ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  15 de febrero  de 2021
                               
 

Museificar cofradías

No se aprende en cabeza ajena. Primero convertimos a Sevilla en un Parque Temático para el turismo, expulsando del centro a sus vecinos de toda la vida, cambiando por franquicias o establecimientos de hostelería su comercio de barrio de toda la vida, sus tiendas de los desavíos, sus despachos de pan y tortas, sus lecherías, y ya ven dónde hemos acabado. En la ruina. Y ahora me temo que, con la mejor intención del mundo, vamos a hacer tres cuartos de lo propio con la Semana Santa, en esta segunda primavera que nos roba la pandemia. (La que ayer fue en Cataluña "indepandemia".)

A propósito de la historia de aquel niño enrabietado porque se quedaba por segunda vez sin cofradías en sus sillas familiares y proponía cándidas fórmulas sanitarias para espacios sociales en la carrera oficial y mascarillas bajo de los capirotes, me escribe un lector que me hace cavilar. Dice textualmente: "Como continuación al niño de la mascarilla, le pongo el toro en suerte en un grito de: "¡A mi la Legión!" A la cantera de ese niño, ¿qué Semana Santa le vamos a empezar a enseñar? ¿La del capilleo de pasos en las iglesias porque ha "llovido coronavirus" salvo en el Triduo Sacro? ¿O la museizada de desguace en Cajasol, y la del "ninot indultat" de las figuras de los misterios en el Casino de la Exposición? ¿No sería mejor que nos acerquemos todo lo posible a nuestra normalidad en vez de inventarnos una Semana Santa "sin", sin Resurrección de la Borriquita el Domingo de Ramos bajando por la rampa, sin Dios (Gran Poder) y sin su Madre (La Macarena) rodeada el Jueves Santo de plumas de armaos y mantillas? Todos estos "inventos" hacen más daño que el coronavirus".

Pues no le digo usted que no, estimado lector que da "en todo el bebe" de lo que pensamos algunos sevillanos. Es más, ¿sabe usted que esta Semana Santa museificada que con la mejor voluntad e intención se han inventado para que nos quitemos el "mono" de cofradías me suena a Valladolid o a Murcia, a esas ciudades que consideran las imágenes de devoción como esculturas de mucho mérito (que lo son) y las exponen en los museos en vez de rendirles culto todo el año en su iglesia? Corremos el riesgo de que en vez de una Semana Santa sin cofradías y con muchas nostalgias y añoranzas, tengamos algo parecido a lo que se organizó cuando la Exposición de 1992 con aquella muestra de "Los Esplendores" o con el gran parque temático en que entonces empezó a convertirse la "Magna Hispalensis" de la Catedral... y que hasta ahora dura.

Como, con don Santiago Montoto, no quiero "fías ni porfías ni cuestión de cofradías", admito todas las opiniones en contrario, empezando por la del propio Consejo, que sé que lo ha hecho todo con la mejor de las intenciones, e «In nomine Dei», como se llama la magna concentración de obras de devoción convertidas en material museable para su contemplación como simples obras de arte. Esperemos que sea por una sola vez y sin que sirva de precedente. Y que pronto volvamos a lo nuestro de los tambores y cornetas, rancataplán.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio