ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  12 de mayo de 2019
                               
 

La Puerta Grande como castigo

Tengo en la memoria una foto taurina de 1966, con la neomudéjar puerta grande de Las Ventas al fondo. Tras cortarles las orejas a los toros de Antonio Pérez de San Fernando, los famosos "AP" que todas las figuras querían entonces, al término de aquel mano a mano inolvidable de la tarde del 28 de mayo, Antonio Bienvenida y Curro Romero salen a hombros. Van solemnes y venerados, escoltados por una pareja de la Policía Armada a caballo. La gente los aclama y aplaude desde la distancia del respeto. Nadie se acerca a tocarlos y manosearlos, y mucho menos a arrancarles caireles o alamares del vestido de torear. Van despacio, desde la puerta de los grandes triunfos, que para ninguno de los dos es nueva, pues ambos suman tantas que algunos aficionados, por buenos que sean, hasta han perdido el ábaco de contarlas.

Y frente a esa memoria de lo que era el respeto a los toreros en triunfo cuando salían por la puerta grande, tengo en la retina, con angustia, dos recientes imágenes de la Feria de Sevilla. Salen por la Puerta del Príncipe, tras cortar tres orejas el uno y cuatro el otro, dos toreros, en sendas tardes de gloria: Julián López "El Juli" y Pablo Aguado, el torero que Sevilla esperaba y que por fin ha hallado en el templo, entre los doctores Morante y Roca Rey. Lo que en la foto de Bienvenida y Curro es la distancia del respeto, el reconocimiento del aplauso, en estas dos salidas por la Puerta del Príncipe de la Feria de Sevilla es horrorosa y temible bulla desordenada e incontrolada que no los deja avanzar. Más que a hombros, parece que llevan a los toreros triunfantes en castigo, dándoles el tormento chino de zarandearlos, empujarlos, manoseados, desequilibrarlos, estrujarlos, pegarles arrechuchones, entre un gentío que espera teléfono en mano, pues ahora cada español lleva en el bolsillo, con el móvil, un fotógrafo para hacerse un "selfie" con todo famoso con el que se cruce, y si es con El Juli o Pablo Aguado a hombros por la Puerta del Príncipe, ni te cuento.

¿A hombros? A hombros llevan por la vuelta al ruedo de inicio los profesionales de sacar toreros en triunfo por las puertas grandes, Pedro el Chino y Curro Cano, esos dos "costaleros" profesionales, ("capitalistas" les pusieron a sus predecesores irónicamente por lo tiesos que estaban) que van de plaza en plaza por toda España con su camiseta de propaganda del Palacio del Mar de Santander y que se ganan la vida así toda la temporada y no hay feria importante donde no estén a la que caiga. El Chino y Curro sacan a los toreros a hombros a la antigua usanza, pero en cuanto cruzan el umbral de la puerta grande, los triunfadores quedan en manos de las turbas. Es la moda de acercarse a los toreros, empujarlos, sobarlos, tocarlos como si fueran milagrosas imágenes, y, como los botones de la chaqueta a Elvis Presley, arrancarles cuanto puedan de su chaquetilla de luces. A jirones les arrancan los bordados y les destrozan el vestido. Los empujan y zarandean, los desequilibran sobre los hombros de sus porteadores:

--¡Ay, que me lo tiran al suelo!

Es lo que piensa uno siempre que ve este tristísimo de empujones. Aunque sea irreverente pensarlo, me recuerda cuando los almonteños sacan a la Virgen del Rocío y casi la tiran al suelo, empujando cada uno para un lado. Salir en triunfo por la puerta grande se ha convertido para los toreros en un palizón. Lamentabilísimo espectáculo de masas incontroladas. Más que un premio parece un castigo, de la que les dan hasta que, ¡por fin!, tras grandísimas dificultades de avance entre las turbas arrancamachos del vestido, llegan a la furgoneta de la cuadrilla que los espera. Ahí, ahí es cuando creo que empieza la verdadera gloria del torero que triunfa: cuando llega a la paz íntima de la furgoneta y dejan de medio matarlo a arreones y de arrancarles hasta la castañeta.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio