ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC,  29 de marzo de 2014                  La Semana Santa en El Recuadro
                                
 
La saeta de Machado
 

Letra completa del poema "La Saeta" de Antonio Machado

 
Me parece que es los sábados cuando me toca escribir un artículo políticamente incorrecto. Y si no es los sábados, va a tocar hoy. Me llega una petición para que ayude a una comisión que está promoviendo un monumento en Sevilla.

-- ¿Otro monumento? ¿Pero no hay suficientes monumentos abandonados, como Santa Catalina, para que gastemos el dinero en figuritas de Lladró a las que llaman monumentos?

Por lo visto no hay suficientes monumentos modelo Muñequita Flamenca Pancimar Televisó. Claro, como los televisores ahora son de plasma, extraplanos, que ni mi gato Remo se puede subir encima para dormir la siesta calentito ni podemos poner las muñequitas de Marín o el torito banderilleado con los colores de España, pues se dedican a poner esas mamarrachadas por las calles de Sevilla. ¿Qué mejores monumentos que los monumentos mismos y no las estatuas? Ah, pero con los monumentos históricos nadie se puede poner las medallas de una comisión organizadora, ni lucir su ego en la foto del periódico con la reunión de los promotores del Monumento a la Chuminá Sevillana, que a este paso acabaremos teniéndolo. La vanidad, ay, la vanidad... Es el gran motor de Sevilla. Es el gran motor de las cofradías. A las cofradías dicen que las mueve la fe, pero eso es una coartada: las mueve la vanidad de los que quieren lucirse con ellas, porque son una mierda pinchá en un palo y gracias a su cofradía pueden ir repartiendo tarjetas de visita que ponen: "Secretario segundo de la hermandad tal".

Hablaron del monumento a Antonio Machado y aquí viene la incorrección de mi artículo sabatino. Vamos a ver, póngase la mano en el pecho, ahora que celebran al Greco en Toledo, y dígame en conciencia: ¿a qué Machado le debe en verdad Sevilla un monumento? ¿A Antonio o a Manuel, el que prefería la Macarena a Montmartre, el que mamó Sevilla en Triana con su abuela, el del piropo insuperable del "...y Sevilla"? ¿Qué hizo Antonio Machado por Sevilla? Pues casi, casi lo que Pilar Bardem: nacer aquí. A los ocho años se fue. Se quedó, pues, con "mi infancia son recuerdos" de un etcétera. ¿Qué más Sevilla hay en la obra de Machado? ¿La saeta, dice usted, que hasta la tocan las bandas de cornetas y tambores? Pero esa saeta que tocan no es la de Machado: es la de Serrat, el máximo divulgador de sus poemas. Esa saeta, en efecto, habla del Cristo de los Gitanos. ¿Pero de qué Cristo y de qué Gitanos? ¿De los de la calle Verónica? ¿Del Señor de la Salud? Lo dudo. Debe de ser el Cristo de los Gitanos de otro lugar de Andalucía. Machado habla de una imagen procesional que no es de aquí: "Oh, la saeta, el cantar/al Cristo de los gitanos/siempre con sangre en las manos,/siempre por desenclavar". Machado habla de un Crucificado, no de un Nazareno. No puede ser el Señor de la Salud de Los Gitanos de ninguna manera. Y si es por el "anda pidiendo escaleras/para subir a la cruz", me pido la saeta de Machado para el Cristo de la Salud, sí, pero el de La Carretería, el del misterio de las Tres Necesidades de la Virgen de la Luz. Pero la saeta de Machado, en el fondo, implica un profundo desprecio a Sevilla y a su Semana Santa, y nadie lo ha dicho. A Machado no le gustan nuestros Cristos: ni nuestros Nazarenos con la cruz al hombro, ni nuestros Crucificados clavados en ella. Oigan, si les dejan las cornetas y los tambores de la versión serratiana: "¡Oh, no eres tú mi cantar,/no puedo cantar, ni quiero/a este Jesús del madero/sino al que anduvo en la mar!". "No puedo cantar ni quiero"...¿Lo han leído bien? La saeta de Machado es contra la Semana Santa, Bueno, pues a este texto donde el poeta se declara objetor de Semana Santa se parte la gente las manos aplaudiéndolo cuando lo toca el corneterío con música de Serrat, por aquello del izquierdo por delante; en este caso el izquierdoso Antonio Machado por delante poniendo como los líricos trapos a las cofradías, mecachis en la mar de Galilea en la que anduvo Jesús. ¿Y a ese poeta objetor de cofradías, que se fue de aquí a los 8 años y no tuvo la delicadeza de volver, le quieren encima levantar un monumento? Perdónalos, Señor de los Gitanos, porque no saben lo que hacen. Ni han leído a Antonio Machado.

LETRA COMPLETA DEL POEMA "LA SAETA" DE ANTONIO MACHADO

La saeta
Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?

Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.

Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.

Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.

¡Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar!

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