ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  4 de febrero de 2020
                               
 

Delpilfarro con logo

Creía que los problemas más urgentes de Andalucía eran, por ejemplo, solucionar el inmediato futuro laboral de los trabajadores del Campo de Gibraltar que ven peligrar su currelo en el Peñón con el Brexit: o las listas de espera quirúrgicas o para pruebas médicas en la Sanidad; o tantas aulas docentes en caracolas provisionales; o las carencias ferroviarias de muchas comarcas, por no hablar de los enlaces con Granada; o la agonía de nuestra cada vez más pobre industria; o esos pueblos progresivamente vacíos de vecinos, que vivían de una agricultura ahora en muchos casos abandonada a causa de unos precios de mercado que no cubren ni los costos de producción. Estaba equivocado. El más urgente problema de nuestra tierra, según la Junta de Andalucía, era cambiar su logotipo. Muchos teníamos confianza y esperanza en el Gobierno del Cambio. Ahí lo tenemos: era el Gobierno del Cambio... de logotipo. ¿Tan urgente era el cambio de logotipo de la Junta? ¿Es que nuestros problemas económicos y sociales se van a solucionar de golpe y porrazo con el cambio de logotipo?

Lo peor es que han tratado de justificarlo, con unas palabras del Neolenguaje de la política más propio del PSOE que del PP, Ciudadanos o Vox: "La Junta busca reforzar los valores consolidados de cultura, progreso, diversidad, solidaridad y convivencia que representan a la comunidad autónoma. El nuevo diseño trata de aportar una imagen sintética, sólida y modernizada, con un gran peso visual, renovando forma y concepto hacia una estética reconocible y perdurable". !Toma del frasco, Carrasco, que se te entiende todo, Bendodo! Porque no se entiende nada. No se entiende qué daño hacía que la Junta continuara con su mismo logotipo, el que hizo Alberto Corazón, que costó en su momento 14 millones de pesetas, inspirado, a su modo y manera, en el escudo de Andalucía, y al que ahora me entero que le decían de mote "el paraguas". ¿Y qué han puesto en su lugar? Pues una "A" con palotes. Dicen que es la "A" de Andalucía, pero, a pesar del verde y del blanco, ¿quien nos dice que no puede ser también la A de Alemania, la A de Austria, la A de Argentina, la A de Arkansas, la A de Alaska o la A de las Aleutianas, sin ir más lejos? Se han gastado de momento 17.545 euros y la ha dibujado (no se sonrojen), un diseñador catalán, contratado por una empresa que resulta que es una de las famosas "productoras pata negra" de los más trincones tiempos del PSOE en Canal Sur TV. De cambio, nada. Pero no queda ahí la cosa. Si fuera por 17.545 euros todo incluido, no habría problema. Lo peor es que ahora tienen que hacer lo que los expertos llaman un Manual Corporativo de Diseño, que puede costar entre 150.000 y 180.000 euros.

Y tampoco eso es lo peor. ¿Usted se imagina lo que puede costar cambiar todos los logotipos de la Junta en todas sus propiedades, consejerías y empresas públicas? Desde las sábanas de los hospitales públicos al escudo de la bata blanca de su personal sanitario, los impresos, los letreros de las puertas de todas sus dependencias administrativas, los formularios, la que llaman los expertos con una palabra espantosa, "señalética". ¿Usted se ha fijado que en las carreteras que pertenecen a la Junta cada 100 metros hay un poste a modo de quitamiedos con el escudo de la autonomía? Pues hasta eso tendrán que cambiar. ¿Cuánto costará? En esta Andalucía asfixiada económicamente por el Gobierno central de Sánchez, ¿tenemos posición para ese auteético gasto en una tontería, en el caprichito no sé de quién? Yo a este lo llamaría sencillamente despilfarro de los que llegaron anunciando tantos ahorros.

Y con la "A" dichosa del despilfarro inútil e innecesario y totalmente prescindible, no les ha salido el logotipo de la Junta, ni el escudo de Hércules con los leones, sino el hierro de una ganadería de bravo. Tú le pones dos asas a esa A y te sale, perfecto, el hierro de Miura. Y le pones una corona y es el de Victorino. O algo similar al de Torrealta. Pero lo negarán los muy capillita. Dirán que no, que no es el hierro de Miura sin asas: que es un capirote corto de nazareno de cofradía con túnica de capa. De capa caída es lo que está el ahorro que nos prometió el Gobierno del Cambio...de logotipo.

 

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