Si estuviéramos al final de las vacaciones, fuese septiembre y hubiera pasado ya San Miguel, diría taurinamente que con este artículo voy a hacer limpieza de corrales, metiendo los temas que se pueden quedar viejos con el veraneo. Pero como no lo estamos, se trata de Havre las maletas para meter toda la ultima hora, no se nos puede olvidar en Sevilla al irnos a los baños.
San Fernando a tomar viento.- Recordarán que el Ayuntamiento aprobó en pleno que San Fernando como fiesta local no se movía, que el 30 de mayo seguía siendo una de las fechas no laborables que puede elegir cada localidad, como en muchos pueblos del Aljarafe hacen fiesta el Lunes de Rocío. La decisión no gustó el alcalde, que está emperrado en quitar a San Fernando, si no del mapa, sí por lo menos del almanaque con fecha en rojo de festivo. Y repite la votación. ¿A que esto les suena un poquito a Venezuela, a Maduro, a poner la ley al servicio de la voluntad de un político y no a la inversa? ¿Qué pasa, que si lo que se aprueba no me gusta se repite la votación hasta que salga lo que a mí me da la gana? Eso es, al menos, lo que parece y no disimulan. Y más con el almanaque a favor. San Fernando, como saben, es el 30 de mayo. Que en 1918 cae en miércoles. Con una puntería afortunadísima para los que están a favor del rey moro Axataf que entregó Sevilla y no a favor de San Fernando que la conquistó y nos incorporó a Europa y la civilización cristiana. Porque resulta que el Corpus cae el año que viene el día siguiente a San Fernando, esto es, el Jueves 31 de mayo. Y dicen, claro, que como va a ser un puente tan largo... Hasta que han acabado con San Fernando como fiesta local no han parado. Punto el del Corpus donde no sé si han advertido una rarísima contradicción: el poder religioso, o sea, el señor arzobispo, queriendo bajar el pistòn a la procesión del Corpus. Y el poder civil, o sea el Ayuntamiento, quiere hacerlo cada vez más Fiesta Mayor.
Carteles malos.- Hablando de fiestas. No hay fiesta sin cartel. Y el del Día de la Virgen (que no hay que decir en Sevilla qué Virgen es la del 15 de agosto), parece que no ha gustado mucho, así pareciendo una divisa taurina como resulta. Con lo cual se me ocurre una idea con la que nos divertiríamos mucho. ¿No hay concursos para elegir carteles? Pues lo mismo entre los editados podríamos hacer una competición para elegir el Cartel Más Feo del Año. Y tranquilos, señores del cartel del Día de la Virgen, que ese premio no hay quien se lo quite a la Real Maestranza y a su cartel de la temporada taurina, que el nuevo teniente, don Santiago León Domecq, me ha prometido que será más mamarracho que nunca, para que no se rompa la tradición de que yo largue tela en un artículo metiéndome con él.
El Campanazo.- Hablando de carteles y de fiestas. No sé si han pensado que la Confitería La Campana, cuyos veladores en fachada defendemos junto con Adepa, tiene su propia dulce liturgia. Es el año litúrgico de chuparse los dedos. Por eso no reconocen el valor cultural de la centenaria La Campana, en la ola de cristianofobia. Los escaparates de La Campana son como hojas del calendario popular litúrgico: las torrijas y pestiños en Cuaresma; las monas de Pascua; las cocas de San Juan; los huesos de santo en Tosantos; los troncos, las torteras y mantecados en las Pascuas de Navidad; los roscos en la Epifanía de Reyes. ¿Será esta otra de las causas por las que con La Campana han pegado el campanazo que no se han atrevido a pegarle al Tabernero del Régimen y sus docenas de veladores?
Expo Lopera.- Lopera deja al Betis definitivamente. Dice que hace 25 años que está sirviendo al Betis. Hombre, eso se avisa, Donmanué. Julio Cuesta podía haberlo metido a usted en el mismo paquete conmemorativo de la Expo del 92. Claro que habrá quien piense que sin Alfonso Guerra en el PSOE, sin Soledad Becerril en la política, sin Curro Romero en el toreo y sin Lopera en el Betis, Sevilla ya no es Sevilla. Aunque siempre nos quedará París, querido Yuyu, siempre nos quedará la Cámara de los Balones para seguir escuchando a Donmanué...
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