Odón Elorza, ese ex alcalde San Sebastián que tiene planta de dependiente antiguo de tienda de ultramarinos, de Casa Marciano, ha osado meterse con los andaluces, en su pelea con una señora política de aquí, Noelia Vara, parlamentaria de Podemos, enzarzados en un debate televisivo sobre Cataluña. Le ha dicho: "Para ser andaluza, eres mucho más educada que yo". El trasmallo de las redes sociales se ha llenado inmediatamente de comentarios, a cuál más ingenioso, en defensa de los andaluces y en desquite con ese Odón, que inmediatamente se ha venido abajo, como las persianas, y ha puesto paños calientes a su metedura de pata. Cuando no sabe lo que decir suele Víctor Pérez Escolano (de cuya señora esposa, doña Amparo Rubiales, habré de hablar más abajo): "Las mierdas, cuanto más se menean, más huelen".
El ingenio andaluz se ha cebado con el torpe donostiarra, y, sin citarlo, han dicho, por ejemplo: "Para ser andaluz, Velázquez no pintaba mal". O: "Para ser andaluz, García Lorca no escribía mal". O: "Para ser andaluz, Falla no era mal músico". O: "Para ser andaluz, Montañés no le pegaba mal a la gubia". O: "Para ser andaluz, Belmonte no toreaba mal". Guasa. Algo que Elorza no entenderá en su vida.
Hasta Susana Díaz le ha dado la vara a Elorza por la ofensa gratuita a nosotros los andaluces. Y uno de los que con más fuerza ha saltado al cuello de Elorza ha sido su correligionario el ex presidente de todos nosotros y de la Junta, mi querido condiscípulo portacelitano, combético y concurrista don José Rodríguez de la Borbolla y Camoyán, que se escribe así y se pronuncia "Pepote". Borbolla le ha dicho a Elorza las dos palabritas que se merecía. Pero ha habido también, ay, quien se ha puesto del lado de Elorza, será por el carné del partido. Como mi veterana amiga y compañera de antifranquismo doña Amparo Rubiales Torrejón, también combética y concurrista, de militancia por el Faraón probada, pues iba a los toros pagando, antes que tuviera cargo político y entrada de gañote. Lo que pasa es que Amparo, para defender a Elorza, se ha metido con Borbolla. Y le ha dicho algo que me parece cuanto menos equivocado. Amparo Rubiales ha dicho de Borbolla: "Es un auténtico señorito sevillano". ¿Pero no quedamos que el señorito sevillano por antonomasia era Javier Arenas? Sobre todo desde que le hicieron aquella jangá de echarle una afoto (vulgo arretrato) limpiándose los zapatos en el betunero del Palace de Madrid. Betunero que por cierto ha desaparecido de su rincón del Hotel Palace, mira que si es para que no acusen a ningún cliente de señorito sevillano...
Lo que más me extraña es que Amparo llame a Pepote "señorito sevillano", cuando eso de "señorito sevillano" es un insulto que usar suelen contra nosotros la gente de fuera de nuestra ciudad. A Arenas le llaman "señorito sevillano" sus adversarios de por ahí, nunca los de aquí...
-- Que le dicen cosas peores.
Puede ser. Para los sevillanos la referencia del señorito es siempre Jerez. Ya saben la vieja frase: "Señores de Sevilla, señoritos de Jerez y gente de Cádiz". Sobre los de Jerez, el difunto Fermín Bohórquez Escribano me decía:
-- ¿Señoritos en El Lebrero?
Y haciendo el signo de "a dos velas" pasándose extendidos los dedos índice y corazón por el labio superior, me añadía:
-- ¡Tós tiesos, Antonio, tós tiesos!
Por eso me extraña que Amparo le haya llamado a Pepote lo que le dicen a Arenas los de por ahí. Señoritos sevillanos, lo que se dice señoritos sevillanos, cada vez quedan menos. Hay algunas reservas naturales, al modo de Doñana, como El Aero o la Real Maestranza, donde deberían ser subvencionados por la Unesco como especies protegidas en trance de extinción. En Doñana mismo hay más linces que señoritos quedan en Sevilla. Así que urge sacar a concurso cuanto antes en el Ayuntamiento la plaza oficial de Señorito Sevillano. Será una bonita forma de asegurarle su sueldecito a un tieso con gomina que te mira el tío por encima del hombro...
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