<
  

 

  


ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  19 de abril de 2020
                               
 

Del Tertulianés al Confinamentés

Leí en Twitter el texto que había puesto alguien a quien por otra parte le tengo gran aprecio personal y político, como Iván Espinosa de los Monteros: "Hoy he hablado de alta tecnología, fintech, biotech, proyectos de robótica, inteligencia artificial, just in time, just in sequence, procesos logísticos eficientes, seis sigma, industria 4.0, FP dual, STEM, integración de proveedores..." Como le habrá ocurrido a usted al leerlo, no me enteré ¡ni de papa! Y cavilando, cavilando, con la cantidad de tiempo libre que tenemos con este arresto domiciliario obligatorio a que Sánchez nos tiene sometidos sin que nadie proteste, llegué a la conclusión de que eran incomprensibles para mí las palabras de Espinosa de los Monteros porque estaban en Confinamentés Avanzado, de Tercero por lo menos, mientras que el mío es en el mejor de los casos Confinamientés Elemental.

¿Que es esto del Confinamentés? Pues muy sencillo. Como se inventó una nueva lengua, ora en la radio, ora en la televisión, el Tertulianès, que muchos llegamos a dominar con todos sus prescindibles remoquetes de "hasta donde yo sé", "dicho lo cual" o "negro sobre blanco", en los treinta y tantos días de obligado encierro que llevamos, de tanto escuchar por la radio y la tele al Tío de la Rebequita (el de las cejas selváticas, la poquita voz y la menor capacidad de convicción), al filósofo que hace las veces de ministro de Sanidad y al presidente Sánchez que nos alecciona con sus largas peroratas sabatinas y dominicales en las que no dice nada, hemos llegado a aprender el lenguaje que se han inventado durante la pandemia: el Confinamentés.

Pregúntenme lo que quieran sobre Confinamentés, que me lo sé todo, como usted también lo comprobará cuando lo vea escrito. Lo hablo perfectaente. Casi tan bien como el Tío de la Rebequita, y con una voz mucho más potente, clara y convincente. Las reuniones pueden ser telemáticas o presenciales. Las telemáticas se hacen por videoconferencia, en la que es imprescindible que un señor aparezca ante una pantalla de televisión con muchas ventanitas pequeñas en las que salgan sus interlocutores. Hay otra posibilidad: que el señor quiera hablar con mucha más gente de las que aparece en pequeñito en su pantalla y que no quepan. Entonces les suelta la parrafada en "streaming". Por el que hasta se puede decir misa. Si será perfecto el lenguaje del Confinamentés que nos lo hemos aprendido todos en poco más de treinta días de pasarlas canutas y tenerlos por corbata. Por supuesto que todo esto es telemático. Tanto, que puede (y dicen que debe) haber hasta teletrabajo. Como esto siga así, hasta los albañiles harán la mezcla en la hormigonera por teletrabajo, verá usted. Y todos con su mascarilla. Todos hemos aprendido en Confinamentés a distinguir una mascarilla FFP2 de otra FFP3, cómo va a ser lo mismo. O una mascarilla higiénica de una quirúrgica, como las que hacen ahora caritativamente las monjas agustinas en vez de riquísimas yemas de San Leandro.

Las cifras de todo esto tan terrible de lo que nos informan muchas veces manipulamente y sobre las que hay algunas teorías conspiranoicas, como las ofrece el Gobierno no pueden ser en absoluto un bulo, y mucho menos "fake", falsas. Son las que han obligado al confinamiento, que es eso que de quince en quince días renueva Sánchez para que las tiendas y los bares sigan cerrados, la gente sin cobrar un duro ni ingresarlo, y aquí no se mueva nadie, y que veremos a ver hasta cuándo nos tienen así. Para que ocurra lo que ansiamos, para que se producca el desconfinamiento, es necesario que se produzca una desescalada en las cifras. Eso de la escalada no tiene nada que ver con el alpinismo ni los 8.000 del Himalaya, ¿pero a que da mucha esperanza que alguien diga que ya tienen un Plan A y un Plan B para la desescalada? Ojalá sea así, y de estos mal llamados días no nos quede más mal recuerdo que la ridiculez de todo el mundo hablando en Confinamentés y olvidando el Tertulianés.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio