Página principal-Inicio

Clic para conectar con el diario El Mundo ABEL INFANZÓN | LA ESE 30 
MES DE NOVIEMBRE DEL 2003 El Mundo de Andalucía  

Burgos recibe el «Romero Murube» de manos del alcalde en la Casa de ABC newchico.gif (899 bytes)

Domingo 30: Meditación civil de Adviento

Un viejo refrán castellano dice "cada cosa en su tiempo, y los nabos en Adviento". Bueno, pues hoy es primer domingo de Adviento. A poco latín que se sepa, se comprende que es primer domingo de Lo Que Ha De Venir, que no es otra cosa que el Señor de Pasión (que es también el Señor de Sevilla) a hacer en Belén. Como el mismo nombre indica, para el Nacimiento del Sentencia, del Cachorro, del Jorobadito de Triana, del Supremo Catedrático de los Estudiantes, aún queda una tiraíta. Casi un mes. Pero es tanta la anticipación de la mercadería navideña y le han dado tanto sentido comercial a las Pascuas, todo lleno ya de luces, de vende que te vende y de come que te come polvorones que han dejado el Adviento casi en la víspera de lo que ha de venir después, que es la Cuaresma. Cuaresma, a la que, a su vez, se le da ya casi tanta importancia como a la propia Semana Santa. Y la cosa no queda ahí. No habrá pasado la Cabalgata del Ateneo cuando estén apretando, si es que no lo han apretado ya, el primer tubo de la portada de Feria. Lo de "cada cosa en su tiempo" no deben de cumplirlo ya ni los nabos de Adviento, en esta ciudad donde todo el otoño es Navidad, toda la Cuaresma es Semana Santa, y todo el año hay cofradías para arriba y para abajo y cosas de Feria para adentro y para fuera. De todo lo cual se infiere que hemos perdido el sentido de las vísperas, de la expectación, en esta Sevilla que por tantas razones podría ser declarada oficialmente la Ciudad de las Esperanzas. Del camino hemos hecho posada y de la víspera, fiesta. 

Subir    

Sábado 29: Plasma

De vez en cuando, la benemérita Hermandad de Donantes de Sangre que alienta el muy macareno doctor Fernández Palacios hace un llamamiento para que demos la nuestra. Es especialmente en verano, cuando en las urgencias quirúrgicas de los hospitales falta sangre y falta plasma. Nos hemos acordado porque, hijo, en los bancos de sangre quizá falte algunas veces el plasma, pero de plasma, de otro plasma, se está llenando la Sevilla que ya tiene de todo en su casa. Nos referimos a los televisores de plasma, que no sabemos qué es, pero que todo el mundo se compra y presume de tenerlos en la salita. Lo del DVD ya se ha quedado antiguo. Ya DVD tiene todo el mundo, hasta los bancos te lo regalan si pones cuatro perras gordas a plazo fijo o te abres un plan de pensiones. Ahora lo que mola es el plasma. Hasta el niño de La Pantoja tiene un plasma. Te hablan de lo bien que se ve la tele en el plasma, de lo bien que suena el plasma, que es como si tuvieras una pantalla del multicines del Nervión Plaza en su casa. De modo que las que se acercan son las Pascuas del plasma, y los Reyes traerán los camellos cargaditos de plasmas. DVD y plasmas que son el mejor indicador económico. Cuando un plasma cuesta lo que cuesta y cuando hay tantos, es señal de que la economía de Sevilla va sobre ruedas. El plasma es como el Indice Nikei de nuestra prosperidad, como lo son esos carritos de hipermercado llenos hasta la corcha de paletillas serranas, de cañas de lomo, de cajas de mantecados y polvorones y de turrón del caro, caro, caro. 

Subir   

Viernes 28: Plaza vallada, plaza partida

Conocíamos las plazas porticadas, las plazas mayores, las plazas de toros, las plazas de abastos, las plazas de armas, las plazas de soberanía, incluso las plazas de interinos y las plazas en propiedad, de las que saben tela los profesores y los médicos y enfermeras. Pero en Sevilla, en el barrio de San Pedro, frente por frente a la iglesia, bajo los cuatro monumentales ficus, se acaba de inventar un nuevo tipo de plaza: la plaza vallada. En la viña sin vallado que es la incomprensible violencia contra las cosas en las calles, jardines y parques de Sevilla, tienen que poner vallas los fines de semana en la plaza de San Pedro para impedir que cuatro niñatos rompan lo que con nuestro dinero ha puesto de dulce el Ayuntamiento. Los destrozos, ojo, no son contra el Ayuntamiento: son contra nuestros bolsillos. Razón por la que quienes deberían estar tras la valla, pero bien guardados entre rejas, son los insensatos que han llevado a esta absoluta degeneración colectiva del principio de autoridad, empezando por la autoridad de los padres, siguiendo por la de los profesores y terminando por la del Ayuntamiento. Yo la valla, más que a la plaza, se la pondría a los niñatos que destrozan Sevilla como si no fuera suya. Los cuales hasta están cambiado la lengua. Plaza partida era antes la disposición de los cosos taurinos en dos espacios para celebrar en cada uno de ellos sendas lidias simultáneamente. Y romper plaza era ser primero en la lidia de los toros de una corrida. Ahora son los niñatos los que rompen plaza en sentido estricto y dejan como plaza partida y destrozada las que nos ham costado un dinero muy curioso. 

Subir   

Jueves 27: De San Miguel a San Andrés

¿Usted se acuerda de aquello tan descabellado que quiso hacer el Ayuntamiento por culpa de los antiguos socios andalucistas del alcalde, y encima fueron y lo hicieron, por cojones, a lo que llamaron Feria de San Miguel, y que nos costó un dinero muy curioso? Pues sin que le cueste un duro al Ayuntamiento, un año más está en marcha la verdadera Feria de San Miguel, que es por San Andrés: el Salón del Caballo, que se pronuncia Sicab. De aquí al domingo se esperan 200.000 visitantes, que se dice pronto, y un negocio de 24 millones de euros para los criadores de caballos, para los que venden artículos hípicos, para artesanos guarnicioneros y talabarteros, para las clínicas veterinarias y para toda suerte de actividades relacionadas con el hermoso animal a cuyos lomos el hombre abrió los caminos de la civilización. Dicen los organizadores que en cuanto a movimiento de personas y de dinero, el Sicab es la tercera gran fiesta de Sevilla, después de la Feria y de la Semana Santa. Lo dicho: la Feria de San Miguel puesta al día. La Feria ganadera de verdad, con compra y con venta de ejemplares, con exhibición de campeones y de sementales, con esos potrillos recién nacidos que dan ganas de llevárselos a casa y acostarlos con los niños en su cuarto... Si creemos en la iniciativa privada y en la economía libre, nada mejor que sea reconocido oficialmente este carácter de Feria sevillana, de Feria comercial y cultural del Caballo que tiene el Sicab. Y a los locos de la Feria de San Miguel, decirles aquello de los cocheros de punto: "So, cabaaaaaaaaallo."  Especial Salon del Caballo

Subir    

Miércoles 26: Los anuarios de Salas

Si el otro día tratábamos de hacer justicia a José María de Mena como divulgador de la Historia de Sevilla, ante el desprecio de quienes se autocalifican de intelectuales, hoy traemos otro nombre preterido por los dogmáticos excluyentes que se consideran exquisitos depositarios de no sé qué: Nicolás Salas. Quien a lo tonto, a lo tonto, ha escrito él solito toda una biblioteca de Historia Contemporánea de Sevilla. Libros que nadie cita, porque está feo entre la crema de la intelectualidad, pero en los que todos entran a saco. Si quieres saber quiénes fueron Reyes Magos en la Cabalgata de 1963, quién era alcalde en 1921, quién presidía la Diputación cuando la sublevación de 1936, no tienes más remedio que ir a sus "Crónicas del siglo XX". Como si quieres conocer la vida cotidiana de la Sevilla del Tamarguillo y de María Trifulca, de los corrales y los refugios municipales, de las carbonerías y las tabernas, de los personajes populares y los arquitectos del regionalismo, de Sor Angela de la Cruz y Diego Martínez Barrio, tienes que acudir a sus sucesivos libros, en su anual cita fiel con los lectores. Algo que tampoco se le perdona: tener lectores y, encima, leales a la compra de sus libros. Como en las vísperas de cada Navidad, esta tarde presenta Salas en su habitual tribuna del Colegio de Médicos su último libro, que ni sabemos ya qué número hace. Es la edición 2003 de su anual "Sevilla, ayer y hoy". En contramano de lo culturalmente correcto, aquí nos alegramos una jartá de la feliz y laboriosa tenacidad de Salas en la divulgación de la Historia sevillana contemporánea. 

Subir   

Martes 25: Rascamiento de cielos

Hablamos el otro día del esplendor de hoteles, tras la apertura del establecido en una de las dos torres de La Buhaira, ese rascacielos espantoso que le han puesto al cielo de Sevilla y que da pavor verlo desde el arrabal de San Bernardo. Veremos a ver en qué queda el esplendor de marras, porque los hoteleros están poniendo el grito en ese cielo que rascan las torres buhaireñas, porque dicen que se nos ha ido la mano a la hora de abrir nuevos hoteles. Pero vamos al rascamiento de cielos. El cielo de Sevilla debe de tener urticaria, o sarna, o alguna enfermedad de la piel. Y en vez de llevarlo a Conejo Mir, que era lo suyo, van y se lían a ponerle rascacielos. Rascayú, rascayú, con tantos rascacielos, ¿qué harás tú, Giralda? No se ha hablado lo suficiente del inútil falo erecto del Puente del Alamillo, que te aparece sobre el caserío de Sevilla donde menos lo esperas, detrás de una cúpula o una espadaña. El Alamillo podía haberse hecho perfectamente sin ese rascador de cielo, como el puente de Triana. Y a las dos torres gemelas de la Plaza de España, que tenían ya el encanto de lo antiguo, porque el tiempo también construye y hace urbanismo, les ha salido ahora la competencia ilícita de las dos torres mellizas de La Buhaira. Todo ello sin contar la Torre de Los Remedios en la línea de horizonte del río, o la Torre Mapfre de por donde estaba el Tejar del Moro, o la Torre Triana del Charco de la Pava. A este paso, más torres que Ecija. Invasoras torres de pisos, oficinas y camas hoteleras que a saber que de dónde van a salir tantos turistas para ocuparlas. 

Subir  

Lunes 24: Triana en Sevilla

Para celebrar los 250 años de su fundación, la hermandad de los Gitanos coge y se va donde se tiene que ir: a Triana. Y nos da de golpe la clave que nos hemos pasado media vida buscando. Está ahora en la Puerta Osario como antes en San Román, pero ser, ser, lo que se dice ser, Los Gitanos es una cofradía de Triana. Allí hay que buscar las claves de su estética. Hasta de su cuadrilla. El paso del Señor de la Salud anda como Triana sabe andar. Anda mucho más de Triana que un Nazareno sevillano que hay en la calle Castilla, el de La O. Así que para que lo sepan en el futuro, apunten: en la Madrugada salen dos cofradías de Triana, La Esperanza y Los Gitanos. Nos dicen incluso que dentro de la hermandad siempre subyace la vieja pugna entre los gitanos de Triana y los de Sevilla, La Cava frente a Las Lumbreras. Unas veces manda Sevilla, otras Triana. Haber estado en Triana imprime carácter a las cofradías. Ahí tienen a Las Aguas de Dos de Mayo, con un pasocristo de Triana. No se olvida tan fácilmente haber estado en San Jacinto. Triana imprime carácter. De lo que se deduce que, como en la Madrugada a efectos de tiempo, en El Arenal a efectos de espacio también hay dos cofradías trianeras: Las Aguas y El Baratillo. Las dos podían haber caído del otro lado del río perfectamente. El palio de La Caridad es más trianero que el de La Estrella. Aunque La Estrella cruza el puente, a su estética no le hace falta, es de esta orilla. Como La Caridad está del Altozano para allá. Y Los Gitanos, ni te cuento. Hay mucha Cava en la calle Valle.

Subir  

Falla plantada al pie de la Giralda, foto gentileza de La Sevilla Que No Vemos

Domingo 23: Tras los encierros, las Fallas

Cuando aquello tan ridículo del chupinazo y los encierros por San Miguel, dijimos todos: ea, ya nada más que falta que pongan una falla. Pues ya está plantá, dispuesta para la cremá. Al pie de la Giralda. En la tierra de Turina, falla. ¿No hay una feria de Sevilla en Cataluña? ¿Por qué no una falla de Valencia aquí? Diga usted que sí, señor alcalde: no le eche usted cuenta a estos sevillanos, que son unos catetos. Que largan por la espalda, pero que están encantados con la novelería de estas luminarias y ministriles a la valenciana. Además, la falla está relacionadísima (por los cojones) con el asunto por el que se protesta: el maltrato a mujeres. Como es sabido, sólo las mujeres valencianas son las maltratadas, de ahí la falla, ¿captan el matiz, no? La ha plantado algo más ridículo aún que la falla, y que ahora nos enteramos que existe: la Delegación Municipal de Igualdad, toma ya. Hoy será precioso. Día de San Clemente. Saldrá la procesión de la Espada y el Pendón y se encontrará con la falla. Si San Fernando viviera, cogía la espada y ni te cuento la que le liaba a los que la han plantado. Pero San Fernando era un antiguo y un carca. Nada, nada, después de los encierros y de las fallas hay que organizar la Rapa Das Bestas contra la botellona. Y unas buenas regatas de traineras en el río contra el cierre de Tabacalera. Y unos castellets catalanes de esos de un tío en lo alto de otro para paliar la crisis hotelera. Y tíos con el morrillo más gordo que El Pali, cortando troncos y arrastrando piedras por la calle Sierpes. Nos queda la duda final del "ninot indultat". ¿Quién será el "ninot indultat" de esta falla? Pues el de siempre: Sevilla, que lo aguanta todo.  La Falla de Sevilla, reportaje gráfico por Julio Dominguez Arjona

Subir   

Sábado 22: De la Sevilla mínima

Dentro de la gran ciudad barroca, hay una deliciosa y secreta Sevilla mínima. Es la Sevilla del breve pie de un seise. La Sevilla de la corta saeta de los pitos del Silencio. Es la Sevilla de las tiendecitas de la Plaza del Pan, donde la que tiene seis metros cuadrados es de las grandes. Al lado de esas tiendas, en la Sevilla de las miniaturas de sus grandezas, la capilla del Postigo del Aceite es como un Vaticano de inmensa. Tan grande, que cabe "todo el mundo en general": la Pura y Limpia y siglos de devoción concepcionista. Para celebrar sus cultos anuales, la hermandad de la Pura y Limpia lleva cada año su Virgen coronada a otro secreto de la Sevilla mínima: al convento de la Encarnación, al que llamamos Santa Marta cuando la sola campana de su espadaña desafía y vence a todo el bronce de la Giralda. Mañana, a las 12, la Pura y Limpia irá en procesión de la espadaña del Postigo a la espadaña de Santa Marta. Este año falta Juana la Calentera, como otro año faltó Paco Palacios. Y si esta noche de vísperas de pendón y de espada van a la capilla del Arco del Postigo, verán que está como si se acabara de estrenar. La campana está bruñida, como recién fundida. La calamocha color pisoplaza, más limpia y pura que nunca. Y, por dentro, hay una luz nueva para que brille más el dorado antiguo en esta capilla única de la Sevilla mínima, de la que dijimos un día que son los refinadísimos cien gramos de Catedral mejor despachados sobre el papelón popular del puesto de los calientes. (Cien gramos, además, que siguen siendo templo, que no museo.) 

Subir    

Viernes 21: De Nueva York a Jerez

Cantan los campanilleros siempre que en el Arco de la Macarena hay una bandera blanca y colorá, que el que quiera sentar plaza en ella, Jesús Nazareno es el capitán: vamos, El Sentencia. Y cantan este año los campanilleros que en el Arco de la Macarena, luces y bombillas, puerta iluminá, que la adornan con luces de fiesta como es la costumbre por la Navidad. Una costumbre que con tantas anticipaciones se nos está volviendo Nueva York puro. En Nueva York, la Navidad empieza el Día del Trabajo, que es cuando aquí Omnium Sanctorum, los Tosantos. Ya aquí la Navidad empieza igual de temprano. Saldrán la espada y el pendón del día de San Clemente y ya estaremos hartos de decoraciones navideñas, viva Nueva York. Sevilla está perdiendo la magia de las vísperas hasta en las Pascuas. Todo el año es Semana Santa y todo el otoño en Navidad. Y cuando no tiramos hacia Nueva York en esto de la anticipación, cogemos la autopista y nos vamos a Jerez. Los vecinos de San Lorenzo, en vez de un concurso de campanilleros, que era lo nuestro, organizan una "zambombá". Tal como suena. Como las zambombas flamencas de los gitanos de Jerez, pero con acento agudo, qué agudo, zambombá. Algo sin la menor tradición navideña en Sevilla. Menos mal que, en compensación, los vecinos del barrio de Santa Cruz, organizan algo tan clásico sevillano como las posadas: cuando estaba la Virgen María sola en su aposento haciendo oración. Portal de Belén puro en ese barrio degradado donde en cada portal tienen armado el belén de la chamarilería de la venta de camisetas turísticas chungas y de delantales de faralaes. 

Subir   

Jueves 20: La Casa Grande come en la calle

¿Son los ayuntamientos reflejo de las colectividades de ciudadanos cuyos intereses representan y defienden? Yo lo dudaba, hasta que he visto lo que se gasta en copas, tapas y en convidar a comer a la gente el Ayuntamiento de Sevilla. ¿Que cuánto se gasta? Pues como todo sevillano que se precie: más que lo que debería. En copeo y tapeo se le han ido al Ayuntamiento 26.000 euros más de los previstos y el PP, como es su obligación, ha puesto el grito en el cielo que perdimos (como ellos van a perder las elecciones autonómicas por poner de candidata a Teófila en vez de a Amalia Gómez). Y eso de que el Ayuntamiento tire la casa por la ventana en copeo y tapeo lo humaniza: lo hace como a todo hijo de vecino. ¿Cuánto se gasta el sevillano al año en copas, en mesones de chuletón, en bodegones sanluqueños y en surtidos ibéricos? Pues exactamente lo mismo que el Ayuntamiento: mucho más de lo que debería. Como a la noche de Ana Belén, se nos va la mano en comer en la calle y en andar de tapeo. Y sobre todo, en las fiestas. Cuando tenemos que atender a alguien de fuera en Semana Santa o en Feria, gastamos además todavía más de lo que podemos. Es lo que le ha pasado al Ayuntamiento, que se le ha ido la mano en las convidadas de las fiestas, total, lo mismo que a cualquier sevillano, para quedar bien con la gente de fuera. Por algo al ayuntamiento le llaman la Casa Grande. A los muy democráticos vecinos de la Casa Grande, como a los de cualquier casa chica o normal de Sevilla, les encanta comer en la calle. Y eso cuesta un dinero. Que nos lo digan a fin de mes. O a final de ejercicio. 

Subir   

Miércoles 19: El andén del Ayuntamiento

Al ya clásico libro "Sevilla Insólita" que un día escribió Morales Padrón le podríamos añadir todos los años un apéndice así de gordo. Sevilla es la capital de los hechos insólitos. En Sevilla, por ejemplo, es el único lugar del mundo donde existe un andén sin estación y sin trenes. Según el DRAE, andén es "en las estaciones de los ferrocarriles, especie de acera a lo largo de la vía, más o menos ancha, y con la altura conveniente para que los viajeros entren en los vagones y se apeen de ellos, así como también para cargar y descargar equipajes y efectos". En la Plaza Nueva, el Ayuntamiento es como si fuese un tren (no sabemos si carreta o de alta velocidad), porque ante él se extiende el andén famoso. Antes el andén del Ayuntamiento era protagonista sólo el Lunes Santo, cuando pasaba el palio de las Aguas en interminable chicotá. Ya todo el año es Lunes Santo. Todo el año el andén sale en los periódicos, con la concentración o manifestación del día. El andén es el manifestódromo por excelencia de Sevilla. Todo el que tiene que protestar por algo se va al andén y o bien acampa allí, improvisando un vivac bosnio o africano de sacos de dormir, o bien echa el día, con pancartas, silbatos y megáfonos, y luego se va a su casa a dormir, para volver al día siguiente. Obreros de empresas en crisis, empleados municipales, enseñantes, padres de alumnos, sanitarios, vecinos con problemas en su barrio, todos se van al andén, que es el libro de reclamaciones de Sevilla. Con decir que en el andén hay ya más manifestantes que chóferes de coches oficiales esperando al señorito está dicho todo. 

Subir   

Martes 18: Esplendor de hoteles

En materia turística estamos como en la frase publicitaria del plátano de Canarias: cada día un hotel nuevo, por lo menos. En La Buhaira (en esas torres gemelas que no le hacían ninguna falta a nuestro cielo, porque esto no es Nueva York), un nuevo hotel: el Sevilla Center. ¿Qué número hace de los que se han inaugurado después de la Exposición de 1992? Nos creíamos todos que con la Expo iba a quedar Sevilla con más hoteles de la cuenta, como ocurrió después de la Exposición Iberoamericana de 1929, y resulta que Alcora, Al Andalus, Los Seises, Ciudad de Sevilla y tantos y tantos abiertos entonces se han quedado cortos. Hasta ahora el sevillano se sabía el nombre y la situación de casi todos los hoteles. Decías el Inglaterra, el Bécquer, el Don Paco, el Macarena y todo el mundo sabía dónde estaban. Ahora hay ya tantos hoteles que ni nos suenan sus nombres ni mucho menos sus emplazamientos. Llega un conocido desde Madrid, le preguntamos que dónde está parando y nos dice siempre el nombre de un hotel que es la vez primera que lo escuchamos y que no tenemos ni puñetera idea de dónde está, ¿por la calle Parras, por Imperial, por la Pirotecnia acaso? Lo cual da gloria. Bendita. Más hoteles son más puestos de trabajo, más creación de riqueza, más dinero que se mueve. Y cuando abren tantos, es que tienen que ser negocio. Sobre el esplendor turístico sevillano haríamos esta pregunta a modo de acertijo: ¿cuántos meses tendría que permanecer en Sevilla un turista que cada noche hubiera de dormir en un hotel distinto, hasta pasar por todos ellos, de cinco estrellas a una estrella y quitando las pensiones y hostales?  

Subir   

Lunes 17: Milla de oro cofradiera

Quizá fuese, y nadie lo ha dicho, un milagro del Señor de Pasión. ¿Qué fue un milagro? Pues que se salvase la iglesia de San Hermenegildo, en aquel nuevo masivo derribo de las murallas que fue la piqueta salvaje en la Sevilla de la riada del Tamarguillo. En cuanto hoy es la Plaza de la Concordia se alzaba el cuartel del Regimiento de Soria 9. Era el desamortizado Colegio de San Hermenegildo de los Jesuitas, convertido en cuartel como Los Terceros, como El Carmen, como tantos edificios religiosos. La misma piqueta que se llevó por delante las casas palaciegas de la Plaza del Duque derribó el cuartel y por azar se salvó la antigua iglesia, que se usaba como almacén de vestuario. Al cabo del tiempo, podemos ahora saber que esa planta elíptica parecía como pensada para el Señor de Pasión. Por lo que tienen que estar con la mosca detrás de la oreja el mayordomo y el diputado de Caridad de la Hermandad del Silencio. Hasta ahora la industria devota subsidiaria del Cortinglés era el atrio de la iglesia de San Antonio Abad, con los cepillos más rentables de Sevilla. Ahora la gran industria devota subsidiaria del Continglés será el Señor de Pasión. Ya quisieran muchas cofradías tener su sede al lado de la famosa y comercialísima "puerta de salida a la Gavidia". Así que entre El Silencio por la puerta de Alfonso XII y Pasión por la puerta de la Gavidia, en torno al Cortinglés tenemos ya una auténtica Milla de Oro Cofradiera, con los cepillos echando humo de limosnas. Milla de Oro que comienza todos los días en El Duque y acaba los viernes en San Lorenzo. 

Subir   

Domingo 16: El Area Metropolitana de la realidad

La realidad como va siempre por delante de las leyes, abriendo paso, como los carráncanos del Sagrario. Lo que aún no es Sevilla a efectos legales de Área Metropolitana y de mancomunidad de servicios, de transportes y de políticas comunes lo es plenamente en los usos cotidianos. Un ejemplo: el telediario dice que en la cadena de crímenes familiares y de uxoricidios, un marido asfixia a su mujer y luego de suicida clavándose un cuchillo en el corazón. Por la televisión afirman que el crimen ocurrió en Dos Hermanas. Sale una barriada de adosados. ¿Qué barriada de Dos Hermanas será? Hasta que leemos los periódicos no nos aclaramos. El crimen fue en Montequinto. Acabáramos. Al cambio, en Sevilla. Digan lo que digan los términos municipales, Montequinto es Sevilla, aunque sobre el papel de la ley sea Dos Hermanas. Como el Leroy Merlín del Polígono El Manchón es Sevilla, aunque sobre el papel de la ley sea de Tomares. Como el Hotel Alcora es Sevilla, aunque sobre el papel de la ley sea de San Juan e Aznalfarache. Como la cárcel de Sevilla Dos es Sevilla, aunque sobre el papel de la ley esté en Carmona, o en Alcalá de Guadaira, o en Mairena del Alcor, porque allí se unen lo menos cuatro términos municipales de esta verdadera realidad del Área Metropolitana que, a la vista de cómo funciona en la práctica, supera todos los papeles de los intereses de cada ayuntamiento o de los protagonismos de cada alcalde. 

Subir   

Sábado 15: Rectificación sobre Olivencia 

En nuestra sociedad hay muchos bienes escasos. Verbigracia, el agua, el petróleo, el suelo para construir pisos. Son bienes tangibles. Pero la carencia de bienes intangibles mucho más escasos es todavía más alarmante, por más que no haya una ONG que encabece el grito de alarma. Bienes amenazados por un agujero de ozono del que nadie habla, como es el dinero como medida de todas las cosas, la suprema ley del mínimo esfuerzo, el todo vale como principio de lo políticamente correcto, el paradigma de lo anormal como norma, la tolerancia ante lo intolerable. Todo ello hace que la vergüenza, la dignidad, la decencia, la honradez, aunque bienes escasos, nadie los eche en falta. Y que sea muy raro el reconocimiento a quienes van por la vida con esos principios por delante, sirviéndolos y no sirviéndose de ellos como una aljofifa, mopa o fregona vileda al uso. Por eso ha sido venturoso el homenaje al profesor don Manuel Olivencia, a quien aquí un día llamamos "verecundiae magister". El reconocimiento cívico de bienes escasos como la decencia, la rectitud o la honradez siempre es una raya en estas aguas turbias de la general pérdida de papeles y desnortamiento. Dicen las gacetas que a Olivencia le han dado la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort. Nosotros haríamos una rectificación en tiempo y forma, ya que se trata del maestro del Derecho con cuyo nombre se bautizan los Códigos Eticos. Es justo al revés de como se ha dicho. A Olivencia no le han dado la Raimunda. A San Raimundo de Peñafort le han dado el Olivencia, que no es lo mismo.

Subir   

Viernes 14: José María de Mena

Hace tiempo que no coincidimos con él en ningún acto cultural, aunque no tanto que leímos alguna entrevista periodística donde hablaba de sus tradiciones, leyendas e historias de Sevilla. Nos referimos al esforzado José María de Mena, publicista incansable de temas sevillanos, un burgalés llegado a la ciudad hace mucho tiempo y que ha dejado un gran recuerdo en Radio Sevilla, la Cruz Roja y el Conservatorio. En la Radio Sevilla de antes de la televisión hacía cada día un comentario local en el diario hablado "La palabra". En la Cruz Roja, supo de riadas y catástrofes del Tamarguillo como nadie. Y desde el Conservatorio extendió y divulgó la Foniatría como ciencia médica auxiliar. Pero sobre todo José María de Mena es conocido por el gran público por sus libros sevillanos. Los profesionales y puristas han despreciado injustamente su ingente trabajo divulgativo. Pero gracias a los libros de Mena, muchos lectores se apasionaron con Sevilla y pasaron a otras enjundias sobre la ciudad. La ciudad escatima reconocer eso tan obvio a José María de Mena. Ahora ya, venturosamente, cada semana salen siete libros sobre Sevilla, pero hubo una época en la que él mantenía, en solitario, el fuego sagrado de nuestra historia y nuestras tradiciones. ¿Que por qué le damos este homenaje a José María de Mena? Por tres razones: primero, porque nos sale del alma; segundo, porque nos da la gana; y tercero, porque no seguimos la cruel ley sevillana que afirma que aquí, hasta que no te has muerto, no eres nadie. 

Subir   

Jueves 13: Halcón en San Román

El Ateneo ha rendido justo homenaje a Manuel Halcón, el primer novelista sevillano del siglo XX, y ha salido de prensas la reedición de su buscadísima primera obra, "El hombre que espera". Aparte de novelista, Halcón fue también un gran escritor de periódicos y director de publicaciones como el "Semana": sí, la que ahora es una revista del corazón, la misma. Esa revista la fundó y dirigió don Manuel, y tenía un gran prestigio literario y social. En los comienzos de su carrera periodística, cuando en las vísperas de 1929 ocurrió como en las de 1992, que Sevilla se volvió loca con la Exposición, Halcón fue de los poquitos que se enfrentó a las turbas y puso cordura y sensatez con sus artículos en "El Liberal". Dijo, por ejemplo, que las dos torres de la Plaza de España en el horizonte de la Giralda eran una barbaridad y un disparatón. Halcón fue el gran objetor de la arquitectura de plastilina cerámica y ladrillera de Aníbal González. Y como Halcón tenía gracia para dar y repartir, fue una vez a Madrid y le preguntaron lo clásico: "¿Qué hay por Sevilla, Manolo?". Y el joven Halcón respondió: "¿Que qué hay por Sevilla? Que como te descuides, te coge Aníbal González y te echa un zócalo de azulejos." En la polémica de cómo ha quedado San Román después de la restauración, nos hemos acordado de Halcón, sumándonos al homenaje ateneístico. Si Halcón viviera y tomase el Ave, seguro que a la clásica pregunta madrileña respondería: "¿Que qué hay por Sevilla? Que como te descuides te cogen los de Cultura y te echan un zócalo de brillo como a la iglesia de San Román." 

Subir   

Miércoles 12: Incubadora de empresas

Todos los alrededores de Sevilla despegan, del alfoz a los confines de la provincia. Alcalá de Guadaira despega, y cómo, con Antonio Gutiérrez Limones de alcalde. Dos Hermanas despega, hasta el punto de que tiene muchos más habitantes que muchas provincias castellanas que mandan no sé cuántos diputados y dos senadores a las Cortes. Ni te cuento cómo despega el Aljarafe, con las colmenas de casitas adosadas y adobadas de hipotecas baratitas, con los parques industriales, con los centros logísticos de distribución, los Ikeas y los Mercadonas, y con el Polígono Pisa donde antes la pisa del mosto. Y despega la Vega, que rima. Especialmente La Rinconada, que, ¿será por despegar?, ha montado Aerópolis, que es como Heliópolis, pero con aviones en vez de chalecitos de la Exposición Iberoamericana. Cuando tanto se habla del futuro aeronáutico de Sevilla, La Rinconada le pone un piso a la tecnología de la aviación, éstos son mis poderes. Todo tan maravilloso que hay cosas que no acertamos a comprender, como eso que anuncian que van a poner en la espléndida Aerópolis, la "incubadora de empresas". ¿Qué es una incubadora de empresas, Dios mío de mi alma? ¿La parte del Maternal de Empresas dedicada a las sociedades nacidas prematuramente, a las ideas sietemesinas que se han adelantado a su tiempo por innovadoras y punteras? Sea como fuere, desde luego que mejor tener a las empresas en la incubadora que en el tanatorio, que es como tenemos, por ejemplo, a la difunta Fábrica de Tabacos, ahora que contradictoriamente se va a celebrar la vista del juicio de la Junta contra las tabaqueras. 

Subir   

Martes 11: Nostalgia de la ciudad limpia

Sevilla era una ciudad limpia como los chorros del oro de la torre del mismo nombre. Era. Ahora Sevilla es una ciudad cochambrosa. Guarra es la palabra, aunque esté feo señalar. No se puede calificar a la ciudad con el viejo elogio corralero que las mujeres decían unas de otras: "Es más limpia..." Ahora hay que llamarle el vituperio corralero: "Guarra, que eres una guarra". Nunca tantas papeleras estuvieron tan de adorno en una ciudad. ¿Y esos bares? ¿Han visto el pie de los mostradores de esos bares, donde hay servilletas arrugadas, palillos de dientes, mendrugos, restos de tapas y nada te digo si dan caracoles o altramuces? Buscas dónde tirar algo, y el camarero te sale con lo clásico de: "No se preocupe usted, tírelo usted al suelo, que luego lo barremos". Ese principio de los bares se aplica a la ciudad toda: tírelo usted al suelo, que luego lo barrerán los de Lipassam. O no. ¿Han visto cómo están las cercanías de los contenedores de bolsas de basura? Son como pequeños vertederos repartidos por toda la ciudad, donde siempre hay más basura, desperdicios y trastos dentro que fuera. Como las cubas de escombros. Ponen una cuba de escombros en una calle y al momento se llena automáticamente, en dos minutos, de sillas viejas, bolsas de basuras, colchones usados, cabezas de pescado y papeles viejos, muchos papeles viejos de esa oficina donde no sabían qué hacer con ellos. Y la gente joven, peor. De lo limpios que somos los sevillanos de cara al futuro está la prueba de cómo quedan por la mañana los sitios donde a la noche hubo botellona. 

Subir    

Lunes 10: Aros y hoyos

Con lo difícil que es encontrar aparcamiento, menos mal que se lo encontraron, y no de superficie, sino de profundidad, a aquella descabellada locura. Aparcaron la aspiración de los Juegos Olímpicos que nos ha dejado un Estadio que no sirve para nada, una glorieta junto al Alamillo, un mal sabor de boca y un dinero muy curioso tirado a la calle. Ahora que se habla de la futura Copa del Mundo de Golf, que se celebrará en Sevilla el año que viene, comprobamos que todo se nos fue en las grandes ideas de futuro, mientras que desaprovechábamos lo más inmediato, modesto, realizable y además rentable. Nos referimos al golf. En su burbuja turística, Sevilla ha ignorado al golf. Ahí también nos hemos dejado ganar por Málaga. Sevilla tiene tres campos de golf: el Real Club, El Zaudín y Pineda. Siendo Pineda lo que es Pineda, campos de golf abiertos a los turistas ricos con que viajan con la bolsa de los palos y que vienen al Alfonso XIII sólo hay dos, porque Pineda es de ellos para ellos: como el Aero, pero con 18 hoyos. Bueno, hay un tercer campo en Aznalcázar, Las Minas. Pongamos que en Sevilla hay cuatro campos de golf. Más de cuatro campos tiene un solo pueblo de la provincia de Málaga: Marbella. La Costa del Sol ha sabido venderse como la Costa del Golf, da esa imagen ante el mundo. Nosotros, venga a hablar de que hay que hacer cosas para retener a los turistas aquí una vez que han visto Catedral, Alcázar y barrio de Santa Cruz, pero en materia de golf no hemos hecho nada. Más nos hubieran valido menos cinco aros y más dieciocho hoyos. 

Subir   

Domingo 9: Esa Venecia interior

A veces un rótulo nos da la clave de Sevilla. Siempre dijimos que hay una Venecia interior en Sevilla, y los que hayan paseado por la Serenísima a la orilla de la laguna véneta nos darán la razón si vamos desde el medieval o renacentista olor a especias de La Venera a la calle Daos (vulgo Dados o Puente y Pellón) y tiramos luego hacia Lineros. Salimos al Salvador, que es Il Salvatore a la sevillana. ¿Habrá algo más veneciano que las tiendecitas de plateros de la Plaza del Pan? Hay hasta una similitud entre los nombres de las iglesias venecianas y las de Sevilla: El Salvador, San Roque, Santa Catalina, San Marcos... El otro día encontramos, con un rótulo comercial, la clave. Veníamos de Daos y Lineros y tiramos por la calle Lagar hacia Cuna. Era media tarde y había el mismo silencio que en Venecia, roto por alguna campana que sonaba a lo lejos. Donde estaba la puerta falsa de Vilima nos pareció pura Venecia. Tiramos hacia calle Lagar, que es como la calle Siete Revueltas dividida por dos, y antes de salir a Cuna, en ese ángulo que hasta colores vénetos tiene en la casa del rincón recién restaurado, nos encontramos con el rótulo. Un escaparate de láminas y cuadros, verdaderamente serenísimo, y el nombre de ese comercio de enmarcaciones: Venecia. En la calle Lagar no se podía llamar de otra forma. (Envío: a José Antonio Gómez Marín, con nuestro agradecimiento como lectores de las que fueron sus serenísimas Crónicas Vénetas con ocasión de su reciente estancia en Italia.) 

Subir  

Sábado 8: Chaves Nogales, de Belmonte a Joselito

Juan Sierra, Pedro Salinas, Manuel Halcón, Rafael Laffón... El callejero, venturosamente, se nos ha vuelto como una antología-homenaje a los escritores sevillanos del siglo XX, especialmente en la Sevilla de La Buhaira, de Viapol, de la Pirotecnia. Por allí tiene su calle, con todo merecimiento, en el nuevo viario de La Buhaira, Manuel Chaves Nogales, como su padre, Chaves Rey, la tiene junto a La Palmera. Caso curioso, por cierto, de padre e hijo con calle, aunque no único: también tenemos a Luis Montoto con su calle Oriente y a Santiago Montoto con su calle junto al río, detrás del Instituto Murillo. Pero más curioso aún, como para hacer levantar al biógrafo de Belmonte de su tumba del exilio, es dónde le han puesto la calle a Chaves Nogales. Chaves, como saben, aparte del grandísimo escritor que se adelantó a su tiempo e inventó el luego llamado "nuevo periodismo", es el gran biógrafo de Juan Belmonte. Belmontista por los cuatro costados. Y la calle se la han ido a poner, incoherencias del destino, precisamente en la mismísima Sevilla del gran adversario de Belmonte, de Joselito el Gallo. Como Belmonte dominaba la plaza del Arenal, a Joselito le hicieron una plaza de toros para él solo, la Monumental de la avenida de Eduardo Dato. La Monumental era como un monumento a Gallito en vida, antes que llegara el definitivo de Benlliure después de lo de Talavera. Junto a las ruinas de la plaza Monumental, ahora, el nombre de Chaves Nogales. Después de la muerte, el azar del callejero ha hecho gallista al belmontista Chaves. Junto a la Monumental, es como si hubiera escrito "Joselito el Gallo, matador de toros". 

Subir  

Viernes 7:  El Cipriano de Garmendia

Es igualito, igualito que el señor de las barbas que está en el cristal pintado del anuncio del Decano ("caballero, qué coñá") que conservan como la obra de arte que es en la monumental Casa Morales, declarada BIM (bien de interés moyatoso). Cuando José Antonio Garmendia, en su diario deambular por Sevilla, de la Alfalfa a la Cuesta del Bacalao (con tomate), pasa por Casa Morales, parece como si se hubiera echado a andar el anuncio del Decano. Pero con más gracia y con otro lema. En vez de "caballero, qué coñá", el de Garmendia es "caballero, qué coña más fina y más sevillana tiene este humorista". Garmendia sabe por igual de tabernas y de librerías, de música clásica y de fandangos de Los Hermanos Toronjo cantados en casa del Traga, templo cuya historia verdadera escribió. Hace como nadie el romance a las espinacas con garbanzos y te explica en verso la receta de unas buenas papas aliñás. Dibuja, escribe, recita, habla. Es como un humanista del humorismo, del injustamente olvidado sector sevillano de "La Codorniz" que encabezaba Manuel Ferrand con su seudónimo de Tic. Garmendia lleva el humor sevillano clásico a toda España, desde la radio de Carlos Herrera. Garmendia se ha hecho popularísimo en toda España. Aquí, como siempre ocurre, no se le reconocen mucho los méritos que digamos. Por eso, y porque además nos da la gana, celebramos con alegría la reedición de su "Diccionario de Cipriano Telera", que con tanto ingenio empezó a publicar aproximadamente ayer por la mañana en "El Correíllo" del Cura Javierre. Prólogo de Antonio Burgos al libro de Garmendia sobre Vicente el Traga

Subir    

Jueves 6: Sevilla tiene un olor especial

Ya comentamos aquí que el Ayuntamiento quiere que la Unesco declare como Patrimonio de la Humanidad cuanto el extremeño Luis Zapata llamó "el mejor cahíz de tierra": el entorno de la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indicas. Y nos lo comenta ahora un lector, que dice que más que papeles a la Unesco, lo que hay que mandar al cahíz famoso son mangas de riegos y baldeos, ¡agua va!, y escobas de Lipassam: "Lo que hace falta es una cuadrilla de barrenderos y regadores para el cahíz. Seguro que el extremeño Luis Zapata no olía los excrementos de los 300.000 o 400.000 caballos de los coches de punto que circulan por el cahíz desde las 8 de la mañana a las 3 de la madrugada. Cada vez es peor y el olor llega hasta el Hotel Alfonso XIII. En ninguna ciudad del mundo con coches de caballos dejan los excrementos de esa manera hasta que quieren llegar los barrenderos. ¿Dónde están los equipos de Lipassam que sólo se ven en Semana Santa detrás de los pasos al terminar la carrera oficial? ¡Haga usted algo!", termina diciéndonos este lector. Pues de momento, fagamos un refrán clásico tal que los que lo oyeren lo tomen como del Siglo de Oro, al modo de aquel "ni fías ni porfías ni cuestión con cofradías" que repetía Don Santiago Montoto. Con la Unesco al fondo y sobre el hediondo suelo de meadas y cagajones de los caballos de punto, digamos: "Si pasas por el cahíz, tápate bien la nariz". También podìamos decir a Los del Río que cambiaran la letra de su canción: "Sevilla tiene un olor especial,/Sevilla tiene un olor a boñiga,/no creas lo del azahar/por mucho que te lo digan". 

Subir  

Miércoles 5: De Vanessa a Letizia

Todavía no, pero dentro de cuatro años lo oiremos en el verano de Matalascañas por toda la playa, de las sombrillas de los domingueros de La Piedra a las tumbonas de los alemanes del Tierramar. Se lo oiremos a la abuela, tipo Omaíta, Moranco de Triana Pura, gritando desde la orilla, metida en las olas hasta los tobillos, con la falda del mambo blanquinegro de alivio de luto arremangada: "¡Letizia, niña, salte del-lagua que te va a da argo!" Yo que jefe de información local de los periódicos sevillanos mandaría urgentemente a un redactor al Registro Civil, forastero, para que viera cuántas sevillanitas recién nacidas son inscritas como Letizias cada semana. Serán cienes y cienes. Las que antes eran bautizadas como Vanessas o como Yénifer, ahora recibirán el mágico nombre de Letizia. Es lo clásico, lo nuestro. Los nombres se van poniendo conforme soplan los vientos de la moda de la Historia. Miren la cantidad de sevillanos sesentones que hay que se llaman José Antonio y que vemos ahora por ahí. Es que sus padres, falangistas, en el fervor del Movimiento Nacional, los sacaron de pila con el nombre del Fundador de FE, de José Antonio Primo de Rivera. Por no salir del Fundador ni del mostrador de Casa Morales, ahora les pondrán a las niñas el nombre de la esposa del futuro Soberano, que asegurará la línea de sucesión de Carlos III. 

Subir   

Martes 4: Víctor por un capitán macareno

Anoche, en la Macarena, se celebró un acto absolutamente multitudinario: asistieron cien personas. ¡Pero qué cien personas! Valen por millones: los cien armaos de la Centuria de El Sentencia. No, no me he equivocado de género gramatical. En la suprema habla macarena, Sentencia es masculino, no femenino: El Sentencia. El Sentencia es ni más ni menos que el Hijo de la Madre de Dios. Y los cien armaos del Sentencia se reunían en la casa de la hermandad para rendir homenaje a un caballero de la sevillana Roma interior de las murallas, un centurión que se quedó aquí cuando Julio César vino a inaugurar los Hércules de la Alameda: Antonio Angel Franco, viejo capitán de los armaos, ahora en la reserva activa del macarenismo. Sus compañeros de armas de las mil batallas de la Madrugada rendían homenaje al caballeroso centurión al cumplir 75 años como hermano de la Esperanza y 50 desde que El Sentencia en persona le entregó el mando de la Centuria, ascendiéndolo a capitán por méritos de guerra en los frentes de Anchalaferia, Parras y Los Callejones. Aquel capitán sacó a la Centuria de la leyenda negra del aguardiente de las tabernas del amanecer y la devolvió a la dignidad penitencial de Roma. Hizo desertar a muchos moyatosos: "Yo me voy, porque El Melli ha puesto esto que parece la Legión". El Melli, que es su título de Grande de la España de la Macarena, descubrió que la coraza de armao era túnica penitencial, terciopelo verde para los recios hombres de la Plaza. Vaya aquí, con nuestra felicitación de gandinga y pájaro, nuestro romano Víctor de aclamación por el caballeroso capitán macareno.  Armaos en San Lorenzo

Subir      

Lunes 3: Madrid no será Sevilla

En resumen, que ahora los de Madrid están contentísimos porque por fin aquello va a ser como Sevilla: capital de una boda real. Madrid será en el verano lo que Sevilla ya fue el 18 de marzo de 1995, hace ocho años, cómo pasa el tiempo, cuando en la capilla mayor de la Catedral (y no bajo el cuadro de la Macarena de Grosso, como ahora se estila) se casó la Infanta Doña Elena con Marichalar, vulgo Duque de Lugo. El Príncipe de Asturias se casará en la Almudena. Cómo se va a comprar la Almudena con la Catedral, de qué y de cuándo. El banquete nupcial será en el Palacio Real, pero no en el palacio real más antiguo de Europa, que es el Alcázar. Lo casará Rouco Varela, que, vamos, igualito va a dar en la tele de la niña que nuestro cardenal Amigo, que parece "El Pájaro Espino", de mediático y de lo bien que sale. Don Felipe no tendrá iglesia del Salvador alguna para que la novia vaya a dejar el ramo a los pies de la Virgen de la devoción de su abuela, porque no se van a meter en carretera para dejar en Oviedo el dichoso ramo. Con lo que se quedarán sin salve rociera, con lo bien que la cantan los de Madrissss en lasss Candelariassss. En cuanto al público, sí, le dirán por la calle piropos a la novia, pero, ya saben, con el malage de allí, no con la gracia de aquí, que hasta le decían "guapo" a Marichalar, que ya es decir. Sevilla se volcó con la boda y Madrid no se vuelca con nada. De modo que nos acordamos de aquella sevillana a la que preguntaban en la basílica de la Macarena cómo sería la Virgen del cielo si la Esperanza era tan hermosa: "Pó peó..." ¿Cómo va a ser la boda del Príncipe de Asturias, con lo que fue ya la boda de una Infanta? "Pó peó..."  Romance de la Reina Letizia 

Subir     

Domingo 2: Sencillamente otoño

Cuando no se pone a llover, Sevilla tiene un otoño que da gloria verlo. Paraíso cerrado para pocos. Gracias al Dios que nos da esta luz, el otoño no forma parte de los tópicos de Sevilla, centrados en la primavera, en las fiestas. De Tosantos a San Clemente, de los crisantemos del cementerio a la procesión de la espada y el pendón, hay una secreta Sevilla otoñal que de otoñal no tiene nada. En primavera es cuando a Sevilla se le viene la edad encima, se le notan los ropajes nuevos y los afeites favorecedores a la vieja dama. En sus perennes contradicciones, Sevilla está otoñal de años en primavera y primaveral, de nueva y de vida, en el otoño. Este otoño que invita a pasearla aún a cuerpo gentil, a descubrirla, a contemplarla con una luz tan de estreno como en mañana de procesión de las palmas. Los que escriben sevillanas no saben lo que se pierden cantando a la Giralda de primavera, cuando la que está bonita, sin relumbrones de luz, es la Giganta de otoño, si la contemplamos desde la Calzada o desde la Trocha de Castilleja. Y cuando, como ayer, además de la fiesta de la luz del otoño es festivo de almanaque, parece como si Sevilla se abriera más al alfoz. Al sevillano, en estos días, repitiendo una tradición que nadie le ha enseñado, le entran unas ganas irresistibles de campo, de venta, de velador al aire libre, de columpios para los niños y sueñecito al sol que ya calienta después de dar cuenta de un arroz con pollo, o con pato si tiró para la parte de la Banda Morisca del río. Días de venta, en una Sevilla que ahora no está en venta, como la quincallería varia de la primavera, sino que se queda para nosotros mismos. 

Subir     

Sábado 1: Ceniza de noviembre

Días de los difuntos, de la Soledad de San Lorenzo en el cementerio, como anunció Domínguez Arjona por su digital teletipo de los lirios cofradieros para que otros se apuntaran su tanto, ya saben qué ocurre al que la copia. Resaca de Jalogüín en el Carnaval importado de las discotecas y los bares de copas. Y un cambio fundamental en la mentalidad de los sevillanos que los estudios sociológicos sobre la España de la muerte detectan. La Andalucía de los cementerios románticos tan monumentales como el de Sevilla, de las escultóricas timbas de Joselito o de Farruquito, de Juanita Reina o de Paquirri, es ahora la tierra que no quiere la tierra para sus muertos, la que se ha pasado a las incineraciones. Aunque parezca tétrico decirlo, los crematorios no dan abasto. Ya no todos los sevillanos descansan a los pies del Cristo de las Mieles de Susillo. Hoy y mañana muchos irán a llevar unas flores a las aguas del Guadalquivir. O al campo del Betis. ¿Cuántos béticos quisieron que sus cenizas se esparcieran por el campo del Betis, más verdes campos del Edén que nunca? Contemplado desde la Historia, no es nada nuevo. Todo en nuestra tierra hunde sus raíces en el pasado. En Carmona está la famosa necrópolis romana. Era una necrópolis de incineración, para guardar urnas con las cenizas de los sevillanos de la Bética romana. El "pulvis eris" de los cuadros de Valdés Leal es estrictamente pintado por las cifras de las estadísticas sociológicas de los cambios en nuestra cultura de la muerte. ¿Habrá algo más sevillano que el Miércoles de Ceniza?

Subir    

   Ir a la nueva sección de entrevistas de Sevillaclick.

INDICE DE ANTERIORES TEXTOS DE  ABEL INFANZON "LA ESE 30"

Biografía de Antonio Burgos

Subir  

 


Subir 

Regresar a la pagina principal

El Mundo, edición íntegra en Internet
Pinche en la imagen para conectar con El Mundo en Internet

 

Correo Correo  

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.