Esto es como esa tontería de incorrección gramatical de "ciudadanos y ciudadanas" y "sevillanos y sevillanas". Estábamos con la Zona Franco, con la profanación electoral de tumbas que acabarán perpetrando en Cuelgamuros, y en Sevilla nos sale de golpe la Zona Franca. Hijo, ¿no podíais haberle puesto otro nombre que no fuera Zona precisamente Franca, que suena a Zona Carmen Polo? Algo, lo que fuera, menos Franca, que algunos estamos hasta el mismo gorro con tanto Franco a estas alturas de curso de la Historia, en que la dictadura estaba derrribada y olvidada, superada por la concordia y la reconciliación de la Constitución.
Bueno, a lo que vamos, a la Zona Franca. Qué buen administrador de los caudales públicos será Monteseirín, que en un año, en sólo un año, ha puesto a la Zona Franca del puerto de Sevilla en causa de disolución, arruinada, sin tabaco, tiesa, en quiebra. Se ha gastado un millón de euros y ha ingresado cien mil. Yo creo que es algo esa forma de administrar el dinero público. Claro, como el dinero público "no es de nadie", según la vicepresidenta de Cabra montando su habitual número de la cabra en cada frase memorable que dice.
Monteseirín, cuando perdió la Alcaldía, me parece recordar que se fue a Madrid, "al puesto que tengo allí" buscado por los de su partido en su profesión de médico. Inspector supremo de no sé qué de Sanidad me parece que lo hicieron y desapareció momentáneamente del mapa político de Sevilla. Pero como en el PSOE (y en todos los partidos) se creen que todo el mundo sirve para todo, y que a los compañeros hay que buscarles acomodo cuando se quedan con una mano detrás y otra delante tras perder unas elecciones, al cabo del tiempo se anunció en Sevilla la vuelta de Monteseirín como Delegado Especial de la Zona Franca. Y tan especial. Puesto en el que se ha planteado una cuestión fundamental: ¿qué es más prescindible? ¿La Zona Franca o Monteseirín? Ítem más: ¿usted sabe qué es la Zona Franca, dónde está, para qué sirve? En Cádiz, la Zona Franca es un páramo abandonado, donde hay muchísimas naves cerradas de empresas que quebraron con la crisis. Pero es que en Sevilla ni sabemos dónde está la Zona Franca. ¿Por Palmas Altas, que es donde ahora está todo? ¿Por donde Lagoh? ¿O por la Torre Pelli? Da igual. Son proyectos y proyectos, "por los que se va a los baños el río de mis dineros", como recitaba Pepe Pinto, que no cuentan en la ciudad y de los que la inmensa mayoría de los sevillanos no tiene ni idea.
Ahora bien, el cataclás de la Zona Franca y su ruina con Monteseirín al frente me hace ver clarísimo una cosa: lo fuerte que es Sevilla. Lo sólido económicamente que es su Ayuntamiento. Monteseirín, que en un año ha arruinado la Zona Franca, no consiguió quebrar el Ayuntamiento como alcalde en tres legislaturas.
--¿Nada menos que tres legislaturas fue alcalde Monteseirín?
Si, hijo, tres mandatos. Entre 1999 y 2011. Y en esos tres mandatos la cosa no fue de un milloncito de euros de nada como en la Zona Franca. La cuestión fue más gorda. Se gastó el dinero en asuntos absolutamente incomprensibles y perfectamente prescindibles, como Las Setas, que aún estamos pagando y lo que nos queda. Puso en marcha el tranvía que va de ningún sitio a ninguna parte, llamado Metrocentro. Se hartó de gastarse el dinero en peatonalizar todo lo peatonalizable, en estropear La Alameda, la Puerta Jerez y media Sevilla. Y no consiguió arruinar al Ayuntamiento como en un plis, plas ha quebrado a la Zona Franca. Con el derrochón Monteseirín aplico a Sevilla lo que el canciller Bismark dijo de España: «Estoy firmemente convencido de que Sevilla es la ciudad más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido».
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