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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla, 31 de marzo de 2020
                               
 

Cabildo por videoconferencia

En esta especie de Navidad anticipada en que nos llamamos para preguntarnos cómo estamos, cómo llevamos este arresto domiciliario al que nos ha condenado Sánchez, y desearnos lo mejor, llamé al viejo amigo para ver cómo andaba. Pero lo llamé, además, por el teléfono fijo, cosa ya bastante rara. ¿Usted ha visto que el fijo casi ha dejado de sonar en casa, que ya todo el mundo te llama por el móvil, hasta la niña de Vodafone, a la que no han debido considerar servicio imprescindible con la crisis y ya no te despierta en la hora de la siesta?

Así que llamé al amigo no para nada en concreto, sino para preguntarle cómo andaban él y los suyos, cómo lo llevaban, cómo le va la ruina de su comercio, que ha tenido que cerrar desde que comenzó el Estado de Alarma. Pero no descolgó el teléfono él. Lo cogió su hija. Tras saludarme y ver que gracias a Dios tanto ellos como nosotros andamos bien de salud, le dije que quería hablar con su padre. Y me contestó, con toda la extrañeza del mundo por mi parte al oír su frase:

-- No, ahora no se puede poner, porque está en un cabildo de la hermandad...

-- ¿Y no le hacen caso a las normas del Estado de Alerta y se reúnen en cabildo los oficiales de vuestra cofradía?

La muchacha me saco de mi desconfiada duda al instante:

-- No, están celebrando el cabildo por videoconferencia. El está con el teléfono móvil siguiéndolo y hablando, ya sabes cómo es en los cabildos, que no pasa ni una y llena aquello de sentido común...

¡Esto es lo más grande del mundo! Óle, óle y óle. Óle la unión del progreso con la tradición. Algo tan clásico, tan nuestro, tan ritual como el cabildo de oficiales de una cofradía de penitencia, celebrado a través de la modernidad de la videoconferencia. Me imagino que en esa cofradía habrán improvisado un prioste de nuevas tecnologìas, para que se encargue de la puesta a punto de la aplicación a la Sevilla de siempre de todas estas novedades y facilidades del mundo en que vivimos. ¿Se imaginan? Ese secretario dando cuenta de los oficios recibidos y cursados, y ese mayordomo presentando las cuentas de los parneses por videoconferencia, y el mijitas pesado de turno poniendo pegas por un tubo. Y los oficiales tomando decisiones importantes, como la del cabildo de mi amigo, que era nada más y nada menos para ver cómo le hacían frente a la deuda de 60.000 euros que había supuesto para las arcas de la hermandad la suspensión de la estación de penitencia dadas las actuales circunstancias.

De los males de la crisis pueden escribirse bibliotecas enteras; pero, en cambio, hemos sacado dos hechos positivos, ambos derivados de la aplicación de las nuevas tecnologías al mundo cotidiano: la divulgación del uso de la videoconferencia y el teletrabajo. La videoconferencia en todas sus variantes, como el "streaming", que es, para entendernos, que se ve algo en directo por Internet como si estuvièramos asistiendo al acto. Dos hechos recientes de la presente y rarísima Cuaresma sevillana nos dan idea de cómo las nuevas tecnologías han hecho mella, para bien, en nuestras costumbres más tradicionales, y cómo han ayudado a perpetuarlas. La Hermandad de la Macarena dio por "streaming", a basílica vacía para cumplir las normas de la Alarma, el Septenario Doloroso de la Esperanza. He leído que el seguimiento ha sido tal como el equivalente a los devotos que hubieran llenado tres basílicas y media. Y la misa dominical de monseñor Asenjo en la capilla del Palacio Arzobispal, dada por TV7 y por el "streamig" de la web de ABC, tuvo una asistencia virtual de 130.000 fieles. No sin sentido castellano del humor, el arzobispo ha comentado: "¡Nunca he tenido una feligresía tan numerosa en una misa!". Y nada digo del teletrabajo. Tan ingeniosos somos en Sevilla, que los priostes de la cofradía de mi amigo el que asistió al cabildo por videoconferencia, seguro que el año que viene, si Dios quiere, capaces son de montar el palio de la Virgen y de fundir la cera por teletrabajo.

 

 

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