ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  7 de marzo de 2019
                               
 

El mangazo de Obama

En Sevilla, ciudad donde se desmanteló gran parte de su industria y que dependía económicamente de una agricultura cada vez con más problemas y siempre mirando por el rabillo del ojo a Bruselas para la PAC, la PEC y la PUC con un canuto, hay mucha gente que gracias a Dios vive del turismo. De todas nuestras clásicas y típicas contradicciones me hace mucha gracia que llamemos al turismo "nuestra primera industria", cuando no es industria, sino Sector Servicios puro y duro. Del que por cierto podía vivir nuestra industria. ¿Se imaginan que toda la loza que se usa en la hostelería sevillana fuera de La Cartuja, que toda la cristalería fuese de la fábrica de vidrios de La Trinidad, que todos los manteles y servilletas, así como el negro de luto riguroso de los uniformes de los camareros de gastrobares y restaurantes de platos cuadrados salieran de los telares de Hytasa? Nuestra hostelería no deja en Sevilla valor añadido alguno, de una simple servilleta de papel a un palillo para un pincho de tortilla todo viene de fuera. ¿Por qué nadie puso aquí una fábrica así como Acerinox, para surtir de cubiertos a la pujante hostelería sevillana? ¿Que todo esto es tener un sentido autárquico y no globalizado de la economía? ¿Que sale más barato comprarlo todo a los chinos? Así nos va, que en el turismo se va a los baños el dinero que sale de Sevilla. Hasta el de los colchones para los apartamentos turísticos, esos edificios con la placa azul del "AT" en la puerta que cada vez proliferan más por el centro, diciendo esa chapa que el edificio entero le hace la competencia a los hoteles que están haciendo al lado, porque en Sevilla, salvo la Catedral y el Alcázar (y de momento), todo lo están convirtiendo en hotel. Dos nuevos nada menos en La Magdalena. Otros dos en la Avenida, de La Adriática a la Punta del Diamante. Y así todo.

Como si no tuviéramos ya turistas para dar y regalar, encima el Ayuntamiento se gasta 900.000 euros para organizar entre el 2 y el 4 de abril, en vísperas de Semana Santa, la Semana de Pasión, la "Global Summit" del "World Travel Tourism Council", ¡toma ya! Que traducido resulta Cumbre Mundial del Turismo. Y como si aquí no hubiera alicientes históricos y artísticos suficientes, como se ha visto con el Murillo Superstar en su centenario, o la Catedral, o el Alcázar, o la Casa de Pilatos, o el mismo Parque, o esa Plaza de España que deja boquiabiertos a los visitantes, nos gastamos un dinero muy curioso en traer a Obama. ¿Qué tiene que ver Obama con el turismo de Sevilla? ¿Qué sabe Obama el cabezacerilla del turismo de Sevilla? ¿Qué tiene que enseñar Obama a los profesionales del turismo? Como no sea que dé una conferencia sobre el modo más directo de trincar y mangar la tela en Sevilla sin tener ni puñetera idea del turismo... De eso sí puede dar lecciones Obama, de mangazos. Como las dio otro que tal baila, Al Gore, el del cuento del alfajor del cambio climático. O como las dan tantos expresidentes de Gobierno, de González a Aznar, que se dedican a hacer bolos a precio de oro. Vamos, igual que las artistas y las famosas del corazoneo que cobran por ir a inaugurar una discoteca o una tienda de modas. Igualito, pero habiendo pasado por la Casa Blanca o La Moncloa.

Obama pegará un mangazo, dicen, de 400.000 dólares por poner su careto en la Cumbre Mundial del Turismo. No está mal lo que cobra el muchacho. Pero lo que me sorprende es la carrera en pelo que hay por pagarle estos gastitos a Obama; quien más apoquine, más cerca de él se sienta; y que las entradas para contemplar su exhibición, como si fuera el tigre blanco del Circo Mundial, cuestan a 4.000 dólares. Si es por hacer promoción de recursos turísticos, ¿a cuántos agentes internacionales se puede convencer para que acarreen más visitantes gastándonos esos 400.000 dólares en invitarlos a la Feria y en ponerlos hasta la corcha de jamón, de langostinos y de manzanilla de Sanlúcar fresquita, para llevarlos luego a una primera fila de barrera en los toros? ¿Sirve de algo traer a Obama? ¿Va a traer Obama muchos turistas? Con lo cabezacerillo que es y lo parecido a Sánchez en oscurito... Y lo que me da mucha pena, los catetos sevillanos que dan dinero por estar junto a él. Hombre, si por lo menos fuera Lady Gaga...

 

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