| Los
              generosos lectores de estos artículos a ambos lados de la mar
              atlántica me acarrean valiosos y pintorescos materiales para su
              construcción. Tengo, por as� decirlo, el honor de contar con
              Proveedores de la Real Casa, como aquellos comerciantes que
              ponían tal título en sus establecimientos en tiempos del Rey
              Alfonso XIII. Ilustres proveedores. Como don Alfredo Flores
              Pérez, fiscal-jefe de la Audiencia Provincial de Sevilla, un
              señor con tanto sentido del humor que desmiente la imagen hosca
              de la Fiscalía que nos qued� desde que vimos a Lola Flores y a
              Miguel Ligero en la vista oral por el robo del jamón de
              "Morena Clara". Al fiscal Flores le encanta leer el
              periódico de su Salamanca, aun viviendo fuera de ella. Y en un
              diario all� ha encontrado una tremenda noticia, cuyo recorte me
              ha enviado: "Inundación en los sótanos de La
              Dolorosa". ¿Qu� ser� La Dolorosa?, me dije. Lo supe cuando
              le� la noticia, con la foto de un señor achicando agua
              afanosamente: "Las instalaciones de la empresa funeraria
              "La Dolorosa" en la calle del Banzo de la capital
              sufrieron ayer a mediodía una inundación que les oblig� a
              cerrar temporalmente parte de las instalaciones. En concreto, una
              sala de velatorio y el almacén de la funeraria quedaron anegados
              de agua después de la rotura de una alcantarilla de Seragua en la
              misma calle del Banzo. Después de que los empleados de la
              funeraria retiraran el agua, la actividad del lugar ha vuelto
              inmediatamente a la normalidad." Alto ejemplo de
              productividad el de la funeraria salmantina; con divisa verde y
              oro por su contribución al crecimiento del PIB deberían
              distinguirla. Se trata, como ven, de la
              persistencia de la pintoresca España del "Celtiberia
              Show" del desaparecido Luis Carandell. O de la España de
              "Bienvenido, Mister Marshall". El mundo de la película
              de Luis García Berlanga, de cuyo rodaje se han cumplido cincuenta
              años, aún existe. Lo confirmo con estos recortes de los
              lectores. Otro asiduo y fecundo comunicante es un distinguido
              hotelero, Antonio Lopera, director y creador del Puente Romano en
              Marbella y del Villamagna en Madrid. Lopera tiene tanto sentido
              del humor en esta España del "Celtiberia Show" que,
              harto de responder preguntas sobre su apellido y posibles
              parentescos, se hizo unas tarjetas de visita que entregaba a quien
              tal inquiría, y que rezaban: "Antonio Lopera López de
              Priego. No tengo nada que ver con el presidente del Betis." Antonio Lopera me envía
              gruesos sobres llenos de pintorescos recortes de periódico, con
              esquelas mortuorias increíbles o con anuncios
              desternillantes...publicados en serio. Pero nada como su último
              hallazgo. En el barrio de Salamanca de Madrid, Antonio Lopera se
              ha fijado en un letrero de oferta de trabajo profusamente fijado
              con fotocopias en color por todas las paredes. Dice as�:
              "Paseador de perros por horas. Garantía, solvencia,
              responsabilidad, teléfono 91..." Tan de Luis Carandell y de
              su España es este celtibérico anuncio y oficio, que recuerdo que
              una vez, cuando le dije al recordado escritor que había en
              Sevilla un pujante Centro de Nuevas Profesiones, me apunt� con
              sorna: -- No, si aqu� acabaremos
              viendo que abren una Escuela de Perropaseadores. Esa escuela la han debido de
              abrir ya. Incluso no sería de extrañar que en esta inflación de
              nuevas titulaciones que es moda en las Universidades públicas y
              privadas, pronto veamos que crearon una Facultad de Ciencias
              Peripatéticas Caninas, que sería el título académicamente
              adecuado para el paseador de perros. Menester que me informan
              hemos importado de Argentina, con los inmigrantes que han llegado
              de all�. Dizque esto de pasear perros mercenariamente es común
              en Buenos Aires. Paseadores de perros al por mayor, pues sacan
              juntos, aprovechando la collada, a los de diversos clientes, por
              lo que llegan a reunir ocho o diez perros atraillados, para pavor
              de viandantes cuando los ven llegar, olisqueando y buscando dónde
              defecar. Alfonso Ussía, a quien tengo por mi consejero y
              consultor en materia de paseadores de perros, me acaba de
              confirmar el éxito de los peripatéticos caninos: -- Ni las rehalas de perros
              de esas fincas donde siempre te dicen que el Rey va all� de
              montería son tan numerosas y temibles como las manadas de perros
              de estos perropaseadores argentinos cuando te las encuentras por
              Madrid...   
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