ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 10 de julio de 2017
                               
 

Sevilla sin refinar

Hacía ayer Luis Carlos Peris en la competencia una deliciosa y nostálgica evocación de lo que fue el Café Gran Britz, en la calle Tetuán esquina a Rioja, donde ahora hay una tienda de ropa de la cadena Zara. Inaugurado en 1945 con proyecto del arquitecto Joaquín Díaz Langa, fue eso: algo así como el Café de la Paix parisino en Sevilla, todo lujerío, espejos, dorados, bronces, maderas nobles, molduras de escayola, con una monumental escalera que llevaba al entresuelo de veladores de tapa de mármol, que coronaba una para entonces avanzadísima Diana Cazadora, obra del escultor Echegoyán. Cuando lo que se entendía como "el centro" iba de La Campana a Casa Guardiola, no era raro ver por el Gran Britz a grandes artistas antes de las funciones del cercano Teatro San Fernando. O a famosos en tertulia diaria, como Rafael el Gallo, que "paraba" allí. El Gallo iba del Britz a Los Corales y tiro porque me toca: porque me toca hacer tertulia con Juan Belmonte, que le administraba sus caudales para que no los dilapidara en un solo día, y que allí cuentan le entregaba el diario estipendio de lo recaudado en los festivales a su beneficio.

He dicho Los Corales y he dicho el Britz... ¡Cualquier cosa! He dicho una Sevilla refinada, casi fronteriza con la delicadeza de Viena, o de Barcelona, o del mentado París, en decenas de establecimientos comerciales que son ya, ay, solamente memoria de la ciudad. El Britz cerró con la ruina de la Cadena Catunambú, su último propietario. Pero es que, a su vez, Catunambú tenía en San Pedro su otro gran café y restaurante, el Gran Almirante; y en la esquina con Doña María Coronel, la cafetería homónima, al modo de las grandes cadenas de Madrid con nombres geográficos exóticos: California, Nebraska, Manila. El Britz era, ¿cómo les diría yo? Pues como una ampliación al máximo formato del Bar Laredo de antes de su destrucción. O como La Punta del Diamante sin tertulia de don Santiago Montoto y sin Starbucks. O como el saloncito delicioso de los zócalos de corcho del Bar Plata, en la esquina de Martín Villa con La Campana. Era una Sevilla refinada, que no tiene nada que ver con la triste ciudad de desgracias en blanco y negro que nos cuentan las crónicas manipuladas de su historia. ¿Y el Café de París, en la esquina de La Campana con la calle O´Donnell, por donde entran las cofradías de Triana, que fue la cuna de la ahora también extinta Cadena Juliá, la de la matriarcal Doña Pilar y el trabajo perfecto de Rafael sirviendo bodas reales en su invención del cátering en Sevilla?

De aquella refinada Sevilla, ¿qué queda?, ahora que dicen que tenemos mejor situación económica y más turismo que nunca. Pues quizá los restos del Hotel Alfonso XIII y pare usted de contar. Porque la otra tarde iba a tomar mi merienda en el refinadísimo saloncito del Hotel Inglaterra que elogié aquí hace bien poco al hablar de la nueva terraza del establecimiento de los Otero y, horror, me lo encontré cerrado, ya para siempre, dicen que para abrir una de estas cosas de gran público que ahora son rentables. ¿Ha perdido Sevilla su refinamiento y su elegancia o la hemos perdido los sevillanos? ¿Nos hemos todos contagiado de lo zarrapastroso del turismo "low cost" que dicen nos da de comer? Sin ir a tiempos lejanos, no hace tanto Sevilla mantenía la delicia del saloncito de té de Nova Roma en la calle Asunción; o el restaurante La Almoraima de Los Lebreros; o El Burladero de Pedro Torres en el Hotel Colón. Ahora estamos en una Sevilla de papelón y cubo de cinco botellines. De chancla y franquicia. ¿Pero han visto que en la calle Córdoba, la gremial, cada vez quedan menos zapaterías? Si esos sitios gremiales, históricos o refinados cierran es porque la gente no va. No le echemos la culpa a nadie. De este envilecimiento degradado de una Sevilla en bruto y sin refinar tenemos la culpa los propios sevillanos. ¡Nosotros sí que somos cada vez más "low cost"!

SOBRE ESTE TEMA, EN EL RECUADRO: "LA TERRAZA DEL INGLATERRA"

--

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio