ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 9 de mayo  de 2016               
                             
 

Corpus sin calentitos

Los "Tres Jueves hay en el año que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Cristi y el Día de la Ascensión" tienen una versión sevillana. Viene a decir: la esencia de Sevilla está en dos madrugones y una madrugada. Madrugones de campanas de la Giralda en los que vemos salir el sol por los cabezos de albero de Alcalá. La Madrugada de altos capirotes negros y viejos terciopelos verdes. Los madrugones son el del Corpus, romero y juncia, y bacalaos con varas camino de la Catedral; y el de la mañana de la Virgen de los Reyes, chaquetas blancas, abanicos y gente que viene andando desde el Aljarafe.

¿No se anuncian los grandes acontecimientos del Reino con salvas artilleras de ordenanza? Pues estos tres grandes fastos de la capital del Reino de Sevilla se anunciaban junto a la Maestranza de Artillería con señales de humo en la calle Arfe. Eran las rituales y casi litúrgicas señales del humo que junto al Arco del Postigo empezaba a echar el fuego purificador que calentaba el aceite del olivo de la Minerva Bética, donde habían de ser fritos los calentitos que correspondían a la festividad del día. El humo de los calentitos del Postigo era como el incienso por lo civil de los dos madrugones y de la Madrugada.

Tomo la pluma, la pluma de armao que me regaló Pepe el Pelao, y como recado de escribir, como en las grandes ocasiones, uso el más noble papel: el papel de estraza. El de los papelones de los cañonazos de pescao frito. El papel de los cartuchitos de camarones de Coria. El papel de la tapita de jamón del viejo Trifón. El papel de los calentitos del Postigo. Un día de la Virgen que él no pudo venir a verLa para pedirle las tres gracias con Antonio Lopera, le escribí a Manolo Díez Crespo una carta describiéndole la mañana, y se la mandé a Madrid. Se la escribí sobre un papel de estraza de los calentitos del Postigo. Un pliego nuevo que le pedí para tal menester a Juana Goiguro, que cuando me hacía saltar la cola y me despachaba, decía a los protestones: "Es que este señor los encargó el día del Corpus". Aquel papel llevaba la huella de Juana en una mancha de aceite de sus calientes. Hoy vuelvo a escribir en un papel de estraza, que esta vez me da Angela Martínez Goiguro, la sobrina de Juana, la heredera de Santitos: qué buen banderillero de los de rueda; estaba con los palos en el perol con más arte que Almensilla con los rehiletes.

El papel que me ha dado Angela la del Postigo, la más guapa calentera que en el barrio hubo, la clavera secreta que guardaba las llaves de la Capillita de la Pura y Limpia, no tiene hoy una mancha de aceite, sino de lágrimas. Las que se le caían a Angela cuando me decía que se jubila, y que el día 22 cierra para siempre, ay, su centenaria e histórica calentería del Arco del Postigo, Proveedora de la Real Casa. Este papel de calentitos en el que hoy escribo este gorigori tiene también mis lágrimas. A mí, cuando esta irreparable noticia Angela me daba, se me morían de golpe los amaneceres de mi infancia, cuando me llevaban al Arco a comprar los calentitos del desayuno, con un abriguito colorado, arreciíto de frío. Al Arenal se le muere algo más que una calentería. Se le muere toda una época, toda una galería de personajes, de don Isacio Contreras a Manolo Espinosa. Se le mueren las coplas baratilleras del Pali. Se le muere el ramo de flores que Juana antes y Angela ahora le ponían a la Esperanza cuando cruzaba el Arco y la Virgen comprobaba que allí empieza la Triana de este lado del río. Cuando pase el Señor esta Madrugada, ya no subirá al cielo en honor de su Gran Poder el incienso civil del humo de los calientes. ¿Cómo será la mañana de la Virgen sin calentitos del Postigo? ¿Y este Corpus? No sé si habrán podido leer hasta aquí, de emborronado de lágrimas que está el papel de estraza donde escribo. Pero a ver si se puede leer esto, como un final rito funeral. Pues desde la tristeza de un anafe apagado, un perol sin aceite, una masa por freír y un cierre echado para siempre, habré de proclamar en el Reino de Sevilla: los calentitos del Arco del Postigo han muerto, ¡vivan los calentitos del Arco de la Macarena!

ENLACE A "CALENTITOS DE PLATA" Y OTROS ARTICULOS SOBRE LA CALENTERÍA DEL ARCO DEL POSTIGO

CorreoSi quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico  Correo  

         

 
 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio