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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  1 de junio de 2019
                               
 

La puente y la novelería

Defensa le ha dado a Sevilla en todo el bebe eligiéndola como sede del Día de las Reales Fuerzas Armadas. No sé si los expertos de Estado Mayor o el CNI han dado un informe previo, pero ya se sabe que en Sevilla todo lo que ocurre en la calle, es de balde, funciona a modo de comitiva, procesión o cabalgata y tiene cornetas y tambores lleva asegurado el éxito. Y si, además, es algo que nunca se ha celebrado, con lo que nos gusta aquí una novelería, el éxito no sólo está asegurado, sino cum laude. Si ayer aludíamos al programan "Conozca usted a sus vecinos", hoy recurro nuevamente a la memoria radiofónica para recordar a aquellos programas cara al público o con el oyente al teléfono, para decir: "¿Puedo saludar?". Pues saludo, y solemnemente, en primer tiempo de saludo, al teniente general don Juan Gómez de Salazar Mínguez, jefe de la Fuerza Terrestre (que en sevillano se escribe así y se pronuncia "capitán general"), y le felicito por el acierto del completísimo programa de novelerías por tierra, mar y aire preparado para celebrar en Sevilla el Día de las Fuerzas Armadas. Traduzco: para resaltar la constitucional unión del pueblo con sus Reales Ejércitos. En Sevilla, en cierto modo, todo el año es Día de las Fuerzas Armadas. Hay algo que aquí nos gusta casi tanto como un tambor y una corneta: aplaudir a una formación militar que desfila, sobre todo si porta la Bandera de la unidad. No hay procesión con acompañamiento militar (Virgen de los Reyes, Corpus) donde el desfile final de la tropa no sea, en aplausos y en sombreros quitados al pasar nuestra gloriosa Bandera, como una entrega a cuenta del Día de las Fuerzas Armadas.

He dicho por tierra, mar y aire. Como Sevilla es prácticmante puerto de mar y cuna de la fundación de la Marina de Castilla, no han faltado los ejercicios en el río y los buques de la Armada, con la novelería de las colas de la gente para visitarlos, incluido el submarino, como si dentro se fueran a encontrar con don Isaac Peral en persona. Nada digo de la exhibición de material de Defensa en la Plaza España: lo que le encanta a la gente la novelería de contemplar de cerca estos ingenios bélicos de nuestras misiones de paz en el exterior, que a veces incluyen guerras encubiertas en las que el valor no se le supone a nuestros soldados, sino que queda en muchos casos sellado con el beso con la muerte por la Patria, y suena ahora el toque de oración para decirnos que "la muerte no es el final". ¿Y los aviones pasando sobre Sevilla en los ensayos del desfile de hoy? Los puretones que sirvieron a la Patria como soldados voluntarios de Aviación en Tablada o en Morón hasta se saben los modelos de los cazas o de los bombarderos que cruzan el cielo con Giralda al fondo. Y el que no se lo sepa, tiene en el Círculo Mercantil de la calle Sierpes, al modo de exposición de un centenario cofradiero, una muestra de todo lo que "as gloriosas alas de España" le deben a Sevilla.

¿Y los caballos haciendo su carrusel de filigranas en el ruedo de la plaza de los toros de la Real Maestranza de Caballería, con esa banda montada de la Guardia Real tocando con sus clariones "Retreta y polca" y recordando algo tan sevillano como el Tercero Ligero de Artillería con el Brigada Rafael delante de la cruz de guía de una cofradía?

Y al final, la puente, como le llamaban, en femenino, al de barcas que desde 1171, en tiempo de los moros, unía Sevilla con Triana. El sevillano novelero que no haya ido a pisar el puente de barcas de Triana es un bicho raro. Como lo es el que no haya echado de menos a la Cofradía de la O inaugurando la estación de las cofradías de Triana a la Catedral y pasando sobre las barcas de ese puente. Puente de barcas tendido por los pontoneros de Ingenieros que nos hace recordar que, hay que ver, que hasta 1852 no tuvo Triana, en el reinado de Isabel II, un puente fijo que la uniera con Sevilla. Con razón dicen los trianeros todavía: "Voy a Sevilla". Y los sevillanos todos decimos: "Vamos a novelerear con esta inmensa "Convidà a Patria" a que nos han invitado este año". Vamos, igualito que si se celebrara en Barcelona...

 

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