ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla,  27 de octubre de 2016
                             
 
Alivio para el capataz del Cachorro

Como la natación contra corriente y lo políticamente incorrecto son aquí norma de la casa, nos atrevemos a decir que la Iglesia se ha quedado corta en sus muy comentadas recomendaciones a los creyentes sobre qué hacer con los difuntos, rábano que los que no creen en Dios y les importa la fe un bledo han tomado por las hojas de las cenizas aventadas como parva en una era. Resumo: el texto, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y titulado "Ad resurgendum cum Christo", viene a complementar la instrucción "Piam et constatem" del 5 de julio de 1963, en la que se aconsejaba "vivamente" la sepultura de los cuerpos de los que están ya los pobres palmatoria total. Puestos así, yo hubiera llegado a más: hubiera dicho que lo cristiano es el enterramiento, que la incineración es propia del paganismo. Que ya que estamos en el Año de la Misericordia, la cristiana obra de misericordia de toda la vida ha sido "enterrar a los muertos", no incinerarlos. Lo siento, pero eso de "crematorio" me suena a chimenea de campo de exterminio nazi echando más humo que un puesto de calentitos. No veas los hornos crematorios tan buenos que se gastaban los asesinos hitlerianos: allí no había cita previa ni tenían que llevarse los cadáveres a incinerarlos en La Algaba.

La Iglesia, poniendo las cosas en su punto, ha perdido la gran oportunidad de meter la marcha a atrás y dejar la incineración para los que no creen ni en Dios, ni en la resurrección de la carne, ni en la vida perdurable. Amén. Cuando la Iglesia levantó la mano, dejó de usar el latín como lengua litúrgica y empezó la moda de las incineraciones, me di cuenta de una gran contradicción. La Iglesia abandonaba el latín, pero consentía algo tan romano como la incineración. Recordé la desconocida Necrópolis de Carmona, que no es de tumbas, sino de columbarios para urnas cinerarias. O sea, como los que han puesto muchas cofradías sevillanas, y donde tras el documento vaticano va a haber bulla. Me aventuré a decir que el éxito de las incineraciones en Sevilla era por el ADN de la cultura romana que llevamos en la masa de la sangre. Iluso. Me aclararon:

-- ¡Qué va, chiquillo! Todo es por dinero. ¿Tú no ves que quemar a un fiambre sale mucho más barato que enterrarlo, pagar la sepultura, las tasas municipales y todos esos gastos?

La Iglesia ha dado como una ley antitabaco en su pastoral de difuntos. Si en los bares ya no hay ceniceros, ¿por qué ese tráfico de cenizas, que si el difunto quería que lo tiraran junto a la Piedra de Matalascañas, que si en el Campo del Betis, que si en El Rocío, ya que estaba en las marismas azules de Juan Dios Pareja-Obregón? ¿Quién no conoce una anécdota verídica de humor negro con cenizas funerarias, casi como del chiste del entierro de Paco Recassens, perdón, de Paco Gandía? ¿Quién no recuerda al que metió las cenizas de su padre en un tetrabrick y se lo llevaba todos los domingos a Heliópolis, para que el difunto, "baeticus usque ad mortem", viera el partido de su Glorioso? ¿Y la que ha dejado la urna de las cenizas del marido junto al televisor, para que vea "Cine de Barrio" que tanto le gustaba?

Quien se habrá quedado bastante descansado con la instrucción vaticana sobre el tráfico de cenizas mortuorias es Ismael Vargas, el capataz del Cachorro. Y bien que lo celebro. Para él habrá sido un alivio. Ya no hay riesgo de que ningún Viernes Santo más se acerque una viuda con una urna al Cristo de la Expiración por la calle Castilla y, queriendo esparcir las cenizas de su difunto esposo sobre el paso del Señor, se las tire a Vargas en todo lo alto de su terno negro de capataz. No se lo digan a nadie, pero el Vaticano ha dado ese documento porque Vargas le escribió al Papa y le dijo: "Santidad, no vea el mal bají que da que le tiren a uno las cenizas de un difunto por todo lo alto". Por eso ese documento vaticano suena como a voz de capataz. De Vargas, concretamente. "¡Al columbario de la hermandad con él, valientes!"

SOBRE ESTE TEMA "VERIDICO": Cenizas de un difunto en el paso del Cachorro

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