Horas después de que la portada de ABC, bajo la Corona de España, difundiera la convicción de 100 personalidades representativas de toda la sociedad en defensa de la Monarquía, empezaba a rural por las redes sociales (como se suele decir) el vídeo casi casero que la Plataforma Libres e Iguales había montado con 183 voces que repetían un simple mensaje de tres palabras, pero qué tres palabras: "¡Viva el Rey!". En ese vídeo, lo grita bien alto Curro Romero, por ejemplo, o Belén Esteban, o Berrín Osborne, Plácido Domingo o Vargas Llosa. Lo que se llama la sociedad civil ha demostrado con estas 283 voces en papel o en vídeo que está con el Rey y la Constitución de 1978, que está con esa España que en muchos lugares de Europa empiezan a ver, peligrosamente para nosotros, como un "Estado fallido". Estas voces escritas o habladas han sido como las banderas de España colgadas en muchos balcones no sólo para celebrar la Fiesta Nacional, sino para proclamar la defensa del modelo constitucional y de Estado que tantos se quieren cargar, incluso desde dentro de la parte podemita de un Gobierno que prometió lealtad al Rey y cumplir y hacer cumplir la Constitución como norma fundamental del Estado.
Me ha cabido el honor de que los amigos de la Plataforma Libres e Iguales se hayan acordado de este articulista de provincias para que fuese una de esas 183 voces que proclaman la confianza en el Rey frente "al sectarismo y la deslealtad" de esos perjuros que desde dentro quieren destruir el sistema del que viven tan ricamente, como nunca soñaron, y que se han olvidado de todas sus promesas igualitarias en cuanto han tocado poder, pisado moqueta y se han apalancado en sus sueldos y mamelas oficiales.
Lástima que el vídeo de Libres e Iguales no recogiese el color de esas voces. Las voces tienen color. Estos 183 gritos de "Viva el Rey" tienen sonido verde. Verde del viejo acrónimo que tanto me gusta difundir: V.E.R.D.E., "Viva el Rey de España". Y tienen también esas 183 voces los otros colores, rojo y gualda de la bandera nacional que no puede ser patrimonializada por nadie, ni por los separatistas catalanes que la queman junto a los contenedores en Barcelona cuando les interesa salir en los telediarios. Sí, han quemado muchas fotos del Rey, pero estas 183 voces de Libres e Iguales y estos 100 pronunciamientos en ABC han sido como el extintor de las llamas de esas hordas que a nadie representan frente a la mayoría de una sociedad que quiere luchar «contra la desidia, contra el sectarismo, contra el desistimiento, contra la deslealtad constitucional", por decirlo con palabras de Cayetana Álvarez de Toledo.
Lo alarmante es que ni Sánchez ni ninguno de sus ministros haya querido participar en esa grabación coral con sólo las tres palabras que proclama mucha más España de la que pensamos: "Viva el Rey". Y me temo que se la han jugado frente a su partido los escasos socialistas que unieron su voz a esa proclamación coral de confianza en la Corona, como Antonio Ramírez de Arellano, Emiliano García-Page o Joaquín Leguina. Prefieren mirar por el rabillo del ojo a sus socios podemitas y a los separatistas catalanes y a los nacionalistas vascongados antes que cumplir con la promesa que hicieron al tomar posesión. Este silencio de los socialistas en el poder y su servilismo de contentar de cara a los presupuestos y a su permanencia en el poder a los que quieren destruir a España y acabar con la concordia constitucional del Régimen de 1978, me recuerda la vieja copla flamenca: "Desgraciaíto el que come/el pan por manita ajena,/siempre mirando a la cara,/la pone mala o buena". Sánchez está todo el día mirando la carita que ponen, mala o buena, los que nunca gritarán "¡Viva el Rey!", ni aun en la celebración de la Fiesta Nacional, confinada a cencerros tapados, ay, en el Patio de la Armería de Palacio.
VIDEO COMPLETO DE LIBRES E IGUALES: "¡VIVA EL REY!"
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