ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 30 de enero de 2015                 
                                
 
El Anti-Fitur

 

Fitur, la Feria Comercial del Turismo que se está celebrando en Madrid, sirve muchísimo para la promoción. De momento no hay quien encuentre una habitación de hotel en Madrid, porque están allí con el carné en la boca todos los enchufados en los organismos de Turismo de ayuntamientos, diputaciones y autonomías. Lo que promueve bien Fitur es la propia Fitur, y a la vista está.

Allí cada ayuntamiento muestra sus hoteles con encanto, cada diputación sus rutas gastronómicas, cada autonomía su programa de eventos. Todo color de rosa. Fitur nos da una visión idílica del turismo. ¿Es así la España del turismo? ¿Todas las habitaciones de hotel son maravillosas, todos los restaurantes dignos de la Guía Michelín, todos los bares para chuparse los dedos con sus tapas, inolvidables todos los cruceros por el Mediterráneo en unos barcos de ensueño con camarotes de película y todos los trayectos aéreos con escala perfectamente puntuales y calculados? Creo que no. Y por eso propongo a las autoridades de Turismo que cuando sus paniaguados, encarnetados y enchufados terminen de pasárselo bomba en Fitur, de vacaciones en Madrid, hagamos un descenso a la realidad e inauguremos el Anti-Fitur, sin embustes. El Anti-Fitur presentaría yo la verdadera realidad del turismo en España, para desmontar esos embustes de las promociones. Y sería el mejor servicio a los clientes, a los turistas tanto nacionales como extranjeros y a la economía patria. El Anti-Fitur presentaría los sitios a los que no hay que ir bajo ningún concepto y las líneas aéreas en las que no hay que montarse de modo alguno.

Temas no iban a faltar. Para llenar tres Fibes. Por ejemplo, habría un apartado dedicado a los Hoteles con Encanto. Pero no al encanto que usted piensa, sino al encanto de "encantado de haber venido a esta mierda de hotel cochambroso y carísimo, para no volver más". Señalaría esos hoteles llevados por aficionados, especialmente en los pueblos, que en su vida se han visto en otra y donde en los cuartos no hay ni televisión ni alfombras ni calefacción, y el suelo de típicas losetas de barro del lugar está más frío que sus muertos; y como encima no dan zapatillas de cortesía, te acuerdas de las castas todas del emprendedor que se metió a hotelero cuando echas pie a tierra por la mañana y tienes que entrar en un cuarto de baño donde además las llamadas toallas de baño no son ni de lavabo siquiera, así de chicas y de horrorosas, y el chorrito de agua de la ducha es de pena.

Por no hablar de los restaurantes. En el Anti-Fitur yo haría El Rincón de las Estocadas, con amplia información sobre los restaurantes especializados en juntarte las manos y metértela hasta la bola a la hora de la factura, tras una comida espantosa, con unos platos así de grandes, unas raciones así de chicas y camareros de negro, de luto riguroso por la muerte de la cocina tradicional de las papas aliñás y la sangre encebollada.

¿Y de bares? ¿Y las recomendaciones de bares en este plan de Irás y No Volverás que podrían hacerse en el Anti-Fitur? Igual que hay estrellas Michelín, yo los calificaría con moscas en una Guía de Bares que editaría el Anti-Fitur. Bares de una mosca, con ensaladilla de coger desconchones; bares de dos moscas, con camareros guarrindonguis que te traen los vasos con los dedos metidos por dentro del borde donde has de poner tu boquita linda; y bares de tres moscas, infumables, en los que, además, puedes gozar de las ganas de vomitar al entrar en unos cuartos de baño absolutamente asquerosos.

Menos pintar el turismo de una España color de rosa, una Andalucía idílica y una Sevilla de ensueño y más acercarse a la realidad estadística, señores de Fitur. Como nuestra especialización patria es dar muerte a las gallinas de los huevos de oro, más que el cuento del envergue de las maravillas de Fitur se impone el realismo trágico del Anti-Fitur de nuestra hostelería. Y si lo dudan, mañana lleno esto de nombres de bares, de restaurantes y de hoteles de los de salir huyendo, en los que no hay que poner un pie y, si se ha puesto, decir: "Me alegro de haber venido para no volver más".

                     

  Artículos de días anteriores

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio