ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC, 27 de marzo de 2015                 
                                
 

Nazarenos de la cofradía del Cristo de la Misión, de Heliópolis

Las de Vísperas

En cuestión de cofradías, sin fías ni porfías, pasa con el espacio lo mismo que con el tiempo.

-- ¡Ojú, qué frase más oscura, jefe! No me irá usted a decir que ha roto a escribir en tertulianés...

No. Ni Dios, que está en San Lorenzo, lo permita. Digo que pasa en cuestión de cofradías lo mismo con el espacio que con el tiempo porque sostengo que ahora está tirado escribir de Semana Santa, con las de vísperas poniendo ya hoy nazarenos en la calle y con los naranjos ritualmente en flor. ¿Quién funde la cera de las blancas flores en los naranjos de Sevilla, que pone con tanto arte sus tandas? Pues yo sé quién funde la olorosa cera de la flor de los naranjos: ese Divino Prioste que creó los cielos de vencejos y la tierra donde baja muy poquito a poco esa trasera y que, como me ha señalado el GPS del corazón agradecido, está exactamente en San Lorenzo...

Ahora está tirado escribir de cofradías. Cuando tiene mérito es hacerlo en pleno mes de agosto, con toda la calor y con el fresquito de las velas tendidas sobre una calle Córdoba con sus zapaterías de escaparates de alpargatas para irse a Matalascañas, no los de ahora, los escaparates de alpargatas para sacar el palio de San Esteban. Y con el espacio de la ciudad pasa lo mismo que con el tiempo. Darse cuenta de que esto ya está aquí en plena Campana o en la Avenida, con las sillas y las barandas de la carrera oficial a punto de ser montadas; o en la Plaza, con los palcos de la ciudad "ataviada como una novia"... No tiene el menor mérito pensar en estos misterios gozosos en la ciudad intramuros, con los chavales viniendo de la Alcaicería cartonera de capirote en mano, dentro de una bolsa del Cortinglés de la que asoma la punta del macho como un iceberg del gozo interior del nazareno. Donde tiene mérito darse cuenta de que ya estamos en Semana Santa es en Sevilla Este, o en Los Bermejales, o en los Pisos del Chocolate. Ahí sí que hay que echarle dos co...steros a tierra por parejo para creerse que hoy es Viernes de Dolores.

Pensaba esto la otra mañana, paseando desde la antigua Dehesa de Tabladilla a Heliópolis. En los soportales de la rotonda donde daba la vuelta el tranvía y ahora es la Glorieta Alcalde Fernando Parias, una mercería de barrio de toda la vida. Y en el escaparate, un letrero: "Se hacen túnicas de todas las hermandades". Y en ese escaparate, un maniquí tamaño cadete con una túnica. No de Montensión, como el nazareno que en la calle Córdoba heredó al que asomaban al balcón de Al Siglo Sevillano, mirando a Chicarreros. Es un nazareno con la túnica de la de vísperas del barrio, blanca y azul. Y al lado, un capirote de rejilla que también venden. Y es como si Heliópolis estuviera en pleno corazón de la ciudad intramuros. Como si los pisos municipales de Los Hotelitos fueran La Alcaicería. Es el nuevo milagro del espacio, ahora que evoco Heliópolis, y que esta tarde tendremos a sus nazarenos del Cristo de la Misión, que sale de un Claret que me hace pensar en nuestro querido y desaparecido Padre Martín Sarmiento. ¡Lo que disfrutaría Don Ángel viendo que el Cristo al que entregó su vida salía de su iglesia claretiana y, encima, pasaba por delante del campo de su Betis de su alma!

Es el milagro de las cofradías de vísperas. El milagro del espacio, más que el milagro del tiempo. El gozo no es cuándo salen, sino de dónde salen. No es cuestión de tiempo, de la lista de espera para llegar a la Catedral algún día, salvo el Cristo de la Corona, que no tiene que ir a la Catedral porque ya está en su Sagrario. Las cofradías de vísperas tienen el gran mérito del espacio: de haber llevado los tuétanos de la Semana Santa a los extrarradios de una Sevilla tan cofradiera ya como el centro. Las nombramos como a las más clásicas: las de Madrugada... y las de Vísperas. Consulto "El Llamador" de papel con la tinta fresca que ritualmente me envía Fran López de Paz y la nómina del día me recita la letanía de barrios que hoy Viernes se han hecho ya tan cofradieros como San Vicente: Heliópolis, Bellavista, Pino Montano, Palmete, Polígono Sur, Barrio Voluntad... Eso sì que tiene mérito, y no poner el cartel de "Se alquilan balcones" en las mismísimas Cuatro Esquinas de San José.

 

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