ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC,  2 de abril de 2014                  La Semana Santa en El Recuadro
                                
 
Importemos alemanes
 
Mucho antes de que llegaran los viajeros románticos para elevar al bandolero de Sierra Morena a figura mítica, era una peligrosa aventura hacer el Camino Real de la Andalucía en el muy ilustrado y racional reinado de Carlos III. Si los salteadores de caminos no te robaban en el desierto de Sierra Morena o de La Peñuela, en el Reino de Jaén, los ladrones te afanaban la bolsa cuando llegabas al desierto de La Parrilla, entre Córdoba y Écija. Y lo poco que te hubieran dejado te lo terminaban de apañar los apandadores en el desierto de La Monclova, entre Écija y Carmona. Por cuya Vega, por cierto, aún habría de tardar tiempo en pasar la diligencia de Villalón con su revuelo lírico de catites, trabucos y facas en la faja.

Y a la vista del peligro de los desiertos por los que se llegaba a los cuatro Reinos de la Andalucía, a Campomanes se le ocurrió en 1767 repoblarlos. Desconfiando de los españoles, para llevar a cabo su plan de colonización nombró como Intendente a un ilustrado peruano: a Pablo de Olavide (a quien desde entonces se le quedó nombre de Universidad de Sevilla adicta al Régimen del PSOE). Así nacían las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, creadas en sus desiertos parajes, y que nos habrían de dejar una serie de localidades que aún tienen en sus topónimos resonancias de Carlos III: La Carolina, La Luisiana, La Carlota... Pero si Camopomanes no confiaba en ningún español de la Corte para el proyecto, el limeño Olavide menos para buscar labradores que poblaran las andaluzas soledades. Y por medio de Gaspar de Thurriegel se trajo a siete mil colonos desde Baviera. A la vista está el buen resultado que dieron los alemanes en la operación, pues el Camino Real dejó de ser un arriesgado desierto. Los bandoleros quedaron desde entonces sólo para inspirar las coplas de Luis Candelas y los capítulos televisivos de Curro Jiménez.

España necesitaría ahora un Olavide, a la vista de lo que ha hecho Francia. Donde sin necesidad de crear nuevas poblaciones han resuelto su Sierra Morena interior importando españoles. Ya lo han visto: Ana Hidalgo, una gaditana de San Fernando, paisana de Camarón y de Pepe Oneto y aficionada al flamenco, ha sido elegida alcaldesa de París, salvando el honor y el tambor del desastre municipal del Partido Socialista. Tras el cual, Hollande, al renovar su gobierno, ha nombrado primer ministro a un barcelonés con nombre de antiguo baranda del Banco Popular: Manuel Valls, aficionado a los toros y al Barsa. Y digo yo: si los franceses importan españoles para que el país marche, y a la vista de que quien manda de verdad en nuestra economía es la Merkel, ¿por qué no nos dejamos de monsergas, de elecciones europeas, de Arias Cañetes, Elenas Valencianos y otras formas de perder el tiempo, y, al modo de Olavide, no importamos directamente alemanes para que metan esto en cintura? Si el Camino Real era un desierto en el reinado de Carlos III, ni te cuento la unidad de España y el cumplimiento de las sentencias del Constitucional en el reinado de Juan Carlos I. ¿No está la Liga de fútbol en manos de un argentino, Messi, y de un portugués, Cristiano? ¿Por qué algo más importante que la Liga, cual es la gobernación del Reino, la dejamos en manos de gente tan poco fiable como los españoles, y no la ponemos en manos de quienes saben y marcan goles? Nada, nada: importemos alemanes. Alemanes para echarles cojones a los catalanes; y alemanes para acabar los paños calientes con la ETA; y alemanes para aplicar a rajatabla la reducción del déficit; y alemanes para devolver a España el orgullo de nación "über alles". Al modo de los franceses con Ana Hidalgo y Manuel Valls, ¿no tendría Angela Merkel una sobrina o un primo que mandarnos para acá? Así mandarìa ella tal como ahora gobierna de hecho en España. Pero como mi lavadora, mi nevera y los BMW y los Audi de la Junta: con garantía alemana.

  Artículos de días anteriores

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio