Podemos temer que quieren hacernos una España Bolivariana. En tal caso de Bolívar, yo me pido la de Simón Bolívar. Don Simón para los íntimos. El mío, con Casera blanca.

Podemos llegar a la conclusión de que El Tío de la Coleta es un producto de la tele. Como Belén Esteban, Kiko Martamoros o Paquirrín.

Podemos lamentarnos de que una televisión de derechas lanzara este producto en la estética tertulianesa, chúpate ésa.

Podemos apostar a que es un producto perecedero, con código de barras y fecha de caducidad, como los yogures que se come Arias Cañete fuera de fecha antes de ducharse con agua fría.

Podemos advertir que el programa electoral de Podemos cabe en un librito de papel de fumar. Porros, naturalmente.

Podemos recordar que todo esto de la sorpresa del 25-M empezó el 15-M. Y que si no nos andamos con tiento, pueden ser mandadas a la mismísima M muchas cosas que nos costó tanto trabajo conseguir, como estas benditas libertades que ellos llaman burguesas y que nos trajo la Restauración de la Monarquía por Don Juan Carlos I, q.D.g.

Podemos temer que Madrid sea La Habana con más perroflautas.

Podemos comparar un Pablo Iglesias que fundó el PSOE con un Pablo Iglesias que quiere acabar con él.

Podemos deducir que como no están contentos con que seamos siervos y vasallos de Bruselas quieren hacernos ahora criadas de La Habana y de Caracas.

Podemos adivinar que quieren una España de funcionarios, porque prometen ponernos un sueldo a todos por el mero hecho de ser ciudadanos. ¡Iglesias, colócanos a tós! Mi sueldo de ciudadano, que sea por lo menos como el que Vidal Quadras cobraba por lo de Bruselas mientras hacía la campaña de Vox.

Podemos anunciar que en taurina materia el Tío de la Coleta no se la corta, no es como Antoñete, sino que dice que no va a parar hasta acabar con la Tauromaquia. Punto en el que es igualito, igualito que los gachós del G-5 y como Canorea, que tampoco van a parar hasta que acaben con la Tauromaquia.

Podemos volver a Arias Cañete y decir que para ducha con agua fría, los resultados que tuvo el domingo.

Podemos alegrarnos porque Rubalcaba va a dejar pronto de ser el "ninot indultat" del desastre del zapaterismo.

Podemos constatar que a Susana Díaz no hay quien la pare. Esta va para Madrid que escarba. ¡Cuidado, que ahí la lleváis! Y yo, desde Andalucía sé lo que me digo, estimados lectores de Madrid, Madrid, Madrid, Susana siempre pensó mucho en ti y le gusta más un chotis que una sevillana corralera de Triana.

Podemos comprobar que mucho presumir Susana que es de Triana, que rima, pero en Triana ha ganado el PP.

Podemos recordar que aquel error de la UCD con Andalucía en el 28-F del referéndum autonómico fue nada comparado con el error, inmenso error, del Dedazo de Rajoy al poner a un tío que no conoce nadie y nadie sabe aún cómo se llama, si Juanjo, si Juanma, si Montero Bonilla, si Moreno Montilla o si Montilla Moriles.

Podemos saber que se ha columpiado quien se creía que iba a remontar los adversos resultados del PP en Andalucía por su cara Bonilla.

Podemos rematar con Podemos, que dice que quiere acabar con La Casta. Pues entre el Tío de la Coleta con la perra de La Casta y Rubalcaba tirando la toalla y dejando pista-que-va-la-artista a La Susana, nos espera una España de Verbena de la Paloma: La Casta y La Susana.