-- Cómo se ve que es usted hijo del cuerpo, del Real y Fernandino Gremio de Maestros Alfayates de Sevilla...

A mucha honra. Y cofrade de honor de la Hermandad de los Sastres de San Ildefonso. Lo que refiero de los hombres bien vestidos a los toros me parece que ha pasado a la Historia. Los hombres: porque las señoras siguen yendo que da gloria verlas, de bien vestidas y arregladas. Pero todo se está degradando y degenerando. El símbolo de la degeneración de Sevilla es una Plaza de Doña Elvira entregada a las infames hordas de la paella turística, con el consentimiento de Zoido y sus 20 concejales, 20. Como espejo de Sevilla que es, la plaza de los toros participa de esta degeneración. Los aficionados que iban a los toros vestidos de modo que los forasteros se admiraban al verlos, van ahora de terasmares, de trapillo. Sin corbata. Y no crean que son los intrusos del albero que van con una entrada regalada. Hablo de quienes son gente en el toreo, de empresarios, de artistas, de sevillanos ilustres. Y no me invento nada. Pueden verlo cada día en la galería de fotos que dentro de su gran sección de Toros ofrece ABC con el título de "Puerta del Príncipe". Madre mía, si los señores que entran por la Puerta del Príncipe van así, en mangas de camisa, descorbatados, despechugados, ¿cómo irán los de sol que van al tendido 12 por la calle Adriano? Pues seguramente en bermudas o en bañador.

Busquen, busquen en este ABC tal página. Las fotos no me dejarán por embustero. De los toros "con", con corbata y con el máximo respeto a la liturgia del templo, digo, de la plaza, hemos pasado a esta Sevilla "sin". Incluso puede usted hacer una porra con los amigos en el bar:

-- En la página de la gente que va a los toros en ABC, ¿qué habrá hoy? ¿Más tíos sin corbata que con corbata o viceversa?

Berza. Berza ordinaria del mal gusto, no sabrosa berza jerezana. Yo me he tomado el trabajo de ir anotando desde que empezó la Feria taurina los "con" y los "sin" de las tres páginas que lleva publicadas ABC. ¡Y se lleva uno cada sorpresa! Sin corbata, de trapillo, han salido retratados Ricardo Suárez, Gonzalo de Madariaga, Antonio Pascual... Y lo que más me preocupa: gente del toro. ¿Usted se imagina que don Álvaro Domecq y Díez hubiera venido a los toros a Sevilla sin corbata? Pues su hijo, don Álvaro Domecq Romero, no sólo va sin corbata, sino en mangas de una camisa con los faldones por fuera del pantalón. Y sin corbata van los rejoneadores Ángel Peralta o Fermín Bohòrquez. Y va nada menos que don Eduardo Miura. O va el abogado de la empresa, don Joaquín Moeckel. La foto de los Moeckel juntos tiene un ver. El baratillero Don Otto, el padre, va como hay que ir: de chaqueta y corbata. A su lado, su hijo don Joaquín, despechugado. ¿Cuestión generacional el ir descorbatado a los toros? No, porque en el mismo cuadro de honor que Don Otto están el Conde de la Maza, y Pepe Moya, y Francisco Herrero, y Pepote Borbolla, y Luismi Martín Rubio, y Enrique Moreno de la Cova, y Jaime Guardiola, y Carlos del Barco, que son de otra generación. Espero que esto del "sin corbata" en los toros sea cosa del "sin farolillos" y que a partir de mañana, que es Feria, los señores vayan a los toros como siempre se ha ido en Sevilla: con farolillos y con corbata. Porque, si no, cuando el torilero salga al ruedo a endiquelar si puede abrir el portón, la gente mayor, al verlo de Emidio Tucci y oro, evocará:

-- Mira, hijo, así como el torilero es como venían vestidos antes a los toros los señores...

A este paso, el traje del torilero será tan "de época" como el de los alguacilillos. De época vergüenza.