Clic para ir a la portada

El Recuadro   

 El fútbol será sin goles

ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


A Sevilla le falla el perno

ESTÁBAMOS en la antigua esquina del reloj de la calle Asunción, donde la zapatería de mi hermana Fina, abueleando como un Chaves cualquiera con el nieterío que estrenaba Cabalgata en Sevilla, cuando por el teletipo de los racimos de globos de la Sirenita y de Nemo llegó a Pibe la noticia de algo tan nuestro y tan cofradiero como el parón y el retraso:
—Los Reyes van a tardar en llegar todavía más de una hora, porque las luces de Navidad estaban mal puestas en Felipe II y las carrozas no pueden pasar, chocan con ellas.
Ampliación de la noticia, ora de viva voz, ora por SMS del teléfono móvil, llegó sobre la marcha el chiste que inmediatamente inventa la Ciudad de la Guasa:
—La carroza que menos puede pasar, porque es la más alta, es la que lleva a Fran el concejal como Mago de la Ilusión. Así que el que está más inmovilizado es el Concejal de Movilidad.
Puro dual barroco. Y, pura Sevilla de siempre, cuando dijeron:
—¿Pero cómo no son los capillitas los que organizan la Cabalgata? Mira cómo en la calle Francos nunca se queda atorada una cofradía porque el paso de palio no pueda pasar por la muestra nueva que han puesto en la Cordonería Alba, o por un balcón cuya repisa salga más de la cuenta por donde estaba Lanas Pareja. Mira tú cómo las cofradías revisan a conciencia el itinerario antes de echarse a la calle. Por ejemplo, la nueva del Cautivo del Polígono, que hasta hizo la prueba con fuego real, trayendo los pasos de madrugada por todo el recorrido que con tanta ilusión van a estrenar el Lunes Santo. En el Polígono, el que no tiene manos este año es el que no estrena cofradía el Lunes Santo.
Tarde y mal, como suele, el Ayuntamiento ha recurrido, por fin, al mundo de las cofradías, a su estética y a su praxis, para justificar el retraso de la Cabalgata por culpa de las dichosas guirnaldas navideñas. Tengo mi teoría: la Cabalgata chocaba con ellas porque no eran las luces de Navidad de toda la vida, sino las bombillas del Solsticio del Tío de la Pipa. De José María Izquierdo y de Pepito Caramelos a esta parte, la Cabalgata nunca chocó con las luces de Navidad. Ha sido este año, por la sostenibilidad de la movilidad del Solsticio del mangazo de los Brigadistas de la Columna Mangada. Pero el Ayuntamiento ha dado una explicación que más cofradiera no la encuentra ni el prioste de Santa Genoveva:
—Es que en Felipe II falló un perno.
¡Ole el prodigio sevillano del perno! Ni la NASA con toda su alta tecnología; ni el Instituto Max Plank con sus investigaciones; ni los laboratorios cartujanos de aceleración de partículas han conseguido, y mira que le han echado millones, inventar algo técnicamente tan socorrido, útil y polivalente como el perno cofradiero de Sevilla. Es el Principio de Arquímedes para armar el prodigio de perfección y armonía de un paso: «Dame un perno, y moveré el mundo de las emociones». Todo el que se tiene por entendido habla de caídas de palio, de respiraderos, de tandas de candelerías... Nada de ello sería posible sin el perno. El sevillanísimo perno. Le deberíamos levantar un Monumento al Perno, como se lo pusieron a Rodríguez Ojeda junto al Arco de la Macarena. Sin pernos, Rodríguez Ojeda no podía haber hecho nada. Ni Pepe el de las Salesas hubiera podido disponer su prodigio del misterio de La Mortaja o su concepción casi escurialense de los altares de quinario.
Transciendo la metáfora de la Cabalgata y saco en consecuencia que las cosas van tan mal en Sevilla porque faltan en el Ayuntamiento priostes que aprieten el perno. Al tranvía no le falla el espadín: le falla el perno. El coche ponemultas está parado porque no le han puesto un par de pernos a tiempo. El retraso de las setas de la Encarnación se arreglaba con unos pernos. Sevilla, con unos pernos diestramente dispuestos, sería lo que debe ser y no este centro convertido en Parque Temático de nada. Empezando por quienes nos rigen, tanto en el poder como en la oposición: a ésos sí que les falla el perno. No se les ha ido la pinza, no: se les ha ido el perno.
Articulos de días anteriores
Para buscar dentro de El RedCuadro

 
    

 


Correo Correo


Clic para ir a la portada  

Biografía de Antonio Burgos  

Libros de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés




 

 


 

 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España.

 

 

 

¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio