Habrán oído hablar muchas veces del "túnel del tiempo", ¿no? Bueno, pues en esta Sevilla donde nos encanta barrocamente darle la vuelta a las cosas, ahora es al revés: estamos en el tiempo de túneles. De discusiones sobre los túneles de la SE-40 y del Metro, mientras hay máquinas tuneladoras que nos cuestan de alquiler un riñón, muertas de risa en un almacén, a pique de que les pase como al Hospital Militar, que vengan los rumanos del carrito robado en el supermercado y acaben sus piezas metálicas en un chatarrero. El Gobierno de Sánchez, que por todos los medios trata de castigar a Andalucía por cómo ha votado y por haberse dado este Gobierno del Cambio que es su única oposición, no quiere hacer los túneles de la SE-40. Ene este mundo donde hasta hay un túnel bajo el Canal de la Mancha, ¿cómo no se pueden hacer en el Guadalquivir?
Pero es que el Gobierno del Cambio de la Junta, que se ha comprometido a empezar cuanto antes las obras de la Línea 3 del Metro de Sevilla, tampoco parece mucho por la labor de los túneles. Sevilla tiene "tunelfobia". Ya se vio en eso que llaman Metrocentro, y miren los atascos de semáforos en rojo que forma cuando ha de cruzar por La Enramadilla. Esos semáforos se ponen en rojo, como en un antiguo paso a nivel de carretera, cada vez que ha de pasar el que llaman Metrocentro, pero que en realidad es un tranvía. Y el otro Metro, el de verdad, lo mismo: gran parte de su recorrido es en superficie. Bajo tierra se aprovechó fundamentalmente lo excavado ya en su primera versión, la que paró el alcalde Manuel del Valle con el lema: "El Metro, un túnel sin salida". Ese lema hay que actualizarlo:: "El Metro, una salida sin túnel".n los debates técnicos sobre la futura Línea 3, la que ha ide ir de Pino Montano a Los Bermejales, se están discutiendo dos curiosos asuntos:
1. Por dónde empezar a meterle mano al asunto, si por Pino Montano o por Los Bermejales.
2. Cómo ha de ir por La Palmera este Metro que unirá (muy beneficiosamente por cierto) el Hospital de la Macarena con el Virgen del Rocío, por lo que hay quien quiere extenderlo hasta Valme, con lo que seria la Línea de los Hospitales. ¿Que te encuentras muy saturadas las urgencias del Macarena si vas con un dedo malo, que son las chorradas por las que se suele abusar de las urgencias? Pues coges el Metro y te vas al Virgen del Rocío, a ver si la cosa está allí más despejadita y no te tienen en un pasillo cuando pases el Triaje.
Digo que se debate cómo ha de ir el Metro por La Palmera, de Eritaña a Heliópolis, y hay quien se inclina por llevarlo por superficie. En plan Metrocentro o tranvía, vamos. Debe de ser la gran aportación del Metro de Sevilla a las técnicas mundiales: el Metro "sin". Sin túneles. Como la consumidísima Cruzcampo "sin", pero en Metro. Y un Metro que no vaya por debajo de tierra puede ser cualquier cosa, menos un Metro.
Hablando de túneles, me meto en el túnel del tiempo y evoco la Sevilla de los tranvías. De los viejos y maravillosos tranvías que se quitaron como un triunfo de la modernidad, cuando las grandes ciudades europeas los mantuvieron y les siguen dando un espléndido servicio. Si el Metro va por superficie por La Palmera, sin túnel, de Eritaña a Heliópolis, tras grandes estudios, esfuerzos, ilusuiones e inversiones habremos vuelto a inventar el Tranvía de Heliópolis. Que hacía justo este mismo recorrido, por Reina Mercedes, para llegar a la glorieta del Guadaira, junto al campo del Betis, el entonces recién reconvertido Stadium de la Exposición del 29. Cada vez que hablan de un tramo del Metro en superficie, me acuerdo de los viejos tranvías, lo siento. En el manto de Penélope de Sevilla, la Línea 3 del Metro viene en buena parte a reemplazar todo lo que se desmanteló con el utilísimo tranvía, al que la gente, no sé por qué, le tomó manía y creyó que todos los males se iban a solucionar quitándolos y poniendo autobuses municipales. Para este viaje de reinventar el Tranvía de Heliópolis no necesitábamos gastarnos tanto dinero de las alforjas públicas ni albergar tantas quizás vanas esperanzas con la Línea 3 del Metro.
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