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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 21 de octubre de 2017
                               
 

Rearmar el Desarme

Desde el jueves y hasta el domingo (y creo que puede prolongarse varios días más), en Sevilla, disfrazada de Oviedo por los cielos nublados del otoño, todos los años se entregan los premios Príncipes de Asturias. ¿De la Concordia? No. ¿De las Letras? No: del mejor comer a la asturiana. Del "Se guisa de comer" que ponía en muchos clásicos lugares de fabada y compango del Principado de Asturias. Como El Cid ganaba batallas después de muerto, el tristemente difunto Bar Asturias de La Enramadilla (vulgo Viapol), no ha querido faltar a la tradicional cita de octubre con sus clientes de siempre, cuando a los pies de la imagen de la Santina servían ritualmente el Desarme, la comida de la que Leopoldo Alas "Clarín" hizo tradición, mito y rito de Oviedo. Es la repetición del menú con que en 1836 y bajo la Regencia de la Reina Cristina, acabó la primera guerra carlista y el Gobierno mandó desarmar a las milicias populares que habían luchado en el enfrentamiento civil. En la asturiana Llaneras, para desarmar a las milicias que no querían entregar sus fusiles, se las ingeniaron con arte. Las convidaron a una gran comilona, un abundante rancho consistente en garbanzos con bacalao y espinacas; un menudo sin morcilla que es el que mejor entra del mundo sin necesidad posterior de Alka Seltzer ni de bicarbonato Torres Muñoz; y un postre divino: un cremoso arroz con leche con una costra quemadita de azúcar por encima que recuerda a la crema catalana. Y sidra a caño libre. Tan púos y morados se pusieron los astures milicianos populares, que como habían dejado sus armas en pabellón mientras se hartaban de garbanzos y de menudo, entre la media papa de la sidra y el sopor que les entró con la comilona, los agentes del Gobierno los desarmaron fácilmente. El Desarme se llamó a aquella hazaña del 19 de octubre de 1836 y desde entones, ya digo que animada y mitologizada desde Oviedo por "Clarín", es una costumbre asturiana que hace que ese día se reúnan los amigos, los compañeros de trabajo, las familias, para degustar ritualmente como en una fiesta tradicional el mismo menú que en la hazaña del Desarme de las milicias.

En Sevilla, desde que Manuel Coto lo fundó en 1972, el Bar Asturias venía ofreciendo el Desarme cada octubre. Al morir Coto, lo continuaron su hija, su yerno y su nieta. Y cuando, ay, cerró para siempre este verano nuestro querido y familiar Bar Asturias, el preferido de don José Alvarez Allende el párroco de San Bernardo y de tantos profesores de la cercana Facultad de Económicas, temimos quedarnos sin Desarme. Gracias a la familia Prado Coto, aun cerrado su Bar Asturias, Sevilla no se ha quedado sin Desarme. Durante estos días lo ofrecen en Santa María la Blanca, en el restaurante Baqus del Hotel Casas de la Judería. Exactamente igual que lo ponían en La Enramadilla. Doy fe con garbanzos y con bacalao. Así que felicito a la viuda y nietos de nuestro recordado Manuel Coto por haber rearmado el Desarme y no habernos quedado sin esta tradición asturiana de Sevilla.

Y ojalá se prodigara más en la Sevilla que perdimos este paladar de los que "guisan de comer", que ha perpetuado el Desarme a pesar del cierre de su Bar Asturias. ¿Se imaginan que al menos en la mañana del Corpus volviera Ángela a freír los calentitos del Arco del Postigo, aunque fuera en otro lugar? ¿Se imaginan que al menos un día al año pudiéramos comprar el pan calentito en el Horno de San Buenaventura, aunque fuese en otro sitio? ¿Se imaginan, señoras de Los Remedios, que Nova Roma abriera simbólicamente para merendar una tarde al año en cualquier otra cafetería, con sus petisús y sus croasanes? ¿Se imaginan que por una sola tarde pudiéramos volver a sentarnos en los veladores de la fachada de la Confitería La Campana para tomar café y charlar con una tertulia de amigos mientras vemos pasar la vida? Con mis gracias a los amigos del Bar Asturias, pienso que esta ciudad que se las da de tan ritual y tan tradicional debería conservar aunque fuera testimonialmente, como El Desarme, tantos ritos, exquisiteces y refinamientos que en su actual degradante declive ha ido perdiendo a manos de la dictadura de lo zarrapastroso.

Sobre del Desarme de este año 2017: "El Bar Asturias rearma el Desarme"

Sobre el Desarme, en El Recuadro: "Un Príncipe de Asturias en Sevilla"

Sobre el cierre del Bar Asturias: "Desarme del Bar Asturias"

Información sobre el cierre del Bar Restaurante Asturias, de Sevilla

 

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