ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 14 de diciembre de 2019
                               
 

Pasadizos de ERE

Cada vez que la juez Alaya le pedía algo de los ERE a Griñán, le contestaban con que esos papeles no existían. Los papeles del ERE, de sus inicios, del entramado del sistema de la mangoleta que se le ocurrió a alguna mente provilegiada y granujona. Papeles y responsabilidades políticas con las que nunca tuvo nada ver Carmen Calvo, que anuncia por ahí que piensa demandar a quien la relacione con los ERE. Y claro que no tuvo nada que ver. Carmen Calvo fue consejera cuando se perpetraban todos esos desvalijamientos de los dineros públicos destinados a acabar con el paro y que terminaron en lo que usted sabe que acabaron, pero eso es otra cosa. Aunque estuviese sentada como sonsejera en esas reuniones de la Junta donde se aprobaban esas cuestiones, Carmen Calvo no tuvo absolutamente nada que ver. ¿Que por qué lo digo? Hombre, porque aunque no hay día que descubran en alguna dependencia de la Junta una caja fuerte o una cámara secreta donde aparecen más papeles comprometedores de los ERE, no quiero que la de Cabra me meta las cabras en el corral.

Esto de las cajas fuertes que nadie sabía que existían, de los armarios escondidos donde estaban los papeles siempre buscados por Alaya y nunca hallados y mucho menos llegados a sus manos. O lo último maravilloso, que parece de una película de ciencia ficción: la cámara acorazada de un cuarto secreto en los jardines de San Telmo, con una sofisticada alta tecnología, que sólo se abría con la huella digital y el lector del iris de los ojos. ¿De la niña de mis ojos, de Susana Díaz? ¿Con la huella digital de quién? ¿De Zarrías, que cuando ya se había ido tenían que llamarlo a su casa para que pudiera abrirse aquello que en sus tiempos se tramó? Como ven, una película. Esto lo filmas durante 90 minutos, le pones un poquito de acción, coches fantásticos a toda carrera y ladrones descolgándose por paredes de cristal y tienes que proyectarlo en los cines del Nervión Plaza. Una película de miedo, de terror. O de vergüenza, de la de cosas que han pasado aquí sin que nadie dijera nada durante los años de Régimen en que la Junta se confundía con el PSOE y viceversa. Hasta en Torretriana se ha descubieto otra caja fuerte cerrada, y nadie sabe dónde están las llaves, matarile. Los señores que se fueron dejaron a la Junta, como se ve, llena de misteriosas cajas fuertes, cámaras secretas, armarios escondidos. De película. Lo cual es sevillanísimo. Yo enlazo todo esto de las cámaras secretas de la Junta con la tradición sevillana de los pasadizos subterráneos ocultos. No hay nada más sevillano que afirmar muy solemne y convencidamente, por ejemplo, ante la Puerta del León del Alcázar, donde hacen cola los turistas:

-- Y por aquí abajo iba un pasadizo secreto que llegaba hasta la Torre del Oro, donde el Rey Don Pedro el Cruel iba a reunirse con su amante.

¿Precioso, no? Como una leyenda becqueriana. Todo sevillano que no sepa por dónde iba un pasadizo secreto de alguna muralla a algún palacio, ni es sevillano ni es nada. Es sevillanísimo afirmar que de tal a tal sitio históricos hay un pasadizo subterráneo secreto, un pasadizo regio naturalmente, por donde desde el Alcázar se llegaba, ¿qué digo yo?, a Lagoh, para no tener el Rey de Castilla que buscar allí aparcamiento. Como lo ríos subterráneos secretos de Sevilla. Todo sevillano que se precie te asegura con mayor convencimiento que el más riguroso de los historiadores la existencia de brazos ocultos del Guadalquivir:

-- ¿Tú no ves la calle Sierpes? Bueno, pues por la calle Sierpes iba un río que desembocaba en la Casa de los Guardiola. Por eso en Sevilla hay tanta humedad, por la de ríos subterráneos que existen y siguen yendo por debajo de las calles.

Maravilloso. Mágico. Legendario. Como sigan descubriendo escondites de papeles del ERE en la Junta, se añadirán a la tradición de las leyendas sevillanas. Y el sevillano enterado te dirá:

-- ¿Tú no ves la Torre Pelli? Bueno, pues la Torre Pelli tiene dos sótanos secretos llenos de papeles de los ERE que Susana nunca quiso dárselos a la juez Alaya.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio