: "¿Pero hubo alguna vez once mil vírgenes?". ¿Pero hubo alguna vez 500 puestos de trabajo en Sevilla, si aquí todo es destrucción de empleo? Sevilla sufre tres destrucciones simultáneas, que no hay ciudad que las resista:

1. La destrucción de la ciudad monumental, del ambiente de sus calles y de su fisonomía histórica, con torres pellis, setas y demás desastres construidos con el dinero que aún debemos.

2. La destrucción del tejido industrial. Tras la reconversión naval e industrial, y la asfixia de la industria agroalimentaria a manos de las exigencias de la Unión Europea, en Sevilla no quedan fábricas. La lista sería interminable: Hytasa, la Pirotecnia, la Fábrica de Tabacos, La Estrella del Sur, Uralita, La Hispano Aviación, La Algodonera, la Gilette, la fábrica de contadores, Saimaza, Danone, Roca, Panrico,...

3. La destrucción de empleo. Pocas ciudades han sufrido, como consecuencia de lo anterior, tanta pérdida de empleo como Sevilla. Aquí los únicos que no se han destruido han sido los empleos en la hostelería, en los siete mil millones de bares y en los ocho mil millones de hoteles y hostales.

Frente a este desolador panorama, va Konbecta y le echa valor y abre este centro de las nuevas y más rentables actividades: las nuevas tecnologías. Lo más bonito de esto de las nuevas tecnologías es que no sabes con exactitud de qué va la cosa. Konecta se dedica a "ofrecer servicios integrales en la externalización de procesos de negocio y "contact center" a importantes clientes multinacionales de sectores como el financiero, asegurador, utilities y telecomunicaciones." Para mí, y quizá para usted, chino. Pero da igual. (Aunque me parece que eso del "contac center" es desde donde te llaman en plena siesta, a las 4 de la tarde, para despertarte al ofrecerte un contrato de teléfono más barato, con ADSL gratis y móvil de tarifa plana.) Y aparte de esto, Konecta tiene otro centro más de lo mismo en Bollullos de la Mitación, con lo que suma 2.000 empleos en la provincia de Sevilla. Dos mil empleos no destruidos, sino creados de diez años a esta parte, en plena crisis.

Y lo más bonito es que el creador de estos 500 empleos, mi admirado José María Pacheco Guardiola, no va por ahí avasallando de nuevo rico, ni enganchando en Feria, ni roneando en primera fila de barrera "fumando un puro más grande que él", como hacían los que ahora son los nuevos pobres, porque todos pegaron el barquinazo. Es más, a José María Pacheco creo yo que no lo conoce nadie en Sevilla ni lo identifica por la calle. Lo ven y se creen que es un torero retirado, de eso tiene buena planta, elegancia y andares, pero no un empresario que ha colocado en plena crisis a dos mil tíos.

Y como no lo conocen, nadie le toca las palmas, como ahora yo se las toco, ¿passsa algo?, en este artículo, creo que con toda justicia. ¿Han felicitado a Pacheco los sindicatos? Al revés: UGT ya le está metiendo las cabras en el corral, y diciendo que el "plan de mejora" de Konecta despierta su desconfianza. ¡Tequiyarcarajo, UGT!, por decirlo en lenguaje académico de Gordillo. ¿Me vais a hartar a uno de los poquitos empresarios que crean empleo en Sevilla? Claro, así otros, hartos de coles con los sindicatos, pegan el pelotazo, venden la empresa a una multinacional o el solar para hacer pisos, trincan la tela y se van a Las Bahamas a rascarse la barriga. Es que con estos sindicatos, que en vez de darte un homenaje por crear 2.000 empleos en diez años se dedican a tocarte los costados, tú me contarás, querido José María Pacheco Guardiola...