Sevilla es una nación, en primer lugar, por una razón muy sencilla: gramatical. Los que hemos nacido aquí somos "sevillanos de nación". ¿Habrá mejor nación que la cuna? Pero es que, además, Sevilla es una nación por siete mil millones de razones, que aquí expondremos. Como ha intentado Susana Díaz. Que se fue de largo ("se pasó siete pueblos" o "se pasó de frenada" que se dice en tertulianés) cuando se presentó a las primarias como La Salvaora de España y le dieron el revolcón que comentábamos. Menos mal que no le han tenido que poner collarín y sigue tan campante, como si nada. Pero Susana Díaz, por el contrario, se quedó corta cuando ha replicado con toda razón a ese coleccionista de naciones en que ha roto su vencedor Pedro Sánchez y le ha dicho: "Lo que tengo claro es que Andalucía no es menos que Cataluña, ni que Euskadi ni que Galicia".
Y se quedó corta porque Andalucía no sólo es una nación, sino una "nación de naciones", de la que podemos presumir con toda "vanidad de vanidades". Andalucía no sólo es una nación: son lo menos ocho, una por cada capital de provincia o pueblo importante con historia. ¡Que les digan a los almonteños que no son una nación! En la provincia de Cádiz sólo hay tres naciones: Cádiz-Cádiz, Jerez y Algeciras. Y somos varios Reinos, que es lo que olvidarse suele: Que Su Majestad Don Felipe VI (q.D.g.), entre sus títulos tiene los de Rey de Granada, Rey de Sevilla, Rey de Córdoba, Rey de Jaén, Rey de Algeciras y hasta Rey de Gibraltar. ¿Será por reinos en la nación andaluza?
Pero al sevillano, además, como tiene siempre la certeza de que ha nacido no sólo en la mejor tierra del mundo, sino en el mejor barrio de la ciudad, no le cabe la menor duda de que esto es una nación. Con todos sus avíos: territorio, lengua, himno, bandera, escudo, historia. De himnos no sólo tenemos uno, sino tres o cuatro: desde el "Sevilla" de Albéniz a "Amargura", que es el que de verdad nos pone los pelos de punta y que, como el del Reino de España, no tiene letra, pero sabemos tararear cuando, por ejemplo, lo tocan en la final...en la final de los prolegómenos del Pregón de la Semana Santa. ¿Y el "Sevilla tiene un color especial", no es acaso un himno? Como lo es el pasodoble "La Giralda", que hasta hizo las veces de tal durante la II República en el cierre diario de emisiones de Unión Radio Sevilla. En cuanto a banderas, aparte de la carmesí que se inventó Rojas Marcos y del Pendón de San Fernando que el concejal más joven saca a darse un garbeíto por últimas naves catedralicias el día de San Clemente en la Procesión de la Espada, tenemos la "blanca y colorá" que en la letra de los campanilleros, ¿verdad, Alvaro Pastor Torres?, está colgada en el Arco de la Macarena, que tampoco es mal sitio. El escudo, no-me-ha-dejado que lo explique, porque usted lo sabe mejor que yo. En cuanto a la lengua, a veces hasta necesitamos traductor, como cuando un catalufo que sabe español mejor que usted y que yo habla para un telediario. El sevillano se escribe de una forma, pero se pronuncia de otra. Se escribe "churro", pero se pronuncia "calentito"; se escribe "bayeta", pero se pronuncia "aljofifa"; es escribe "palodul", pero se pronuncia "orozuz de palo". Y así hasta el infinito.
Y en cuanto a Historia, es que nos chorrean las grandezas nacionales. La América hispana habla español y es católica gracias a que Sevilla fue Puerto y Puerta de las Indias. Y tenemos, además, un Rey Santo, como Fernando III, a ver qué otra nación lo tiene. Cómo será Sevilla de nación, que hasta hemos hecho un referéndum, un 9-N con rebujito. Para decidir las fechas de la Feria, pero referéndum al fin y al cabo sobre un asunto nacional importantísimo. ¡Eso sí que es ejercer el "derecho a decidir" y que se mueran los feos como Puigdemont, el del mocho de fregona en la cabeza! Y si esto es Sevilla, nación soberana (pero de Soberano de González Byass en la barra de Casa Morales), Triana ya es que ni te cuento. Gracias a Sevilla existen las Españas que ahora nos traen a mal traer. Lo decían del Rey de España los reales de a ocho que acuñaban en la ceca de la Casa de la Moneda: "Hispaniarum et Indiarum Rex".
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