ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 27 de diciembre de 2019
                               
 

Adiós, peaje a Cádiz

Con el año que acaba siempre se va una época. Esta vez me parece a mí que, además, y contempladas desde Sevilla, desde Cádiz y desde Jerez, se nos van dos por el precio de una: 2019 y el peaje de la autopista. La autopista por antonomasia para sevillanos y gaditanos no era otra que la de Cádiz, la AP-4, que se construyó en 1972, en época de Franco, por Dragados, pensada en principio para unir a Sevilla con el gran puerto de "containers" que soñaba para Cádiz el alcalde don José León Carranza, que remató aquella gran obra pública con su iniciativa del Puente sobre la Bahía que ahora lleva su nombre y que evitaba llegar al itsmo de la Tacita teniendo que dar un enorme rodeo por Puerto Real y San Fernando. Puente que al principio también fue de peaje, por cierto

No se me había pasado nunca por la imaginación que habría un día de escribir un gorigori por el peaje de una autopista. Y aquí me tienen, con mis nostalgias de la AP-4. Como a los que desde hace tantísimos años pedían la supresión de ese peaje tampoco se ikaginarían que un día se cumnplirìa su sueño con el nuevo año del Veinte Veinte del Veintiuno. ¿Unió más Sevilla con Cádiz la autopista? Yo creo que sí. Muchos gaditanos encontraron trabajo en Sevilla...y no se mudaron aquí, sino que cogían la autopista todos los días. Y decían, con la sorna gaditana, ¿verdad, Yuyu?:

-- A mí me van a tener que hacer hijo adoptivo de Bética de Autopistas.-

De Bética de Autopista primero y de Aumar luego, que eran las empresas propietarias explotadoras. ¿Cuántas veces se amortizó el coste de la autopista desde 1972? Y eso que hace unos lustros se alivió el segundo peaje que existía pasado Jerez, a la altura del entronque con la carretera de Medina y Alcalá de los Gazules, la que ahora es una maravillosa autovía gratis total que te lleva al Campo de Gibraltar y a la Costa del Sol con toda seguridad. Que la autopista uniera a las dos legendarias hijas de Hércules, a Sevilla y a Cádiz, era muy simbólico. Pero, ay, hasta los leones de Hércules pagaban peaje en Las Cabezas. Las Cabezas... Había un algo familiar en aquel peaje, junto al Cerro del Fantasma, que al principio tenía áreas de servicio a ambos lados de la autopista y luego las redujeron sólo a la que quedaba en la parte de venir a Sevilla desde Cádiz. Parabas en El Cerro del Fantasma como en la tradición de la Nacional IV lo hacías en las ventas del Cruce de Las Cabezas para desayunar sus impresionantes tostadas con manteca colorá, de antología. Te citabas con los amigos, cuando ibais a Cádiz por Carnaval en varios coches, en la cafetería del Cerro del Fantasma, heredera de aquellas ventas, donde te encontrabas, con las casés de El Fary, la mejor selección de dulces de todos los pueblos de los contornos, llevándose la palma los paquetones de mostachones de Utrera de Diego Vázquez.

La autopista, con peaje, era como un privilegio, como una calle particular para que los jerezanos vinieran a los toros a Sevilla; para que los gaditanos se acercaran a sus gestiones ante la Junta en la capital de Andalucía o vinieran al Cortinglés el día de la Virgen del Rosario; y para que los sevillanos enamorados de la Cuna de la Libertad llegáramos en un suspiro (una hora del Campo del Betis a Cortadura), con toda seguridad, a la tierra de nuestros amnores. Ay, aquellas medianas de adelfas blancas; ay, aquel cambio de clima que siempre te encontrabas cuando pasabas el Cerro del Fantasma. Si hacia Cádiz llovía, hacia Sevilla hacía sol. No sólo era un peaje, sino un cambio de microclima, extrañísimo, al que los usuarios habituales estábamos acostumbrados.

Yo defendí que la autopista a Cádiz siguiera siendo de peaje porque se ganaba en seguridad y poca circulación lo que se perdía en dinero. Sé que era una idea políticamente incorrectísima Y que lo seguirá siendo. Era como ir de kamikaze, por el carril contrario. Pero una autopista de Cádiz sin peaje, ya con todos los peligros de camiones y venga camiones, y con las aglomeraciones de circulación, no será lo mismo que fue. Y será además para el Gobierno un buen pretexto para que nunca ya haya desdoble la Nacional IV, como tantas veces se ha pedido. Así que no solamente adiós, peaje de la autopista de Cádiz, sino adiós, desdoble de la Nacional IV desde Los Palacios a Jerez.

 

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