ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC, 26 de junio  de 2016               
                             
 

Nada por España

No se estila. Ya sé que no se estila que te pongas para cenar jazmines en el ojal, según el "Amarraditos" que la gran dama María Dolores Pradera les hizo inmortal a sus autores, Margarita Durán y Pedro B. Pérez. Ni se estilan las corridas de 8 toros, 8, salvo las que acartelar suele Rivera Ordóñez como empresario de la plaza de Ronda, "la de los toreros machos", para la corrida goyesca de septiembre. Tenida en cuenta esta última cuestión, no debemos olvidar las corridas de 8 toros aplicadas a la política. Lo de las elecciones de hoy es como si en un festejo de ocho toros con 4 matadores a cada uno de los 4 diestros les hubieran echado un toro al corral y en vez de correrlos a almohadillazos los sacaran a hombros por la puerta grande. Hoy encabezan las listas de los cuatro grandes partidos 4 petardos, 4, a los que en diciembre y en meses posteriores les echaron al corral el toro de la gobernabilidad de España y, encima, en vez de mandarlos al ca...pítulo correspondiente de la Historia y al baúl de los recuerdos de Karina, van y los ponen otra vez como cabezas de cartel. ¿Como un castigo? No, hijo, como un premio por haber tenido virtualmente paralizada a España durante seis meses. ¿Por qué? Pues sigan leyendo, que yo te diré, te diré, niña hermosa, una cosa que yo sólo sé: que algo muy grave hemos debido de hacer los españoles cuando el cielo nos castiga con la desgracia nacional que tener que ir hoy otra vez a las urnas y encima tras el Brexit...quien no se han ido de fin de semana a la playa, que ésa es otra.

A estos cuatro señores (y a los tristísimos hechos acaecidos de diciembre acá me remito) les importa una higa España. Les importa un bledo la ideología que representan. Les importa un comino incluso su propio partido, del que viven como reinas, igual que las mojarritas en La Caleta. Lo único que les importa es su ego, y que les vayan dando a sus votantes y a la Patria. Las del paripé desde diciembre no han sido negociaciones para los pactos de investidura que no llegaron a alcanzarse y que nos han llevado a la desgracia de estas segundas elecciones: ha sido un choque de egos. El ego de Rajoy contra el ego de Rivera; y del ego de Iglesias es que ni te cuento; tan grande es que la simple descripción de sus dimensiones y parámetros no cabe en esta hoja del ABC. Si les importara España más que ellos mismos, no tendrían que celebrarse estas elecciones de hoy. Y, en el mejor de los casos, no serían ellos los que encabezaran las listas de sus partidos, porque han demostrado su absoluta inutilidad. Ya digo, les han echado el toro al corral. Podrían hoy los seguidores del PP votar a alguien que no fuera Rajoy y los del PSOE a quien no fuese Castejón. Y le llamo Castejón porque es lo que más le fastidia a Sánchez que le llamen, pues suena a nombre de columna militar de los nacionales avanzando sobre Madrid a finales de julio y comienzos de agosto de 1936. Del mismo modo, acabada la cena del festín de Baltasar, los votantes de Podemos podrían echar una papeleta con el nombre de un señor que no fuera el egocéntrico Iglesias. Y los de Izquierda Unida, comunistas de la antigua observancia, no tendrían hoy que ir uncidos al yugo de los populistas en contra los populares. Por cierto, qué maneras de desprestigiar y degenerar los derivados de la democrática y nobilísima palabra "pueblo".

Pienso hoy en el estado de España, y aunque soy de Letras, me pongo a hacer Física Recreativa y deduzco que no es sólido, en absoluto; ni líquido, por mucha agua que debamos beber para tragarnos este sapo. El estado de España es gaseoso. De otro modo no se explica que de nuestro voto depende hoy que tantos quieran hacer tantos experimentos con él. Experimentos con gaseosa y contra España. Es todo lo contrario de aquellas históricas palabras de Don Juan de Borbón al renunciar a sus derechos dinásticos en favor Don Juan Carlos: "Por España, todo por España". Hoy, estos 4 petardos, 4, nos dicen desde sus carteles: "¿Por España? Nada por España. Ni mijita. Todo por mi ego".

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