ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  2 de junio  de 2020
                               
 

Los sin mascarilla

Los políticos lo están repitiendo, y especialmente se lo venimos escuchando reiteradamente a Juanma Moreno, y con toda la razón, que no nos confiemos ni en Sevilla ni en Andalucía y la Humanidad con la bajada de cifras en los contagios del virus y con el más que deseable descenso de fallecimientos. Por cierto, ¿han visto que todos los que hablan siempre con la monserga de "ciudadanos y ciudadanas" y "españoles y españolas", cuando se refieren a los muertos del Covid citan siempre a los "fallecidos", nunca a los "fallecidos y fallecidas"? ¿Qué pasa, que es machista decir que también las mujeres, las pobres, han muerto a causa de la pandemia, especialmente las señoras de las residencias de mayores, de las que nos estamos enterando ahora que, según del dichoso "protocolo", a muchas de ellas lo que de verdad le aplicaron fue la eutanasia, con los paliativos sólo, y sin el respirador o el ingreso en un centro hospitalario que les urgía?

Lo repiten los políticos, que no podemos confiarnos, que el virus sigue habitando entre nosotros, aunque dé menos la cara. Y que todas las precauciones son pocas. Pero lo que de verdad me da pánico es escucharlo a los médicos, a los que de verdad saben. Un médico amigo, cuyo nombre no cito para que no le den el día llamándolo para decirle que "Burgos habla hoy de ti en el ABC", me recomendaba:

-- Ten mucho cuidado, y toma todas las precauciones, que ahora es cuando de verdad puedes contagiarte, por la alegría con la que todo el mundo se ha echado a la calle, porque se cree que todo ha pasado. Y ahora es cuando es peligroso y todas las precauciones que se tomen son pocas.

Por eso me indigna ver por la calle a la cantidad de gente joven o no tan joven que va sin mascarilla, ¡hala! Aunque Sanidad las haya declarado obligatorias en público, ellos pasan de mascarilla, y van por la calle como si tal cosa, a pelo, quién sabe si contagiando a media Sevilla. Vengo observando que, además, los que ves por la calle sin mascarilla suelen ser niñatos y niñatas, canis. Gentucilla. Y en determinados barrios más que en otros. Vas, por ejemplo, a Nervión, al Cortinglés de Nervión o al Nervión Plaza, y ves por la calle a todo el mundo con su mascarilla. Y en Los Remedios, tres cuartos de lo propio. ¿Es el uso correcto y obligatorio de la mascarilla una cuestión de clase social? Pues observando el pelaje de los gamberretes sin mascarilla, aunque me pongan verde, diría que sí. Que las que siempre se han llamado "personas de orden" cumplen a rajatabla con la obligatoriedad de la mascarilla, mientras que la gentucilla que llama facha a quien no piense como ellos se salta la obligatoriedad y van, además, en pandillas por la calle, todos a cara descubierta. No quieren sufrir lo molestas que evidentemente son las mascarillas, y más con la calor, y les importa un bledo que puedan contagiar a nadie. De ahí las advertencias de los políticos llamando a la prudencia y a la observancia de las normas, y las predicciones cargadas de argumentos de los médicos.

Como lo de las botellonas nocturnas que se siguen organizando, o las terrazas de copas con menos papeles que una liebre, repletas de gente de cubata sin mascarilla. Hace muy bien la Policía Local en vigilar y controlar las terrazas y bares, y cerrar a quien tenga dos veladores de más. Pero yo le pediría a la Policía Local que extienda su celo profesional del control a los niñatos sin mascarilla, un auténtico peligro público que nadie reprime, ni multa. Ni le tose, vamos. Como sigo sin comprender que Sanidad la haya tomado con la barra de los bares, cuando en la barra de un bar nunca tienes a nadie frente a quien le puedas echar los bichitos venenosos, que diría El Beni, cuando te tienes que quitar la mascarilla para tomarte la Cruzcampo fresquita y la ensaladilla. En las terrazas, por muy controladas que estén, sueles tener siempre a alguien frente; en la barra del bar, nunca a nadie. Con todo eso es con lo que hay que tener especial cuidado, aunque andemos en la transitoria alegría de la "¡Fase 3 a la vista!" que, como Rodrigo de Triana, anuncia Juanma desde el puente de mando único que pronto tendrá. Pues leña al mono entonces a los sin mascarilla, respetado señor presidente de la Junta.

 

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