Como
estamos en lo que estamos con lo de por allí arriba,
comprendo y justifico que ni José María Aznar ni el portavoz
del grupo popular en el Congreso de los Diputados le dieran la
respuesta oportuna a esa Enedina Alvarez que convirtió en
zahurda el hemiciclo, con no sé qué de los marranos, y no
precisamente a cuenta de la peste porcina africana, ni de la
denominación de origen Jabugo, ni de los exquisitos frutos de
Guijuelo, ni de Trevelez, ni de tierra alguna española donde
madura la paleta única de la pata negra y sazonan en las
encinas las bellotas que engordan al ibérico.
Así que me
tiro de espontáneo al hemiciclo, que al fin y al cabo es
media plaza de toros, con la muleta del Diccionario de la Real
Academia que he pasado escondida bajo la chaqueta hasta la
tribuna de invitados. Usted que es persona de cultura, doña
Enedina, o doña Edemina, o como se llame, y que ha escrito
ese papel que leyó desde allí desde el tendido alto de sol
de su abono, comprenderá mejor que nadie las acepciones de
las palabras que tengo el gusto de dedicarle.
Mire usted,
Doña Como Se Llame: es usted una cerda. Pero una cerda en la
primera y segunda acepciones del Diccionario académico. Cerda
es el pelo grueso, duro y largo que tienen las caballerías en
la cola y en la cima del cuello, y también se llama así el
pelo de otros animales, como el jabalí, puerco, etc., que,
aunque más corto, es recio. Y cerda, como usted, es el pelo
de cepillo, de brocha, etc., de materia animal o artificial.
Además es
usted una gorrina. Pero una gorrina en el sentido de la
aplicación del diminutivo a la prenda que sirve para cubrir
la cabeza, y que se hace de tela, piel o punto, sin copa ni
alas, con visera o sin ella. Es usted una gorrina en el
sentido de una pequeña gorra de los niños o de una versión
reducida del cubrecabezas de pelo de los granaderos.
Es usted
también una cochina, pero se lo digo en la acepción femenina
del pez teleósteo del suborden de los plectognatos. Y es
usted también una puerca, pero se lo digo en la acepción de
pieza de pernio o gozne en que está el anillo, o de lomo
entre surco y surco de la tierra arada. .
Así que
chúpate ésas, Enedina...
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