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Sevilla con sevillanos

y Puntas del Diamante

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía,  domingo 18 de julio de 1999

Otros temas de Flamenco y Copla en El RedCuadro

Antonio Burgos: "Don Juan Valderrama" (1984)

"Juanito Valderrama: cante y coplas", una web dedicada a Don Juan Valderrama   

Para oir El Emigrante en real audio Letras de sus coplas

"Juanito Valderrama : Mi España querida", de Antonio Burgos

IISBN:8497340361
Páginas:592
Precio:
19,75 € / 3.286 ptas.
Publicado por La Esfera de los Libros, colección:
Biografías y Memorias     INFORMACION SOBRE EL LIBRO

Juanito Valderrama, verdadero viento del pueblo andaluz

El cantaor Don Juan Valderrama, con su sombrero de ala ancha

El cantaor Don Juan Valderrama, con su sombrero de ala ancha canelita... en rama

 

Desde mi admiración por el arte único del excelentísimo señor don Juan Valderrama Blanca, medalla en oro puro de Andalucía, desmiento solemnemente que Juanito Valderrama naciera por la parte del Japón. Es con jota, pero no Japón: Jaén. Nació en un pueblo que como dijo tantas veces...

...se llama Torredelcampo,
¡vaya nombre y apellío!

Aunque de Torredelcampo, Valderrama es más Japón que todos los Japones de Coria juntos: más que Suárez Japón y más que Manzanares Japón. Y más sevillano del Aljarafe que muchos nacidos en Gines. Un maestro no reconocido del cante. Valderrama se tuvo que ganar la vida con la copla, y a mucha honra, porque los puristas no admitían su forma de interpretar los cantes, su voz, esa mandíbula que se le mueve en temblequeo de caja de resonancia única para un horizonte lírico de emigrantes, pescadores, tortolicas, rosas cautivas, lunas bandoleras y Asunciones gloriosas en el barandal del cielo. Y como es un caballero ("Valderrama, al servicio de las damas"), se ha pasado media vida en fandangos de desafío con su amor, Dolores Abril. Pero ahí está El Emigrante, ahí La Primera Comunión. Que venga alguien a superarlos.

Valderrama fue el primer cantautor que hubo en Andalucía. Cuando no había cantautores, ni canción protesta. Cualquiera protestaba, con el comandante de puesto de la Guardia Civil en el teatro del pueblo... Valderrama fue el primer autor que interpretó sus propias canciones. Las compuso entre espectáculo y espectáculo, en una inspiración de fonda de pueblo, de vagón de tercera, corralón de cine de verano. Hambre. Penuria. Las letras de Valderrama tienen dentro toda su propia hambre, la penuria del pueblo andaluz. Se va el emigrante en su copla, y es tan auténtico porque él fue quien a los 14 años salió del Cortijo de la Sierresuela para buscarse la vida. Están los padres de la niña de la primera comunión en el quicio de la puerta y todo es tan verdadero porque en la propia biografía de Valderrama, durante muchos años, también hubo un anillo sin una fecha por dentro.

Mucha España en su Andalucía. Le cogió la guerra cantando con la compañía de La Niña de la Puebla, su descubridora, en la plaza de toros de la Almería republicana. Durante la guerra, Valderrama fue en verdad lo que otros de ficción en la historia escrita por los perdedores: un viento del pueblo, del pueblo de Torredelcampo, vaya nombre y apellío, que le hacía cantecitos en las trincheras a los soldados del Ejército de la República para elevarles la moral. Así se escribe la Historia. Con tópicos y falsedades. Este Valderrama que pasa por Intocable del Franquismo fue más Altavoz del Frente y más comisario político de la belleza del cante que los que oficialmente han quedado en la Historia retratados con el mono azul y el correaje.

Así se explica perfectamente que tras la derrota siguiera cantándole al pueblo andaluz, eterno perdedor de todas las guerras civiles. Valderrama, ahora que lo oímos, suena a remedio contra las penas de mantones negros y las hambres de pan moreno. Y para alegrar aquella Andalucía tan triste, sin mayores pretensiones, escribió la perfección de comunicación de sus propias coplas. Las cantiñeaba, las memorizaba, y le decía a Manuel Serrapí Sánchez, al Niño Ricardo:

-- Anda, tócame a la guitarra esto que he compuesto, a ver cómo suena...

Y sonaba un estandarte con la bandera de España, que nadie se preocupó nunca de preguntar, frente al tópico del Valderrama franquista, si era la rojigualda de los que estaban en las trincheras de frente pegando tiros o la bandera tricolor que suena cuando se oye Mi jaca, La Chiclanera, Manolo Reyes. Lo fácil es lo que hicieron Angelillo o Miguel de Molina: coger el portante y el barco de América. Lo difícil, lo de Juan: quedarse aquí, hambre y pena negra, pasarse una vida de fatiguitas, cantando por los pueblos de su Andalucía, despreciado por los flamencos oficiales. Pero haciendo llorar a las gentes. El verdadero viento del pueblo.

-----Puntas del Diamante-------

AFORADOR DE TEATROS.- Canta bien El Emigrante, ¿no? Bueno, pues mejor afora teatros a ojímetro, con la experiencia de tantos años de empresario de su compañía, jugándose sus propios cuartos, sin subvenciones de la Junta. Ni de Franco. Está don Juan cantando "Cuando salí de mi tierra", mientras mira el corralón del cine de verano, o el ruedo de la plaza de toros, y mentalmente va aforando: "87,88,89..." Sigue: "Porque lo que más quería". Y en la cuenta va ya por: "221,222,223..." Y cuando ha acabado la copla con el "yo me quisiera morir" y se mete para dentro mientras suenan los aplausos, le dice a Dolores Abril: "Niña, apunta, 425 en patio y como 250 entre principal y platea, que luego hay guasa con la taquilla..."

SU FLAMENCOLOGÍA.- Como en El Piyayo de José Carlos de Luna, a chufla lo toma la gente de la flamencología andante, con sus sombreros de ala ancha, canelitas. En rama. Ahí están todos los palos que cantó, los que ninguno, y con qué categoría, como pocos. Valderrama tiene sus propios, desconocidos discos de Flamenco Viejo. Su propia Historia y Antología del Cante. ¿Que se los inventaba? ¿No se los inventaba Marchena? ¿No se los inventaba Mairena? Las de otros, creaciones. Las suyas, invenciones. ¿Por qué? Como homenaje, vayan aquí por usted, don Juan, sus milongas con fandangos, sus medias granaínas, sus malagueñas percheleras, sus serranas con bulerías, sus pasodobles con tonás, sus guajiras, sus vidalitas, sus colombianas. Ay, don Juan, que los que están de vuelta de todo sin haber llegado a nada ni siquiera le han reconocido a usted la fuerza de sus cantes de ida y vuelta...

LA MEDALLA.- El 28 de febrero de 1998 recibió Valderrama el mayor homenaje de su vida. Más que el de Las Ventas de Madrid del verano de 1994, que fue épico, donde la progresía (por fin, hombre) lo reconoció y lo descubrió... Aquel 28-F, en el Palacio de San Telmo, le entregaron la que era suya por mérito propio desde que empezó a cantar en tiempos de Canalejas de Puerto Real y del Niño de la Huerta: la medalla de Andalucía. Entró en el salón del brazo de González. ¿Pues no era franquista, en qué quedamos? ¿Cómo lo coge ahora del brazo González? A saber cuál de los dos es más verdaderamente obrero y español...

 Sobre Juanito Valderrama, en El RedCuadro

Juan Valderrama: cante y coplas

Juanito Valderrama, verdadero viento del pueblo andaluz

Letras de Juanito Valderrama: De polizón, Su primera comunión, etc

Letras de Juanito Valderrama: El emigrante, Pena Mora, Madre Hermosa, etc.

 

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