ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 9 de mayo de 2017
                               
 

Babuchazos taurinos

Sevilla estaba ayer peligrosísima. Con tanto jurado reunido, te descuidabas y te daban un premio taurino. Por ejemplo, a la mejor (injustificada) protesta contra lA presidenta doña Anabel Moreno por tener criterio y denegar orejas, que al paso que íbamos iban a convertir a Sevilla en una portátil de pueblo. Para no ser menos que nadie, yo me reuní también ayer conmigo mismo, me erigí en jurado, y otorgué algo más difícil y arriesgado que los premios: los babuchazos taurinos. Todos sobre la Plaza de los Toros. Sobre los ritos y liturgias que estamos perdiendo y dejando a la Fiesta a cinco minutos de la NBA. Ahí van mis babuchazos por los ritos que perdimos:

Entrar con la copa puesta.- ¿Usted entra en misa gin-tonic en mano? ¿A que no? Bueno, pues el público advenedizo de Feria no entiende entrar a su localidad en ese antiguo y sagrado templo de la Tauromaquia que es la Plaza de Sevilla sin el gin-tonic puesto y muy tarde, manchando por el camino a quien haya que manchar. Todo muy como en Las Ventas.

Arrastre con banderillas.- Siempre un empleado de la plaza arrancaba las banderillas al toro antes del arrastre. Ahora lo arrastran con las banderillas puestas. Un horror. Eso sí, un empleado en cuya camiseta pone "Banderillas" va y le quita al toro... únicamente la divisa. ¿Por qué sólo la divisa? ¿Será para venderla a los turistas?

Tiros de mulas.- Se ve que la plaza es propiedad de la Real Maestranza de Caballería y no de Mulería. Frente a los hermosísimos caballos de picar de la cuadra de Peña o de los alguaciles que entran a pedir la llave a pie de palco de la presidencia, esta Feria hemos sufrido los peores tiros de mulillas que nunca se vieron en Sevilla. Para pegarles dos tiros a los tiros.

El arenero del escobón.- Hasta hace unas temporadas, en el arrastre, un arenero iba a todo correr tras la penca del rabo del toro muerto, con un escobòn de lentisco, alisando sobre la rapidísima marcha el albero que se levantaba. Ya no hay tío del escobón, y quedan en el pisoplaza los rastros de todos los arrastres. Al final de la corrida, aquello parece un mapa de carreteras. Feísimo.

Burladeros de gañote.- Desde la antigua Enfermería a la nueva, del 6 al 9, ya toda la Sombra es un enorme y continuo burladero de callejón. Para que entre de gañote todo el mundo, o presuma: "Hoy voy al callejón". Estamos en esto ya como en Madrid. Han creado una especie de prebarrera de primera fila. Los mozospás no tienen forma de hacer la pelota a nadie colocando los capotes de paseo a los que quieren halagar, porque delante de la ladrillería de la primera fila de barrera están todos los de este inmenso Villa Pescuezo en que se ha convertido el callejón.

Aplausos de desagravio.- Insisto que estoy con la presidenta Moreno en la fijación del IPOS (Indice del Precio de la Oreja en Sevilla), que estaba de rebajas. Muy bien denegadas las orejas. Pero eché en falta algo sevillanísimo. Que cuando hubieren cesado las protestas, abucheos, silbidos e insultos del público pañuelero y orejero, la verdadera afición de Sevilla hiciera arrancar desde la Sombra Alta del 3 el aplauso de desagravio y adhesión al paladar y buen criterio de la presidencia. Hasta eso se ha perdido, con tanto público y tan poca afición.

Cero puntualidad.- Las 6,30 en punto. Saca el presidente el pañuelo, suenan el cerrojazo y el platillazo de Tejera y empieza el festejo. Salen los alguaciles. Hacen el despejo simbólico y saludan a la presidencia. Y vuelven a por los toreros. Que ni están ni se les espera en la puerta de cuadrillas, así de fotógrafos. Andan dentro, mediáticos todos, respondiendo a la tele de mi admirado Chapu Apaolaza. Y los alguaciles tienen que esperar hasta que a estos señores de luces, tan retratados y entrevistados, les dé por salir. Y no salen desde la misma puerta, sino que, a la madrileña o a lo Molés, forman en orden cerrado desde la segunda raya. Vamos, como si fueran una compañía de honores de Artillería 74 y no las cuadrillas. (Y corto me parece que me quedo en los babuchazos...)

 

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